La corrupción, un cuento de nunca acabar en México

Publicado el 28 de febrero de 2017

Leonel Cásares García
Maestro en Derecho Constitucional por la Universidad Autónoma de Guerrero,
leonel.casares@hotmail.com

Érase una vez… un pueblo que provenía del imperio azteca, colonizado, independizado, revolucionario, reformado, democrático, y ahora carente de democracia; que en la antigüedad la única ilusión de aquellas sociedades progresistas, era una democracia sólida y un Estado de derecho vigente, que hasta el día de hoy sigue siendo cuento.

Ante la imposibilidad de combatir frontalmente a través de las leyes establecidas en la nación mexicana, a la corrupción, no queda más que utilizar los medios críticos-propositivos para concientizar a las personas, que la corrupción es el cáncer que lacera gravemente a la misma sociedad.

Reformas tras reformas a las leyes, ilusiones tras ilusiones, discursos tras discursos, hasta que una parte de la sociedad sabe y conoce que son mentiras, que las cosas no están bien, que la corrupción es el imperio de los “malos” y otra parte de la sociedad se encuentra dormida sin despertar a la realidad, porque no hacen nada por combatir la corrupción.

Pero en el ámbito jurídico, es imposible para cualquier estudioso del derecho; entender el marco normativo internacional, nacional, estatal y municipal, máxime, si se quiere combatir y acabar con la corrupción sólo con leyes y solo con el conocimiento de las mismas, pero es más bien la necesidad de tomar acciones que reduzcan a una ola de personeros que corrompen todo lo que tocan y lo que se encuentra a su alrededor.

Pareciera ser cuento que la corrupción es algo que los mexicanos llevan en los genes, como así lo considera EPN, la corrupción no es sólo una forma de corromper o una especie de soborno, es más bien la capacidad que tienen algunas personas para darle la vuelta a la ley y a la justicia, destruyendo la rectitud y acabando con los principios y valores de los buenos ciudadanos y las instituciones.

Los altos niveles de corrupción en el país han demostrado que la clase política está siendo denostada por la sociedad mexicana, y que muchos ciudadanos tienen la firme idea de que los políticos y gobernantes son cortados por la misma tijera, y por tanto los estigmatizan.

Pero el esfuerzo que se concretó el día 27 de mayo de 2015, con el decreto por el que se reforman, adicionan y derogan diversas disposiciones de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en materia de combate a la corrupción, sólo es un “apantallamiento constitucional”, debido a que el mismo no combate a la corrupción, sino más bien, es una simulación de forma para poder mantener callados a los ciudadanos que exigen que verdaderamente se combata a la corrupción.

Como resultado de la reforma constitucional del día 18 de julio de 2016, se publicó en el Diario Oficial de la Federación, reformas, adiciones y derogaciones al Código Penal Federal, a la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal, a la Ley Orgánica de la Procuraduría General de la República, reforma al artículo 70 de la Ley General de Contabilidad Gubernamental, nuevas leyes, como la Ley de Fiscalización y Rendición de Cuentas de la Federación, la Ley General del Sistema Nacional Anticorrupción, la Ley General de Responsabilidades Administrativas y la Ley Orgánica del Tribunal Federal de Justicia Administrativa, todos en materia de combate a la corrupción.

Pero tanto la reforma constitucional y legal han sido un esfuerzo que viene desde hace varios años, a nivel federal ya se precisó, pero hace falta hacerlo en los estados de la república mexicana; a pesar de este esfuerzo “enorme” para los legisladores federales, pasarán varios años más para que se vean cristalizadas estas reformas en los estados y municipios en México, esto, porque anteriores reformas han demostrado que pasan años para su aplicación.

Es conveniente mencionar que el día 24 de enero del presente año, se presentó el Índice de Percepción de la Corrupción 2016, donde la reforma constitucional anticorrupción y la primera etapa del Sistema Nacional Anticorrupción no fueron realmente suficientes para reducir la ola de actos de corrupción en el país, al contrario, pareciera haber un aumento considerable de actos de corrupción.

En estos tiempos donde se le quiere vender a la sociedad mexicana, de que en México se combate a la corrupción y que realmente se sancionan a las personas que lo hacen; haciendo saber a la sociedad a través de una narración breve, un relato de palabras o de sucesos que solo reflejan falsedad e invención en el combate a la corrupción y a la par todo inicia con un “Érase una vez…”



Formación electrónica: Luis Felipe Herrera M., BJV
Incorporación a la plataforma OJS, Revistas del IIJ: Ignacio Trujillo Guerrero