LACQUEUR, Walter, Europe in Our Time — A History 1945-1992, Nueva York, Viking, 1992, 616 pp.

El sostenido y creciente interés por la integración económica de Europa (occidental primero, y recientemente con la posibilidad de un englobamiento de Europa oriental), y por el importante o decisivo papel (económico, político, militar, cultural) que dicho continente juega y sobre todo puede jugar en un mundo que ha dejado de ser bipolar para apuntar a la tri o multipolaridad, dan relieve y atractivo a esta obra. Dicho interés se ve resaltado por la calidad intrínseca del libro y por la notoria capacidad del autor.

Walter Lacqueur es un distinguido investigador y profesor de historia contemporánea, así como un conocido analista de asuntos internacionales. Preside el International Research Council del Center for Strategic and International Studies en la Universidad de Georgetown, Washington, D. C. Es director del Institute of Contemporary History and Wiener Library, en Londres. Ha escrito y editado más de 25 libros, entre ellos un precursor de la presente obra, Europe since Hitler, así como Terrorismo, La República de Weimar, y un Stalin que también acaba de aparecer.

La obra que reseño es una historia de la evolución política, económica, social y cultural de Europa, desde el fin de la Segunda Guerra Mundial y el comienzo de la Guerra Fría, hasta la caída del Muro de Berlín.

El análisis, comentario y evaluación combinan la consideración de las grandes fuerzas y procesos histórico-estructurales, el interés por los grandes acontecimientos del último medio siglo, especialmente los de los últimos veinte años, y el examen país por país cuando ello parece requerido.

Una primera parte traza el cuadro de la situación de Europa al pasar de la guerra a la paz. El continente queda dividido, y se presenta como un espacio vacío dentro de una constelación general de nuevo equilibrio de poder que se intenta ir construyendo a escala mundial. Los intentos de construir un nuevo orden mundial se enfrentan, ante todo en Europa, con la herencia del fascismo y la necesidad de la purga de los colaboracionistas en el Estado y en la sociedad. En la transición de la guerra a la paz, es especialmente pertinente la toma en consideración de los casos nacionales: el laborismo al poder en Inglaterra, la liberación de Francia, la división política de Italia, los últimos días de Stalin en la Unión Soviética y la sovietización de Europa oriental, y el crepúsculo alemán. Se quiebra la alianza de guerra de los triunfadores y se dan los orígenes de la Guerra Fría, al mismo tiempo se dan los primeros pasos en la cooperación europea, el inicio de la fase poststalinista y el ascenso del comunismo europeo.

Una segunda parte considera, por un lado, el llamado “milagro económico” de Europa occidental, la exitosa reconstrucción de la industria y el ascenso de la agricultura, la revolución en los transportes y la expansión del comercio europeo. Parte y consecuencia de estos procesos son la emergencia del Estado benefactor, la prosperidad y el nuevo consumismo, y el surgimiento y el avance de fuerzas y estructuras sociales, como el sindicalismo obrero con sus fuerzas y debilidades, y la nueva clase gerencial. También aquí es sugerente la consideración de las similitudes y diferencias de los principales casos nacionales. Por otra parte, en la Unión Soviética y en la Europa oriental sovietizada, tienen lugar los procesos de reconstrucción e industrialización.

La parte tercera está dedicada a la cultura europea en el escenario de la posguerra.

La consolidación europea es considerada en el periodo que va desde 1955 a 1972, incluyendo el desarrollo paralelo y entrelazado de los dos bloques, la crisis en sus centros y componentes, y las accidentadas relaciones mutuas, ejemplificadas en la crisis de los cohetes cubanos, y en los inciertos pero efectivos primeros avances de la llamada distensión. El bloque soviético presencia el fallido intento reformista de Kruschev, la rebelión y el progreso del policentrismo en Europa oriental. En ambos bloques se dan manifestaciones de un movimiento mundial de rebelión estudiantil que eclosiona sobre todo en 1968.

El fin de la era de posguerra es analizado por separado para ambas Europas. La Europa occidental es tomada en cuenta en la parte quinta, desde el punto de vista de la economía, las viejas y nuevas fuerzas sociales (ecologismo y movimientos de los Verdes, separatismo y minorías nacionales, trabajadores huéspedes y migraciones, terrorismo), y las especificidades nacionales. Entre estas últimas se destacan la evolución de Alemania hacia la reunificación, la revolución thatcheriana en Inglaterra, la Francia posgaulliana, y la España posfranquista.

La Unión Soviética y la Europa oriental son objeto de análisis en la sexta parte, en cuanto a la decadencia y reforma de la primera, y al estancamiento y revolución de la segunda, cuyas interrelaciones y reacciones en cadena darán lugar al desplome del bloque en su conjunto y a una dramática transformación del equilibrio mundial. La obra termina con notas de cautela, si no pesimismo, comprensibles si se tiene en cuenta la compleja y contradictoria situación, la acumulación de problemas y conflictos, que exhibe hoy el continente europeo y repercuten de mil modos, directa e indirectamente en la estructura y la dinámica del poder mundial.

Marcos KAPLAN