CONCHELLO, José Ángel, El TLC, un callejón sin salida, México, Grijalvo, 1992, 287 pp.

El Tratado Trilateral de Libre Comercio constituye la decisión política más importante que México ha asumido en los últimos diez años. Para la actual administración representa la única opción que el país tiene para superar sus antiguos problemas y poder insertarse en los esquemas de globalización económica que vive la sociedad internacional. Para otros constituye la renuncia al proyecto histórico del pueblo mexicano y piensan que su concretación más que superar nuestra dependencia y subdesarrollo, agravará los problemas sociales y económicos que se arrastran desde la década de los setenta.

Las bibliografías al respecto han sido abundantes en destacar las bondades del TLC, y muy limitados los estudios que frontalmente se oponen a tal proceso. Entre los pocos estudios y libros críticos al TLC se encuentra el volumen del abogado José Ángel Conchello que pasamos a reseñar.

El volumen comprende tres grandes secciones. La primera, dedicada a hacer un diagnóstico de la situación de México en la década de los ochenta, destaca que todos los cambios iniciados por el presidente De la Madrid han respondido, más que a una explicación interna, a las presiones que la deuda externa y especialmente Estados Unidos ha realizado con la idea de incorporar a México a la órbita de un “capitalismo salvaje” que impulsaron en el vecino país los presidentes Reagan y Bush.

La segunda parte está destinada a señalar las metas y caminos hacia los cuales se pretende llevarnos a los mexicanos a través de la suscripción del Tratado Trilateral de Libre Comercio. Como al respecto señala textualmente el autor:

En esta misma sección el autor hace descarnado análisis de las desventajas comparativas o asimetrías económicas existentes entre México y los Estados Unidos, señalando de paso que la experiencia canadiense demuestra que dichas diferencias actúan inexorablemente en favor del país poderoso; y en tal sentido, señala que México será absorbido por la economía del norte, liquidando toda posibilidad de desarrollo autónomo.

La tercera parte del libro que comentamos está orientada a diseñar un modelo cualitativamente distinto y a plantear escenarios totalmente distintos a los que frecuentemente se recurre por parte de los defensores del TLC. Conviene señalar al respecto los nombres con que el autor encuadra esta parte propositiva de su interesante libro: el orden económico del futuro, el hombre nuevo, una técnica a nuestra medida, lo pequeño es posible, y la pregunta final. No está de más repetir con el autor esta última pregunta: ¿debe México sacrificar tanto por tan poco?

Las breves descripciones antes resumidas del interesante volumen de José Ángel Conchello nos obligan a comentar el hilo conductor que se plasma en este volumen; en primer lugar, el diagnóstico certero que se hace de nuestro país, nos obliga a ratificar las promesas, en cierta medida falsas, de que se nos pretende presentar al TLC como única salida para la crisis mexicana. Al respecto, dos hechos nos parecen relevantes y que no están contemplados en el libro y que ratifican las tesis del autor. Por una parte, el modelo aperturista de la actual administración comienza a mostrar claros signos de agotamiento, pues el déficit de 1992 constituye un signo negativo que sólo puede ser superado por cuantiosas inversiones extranjeras o por el expediente de las reservas monetarias, único sosten de la política inflacionaria del gobierno actual.

El otro factor negativo para la concretación del TLC, es el triunfo de los demócratas en los Estados Unidos, triunfo que significa la defunción del neoliberalismo económico empezado por el presidente Bush y seguido dogmáticamente por la actual administración.

Dichos fenómenos complicarán tremendamente las posibilidades de éxito del TLC y constituyen una advertencia para los que precipitadamente incorporaron a México a un proceso privatizador de enorme costo social y económico, del cual todavía los mexicanos no tomamos cabal conciencia.

Sin proponérselo, el autor del libro que reseñamos señala los riesgos que a mediano plazo se cernían sobre México. Las fundadas premoniciones del autor se concretan a corto plazo, y obligan a un replanteamiento de la estrategia económica y política hasta ahora mantenida.

El retorno de un cauteloso intervencionismo estatal y la necesidad de relectura de la potencialidad de los mercados internos constituyen las nuevas premisas que México deberá asumir, claro está que en un escenario mundial interdependiente y relativamente abierto. Revaluar a las pequeñas y medianas empresas e implantar una política de comercio exterior mesurada constituyen los desafíos que en la década de los noventa los mexicanos debemos retomar.

Al respecto, coincidimos con el autor cuando señala textualmente:

Como vemos, el sustancioso ensayo que reseñamos nos abre a un amplio universo de preocupaciones e inquietudes que nos deben orientar para el trabajo cotidiano y que los juristas y abogados debemos revaluar con claro sentido del interés nacional. Afortunadamente, nuestra Constitución Política no ha sido sustancialmente modificada, de tal suerte que tenemos en ella un escudo para retomar un camino de ecuanimidad y serenidad a fin de pugnar por un tratado de libre comercio que no signifique la negación de nuestro pasado histórico, a este rescate nacional nos llama el autor de este libro que recomendamos ampliamente a los interesados en este tema y en el presente y futuro de México.

Jorge WITKER