La protesta social, el gasolinazo y los derechos de la mujer

Publicado el 28 de Febrero de 2017

Víctor Manuel Rangel Cortés
Doctor en Derecho por la FES Acatlán de la UNAM,
twitter@VictorMRangel

Luego del gasolinazo que, desde luego, afecta a todos los ciudadanos, menos a la clase política, una amiga mía hizo el comentó que participar en la protesta social, es decir, en las marchas, era hacerse tonto (con palabras de las consideradas malas).

El sentimiento inicial de mi parte fue de molestia; sin embargo, al reflexionar el tema, llegué a preguntarme ¿por qué alguien del sexo femenino hacía ese tipo de comentarios? ¿No se suponía que las mujeres habían tenido que luchar para ganar, y lo hacen todavía, derechos a la par del hombre?

Como el comentario me pareció poco acertado y al no ser un gran conocedor de la lucha femenina, me di a la tarea de buscar información que resolviera de manera pronta las dudas que habían surgido, consideré que recurrir al portal Wikipedia bastaría, desde luego, a sabiendas de que no es una de las mejores fuentes de información.

Así las cosas, lo primero que encontré fue el dato de que las mujeres comenzaron esa batalla en 1854 en China y en la antigua Grecia, en donde, por lo menos en Atenas, eran consideradas como un accesorio del hogar sometido a la voluntad del hombre.

En Roma, si bien es cierto que las mujeres tenían algunos derechos, no podían votar ni ocupar cargos públicos, como, por ejemplo, en el ejército. En este caso, también hablamos de una sociedad patriarcal.

Además, aparece una serie de referencias religiosas que, a mi entender, también relatan el sometimiento histórico del que las mujeres han sido objeto. Lo mismo ocurría en la Edad Media, en la Europa de los siglos XVIII y XIX, y continúa hasta la fecha.

Contra toda esa historia las mujeres han tenido que luchar. El siglo XIX fue clave para el reconocimiento de sus derechos políticos, pues en esa época les fue otorgado el derecho al voto, el cual, me parece, es una de las victorias más relevantes de la lucha femenina. El decreto incluso fue reconocido por la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer. No es cosa menor.

Otros derechos que la mujer ha ganado se relacionan con el derecho de propiedad, el cual, en algunos casos y según el punto de vista, incluye derechos reproductivos o control de la natalidad (aborto).

Además, encontré que existe una gran variedad de instrumentos internacionales creados para protección de los derechos de las mujeres (entre ellos, la ONU Mujeres). También se han celebrado diversas conferencias en ciudades como México y Copenhague.

Otras agresiones de las que son víctimas las mujeres son: la esclavitud sexual, la prostitución forzada y la esterilización y el embarazo obligados. Esto no es cosa menor, ya que las mismas son conductas contenidas en el Estatuto de Roma y, por tanto, reconocidas como crímenes de lesa humanidad.

Evidentemente, la mujer ha tenido que luchar por el reconocimiento y eficacia de sus derechos. Entonces, surge la pregunta ¿cómo es que la mujer ha logrado ese reconocimiento y eficacia?

La misma fuente de información me orientó al respecto. Hallé el concepto “activismo femenino”, el cual tiene por objetivo, justamente, el reconocimiento o defensa de sus derechos. Así que, de entrada, se infiere que los derechos que la ellas han alcanzado no aparecieron por arte de magia. Esto hace suponer que alguna mujer, en algún momento de la historia, tuvo el valor de alzar la voz y exigir.

En particular, el caso del derecho al voto femenino fue reconocido por la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas por allá de 1948. Otro documento importante es la Convención sobre los derechos políticos de la mujer. El antecedente social de estos documentos se le atribuye al movimiento femenino denominado: sufragista

Así, mi búsqueda me llevó a darme cuenta de que en aquellos instantes hubo protesta social y marchas. Por ejemplo, la manifestación de sufragistas (llamadas suffragettes, y calificadas como violentas) en la ciudad de Nueva York en 1912, 1913, 1915 y 1916. No sólo eso, descubrí nombres de mujeres sufragistas destacadas que participaron en todos estos movimientos:

Dentro de los movimientos que dieron lugar al derecho al voto existieron los pacíficos y los violentos, estos últimos, en muchos casos, derivaron en encarcelamientos. De tal forma que la lucha incluyó:

A la fecha, existen movimientos que tienen por objeto la defensa y la obtención de derechos que aún quedan pendientes. Por ejemplo, la Marcha Mundial de las Mujeres, el Consejo Internacional de Mujeres y Women for Women International.

De los anteriores, llamó mi atención el Consejo Internacional de Mujeres, el cual fue fundado en 1888 por países como: Canadá, Estados Unidos, Irlanda, India, Reino Unido, Finlandia, Dinamarca, Francia y Noruega. Lo interesante de ello es que, al menos la mayoría, son países considerados como del primer mundo, incluso como potencias o sociedades más avanzadas.

Luego de leer un poco, entendí, o reafirmé, que las marchas y otras formas de protesta social no necesariamente son malas. Comprendí que las mujeres han atravesado un camino largo y difícil, pues prácticamente, han luchado contra la historia y por eso merecen todo el respeto y reconocimiento.

Lo que no puedo entender es que personas del género femenino, luego de toda la lucha que han enfrentado para obtener los derechos que bien ganados tienen ahora, se atrevan a decir que manifestarse en contra de algo que afecta a la sociedad en general es tonto. Quien lo diga, seguramente, es alguien que desconoce su propia historia y que ésta puede repetirse.

Formación electrónica: Luis Felipe Herrera M., BJV
Incorporación a la plataforma OJS, Revistas del IIJ: Ignacio Trujillo Guerrero