Ciento cincuenta años de “Amor, Orden y Progreso”: el lema de la Escuela Nacional Preparatoria

Publicado el 19 de octubre de 2017

Lucero Cristal Quintero Rubio
Maestra en Derecho con orientación Constitucional por la Universidad Nacional Autónoma de México
y profesora de tiempo completo en la Escuela Nacional Preparatoria 3 “Justo Sierra”,
lucero.quinteror1@gmail.com

Con motivo de los 150 años de la fundación de la Escuela Nacional Preparatoria, he querido dedicar este artículo a esas tres palabras que conforman su lema y que se encuentran cargadas no sólo de mucho sentido hasta el día de hoy, sino también de historia.

¿Cómo llegaron esas tres palabras a nuestro país y a la preparatoria? Para entender esto hay que conocer al hombre que las propuso. La historia de la Escuela Nacional Preparatoria se encuentra fuertemente entrelazada con la de Gabino Barreda, mismo que fungió como uno de los ideólogos más importantes para la conformación del plan curricular de la preparatoria y de la reforma educativa.

Gabino Barreda nació el 19 de febrero de 1818 en el estado de Puebla. Fue un hombre muy culto que realizó estudios de Derecho y Medicina, el primero nunca lo ejerció, mientras que la segunda fue su profesión por varios años. De hecho, la circunstancia de que él estudiara estas dos carreras llegó a ser determinante para el papel que más adelante tendría en la vida de la Escuela Nacional Preparatoria; ya que esta doble formación lo acercaría posteriormente de manera importante al presidente Benito Juárez.

Cuando Gabino Barreda viaja a Francia en 1847 para terminar sus estudios como médico se genera un importante impacto ideológico en su vida, ya que es allí donde puede conocer las ideas positivistas de Augusto Comte, filósofo y padre de la sociología quien señalaba que después de la revolución francesa era necesario restablecer un orden. La clase burguesa había triunfado y ahora se hacia necesario que ese triunfo contara con un orden que le llevara al progreso; y señalaba además que “El amor constituye naturalmente el único principio universal; que se refiere al altruismo”. Nos referiríamos aquí al amor a la humanidad.1 Llegándose así a la idea de tener al amor como base, el orden como medio y el progreso como fin.

Es así como con en el encuentro de Gabino Barreda con Augusto Comte se va esbozando el actual lema de la Escuela Nacional Preparatoria; ya que las ideas del filósofo francés permean fuertemente en el entendimiento del joven médico que regresa a nuestro país con un nuevo panorama.

De vuelta a México, recordemos que entre 1857 y 1861 se suscitó la guerra de Reforma, misma que dio lugar a las leyes que posibilitaron la separación Estado-Iglesia, la cual incluiría el tema de la educación. Es en ese contexto en donde se empieza a gestar la idea de un nuevo programa educativo que no se viera influenciado por ideas eclesiásticas, sino científicas.

El 16 de septiembre de 1867 Gabino Barreda pronuncia en Guanajuato la denominada “oración cívica”, que deja ver su fuerte influencia positivista al expresar lo siguiente: “Conciudadanos, que de aquí en adelante sea nuestra divisa: libertad, orden y progreso”.2 Teniendo siempre a la libertad como medio, el orden como base y el progreso como fin.

Dicha “oración cívica” llamó la atención del entonces presidente Benito Juárez, quien lo invitó a participar en la reforma educativa que se preparaba en ese año, y que daría lugar al nacimiento de la Escuela Nacional Preparatoria.

El 2 de diciembre de 1867 el presidente Benito Juárez expidió la Ley Orgánica de Instrucción Pública en el Distrito Federal, por la cual se creo la Escuela Nacional Preparatoria, nombrándose como su primer director a Gabino Barreda el 17 de diciembre de ese mismo año.

De esta manera el primer lema de la Nacional Preparatoria propuesto por el propio Gabino Barreda sería: “Libertad, orden y progreso”; el cual como podemos apreciar difiere del que actualmente conocemos, encontrándose intercambiadas las palabras libertad y amor.

Tendría que aparecer un nuevo personaje en la vida de la Escuela Nacional Preparatoria para que finalmente se tuviera el lema que hoy en día conocemos; dicho personaje fue Ezequiel A. Chávez, quien tuvo un lugar muy importante en materia educativa para nuestro país, ya que participó en la creación de instituciones como la Universidad Nacional y la Escuela de Altos Estudios; además de ser director de la Nacional Preparatoria por un breve periodo (agosto-diciembre de 1904); así como rector de la Universidad de 1913 a 1914.

Así con el lema Libertad, orden y progreso, se comienza a formar una escuela que ofrecería a sus educandos aquellos estudios que eran necesarios para ingresar a la Universidad y que la educación básica no cubría; de ahí que la preparatoria constituya la piedra angular en que habría de derivar el antiguo sistema de enseñanza, su lema más tarde fue transformado por el maestro Ezequiel A. Chávez, quien lo concibió como amor, orden y progreso y que es el que orgullosamente ostenta hasta la fecha la Escuela Nacional Preparatoria.3

Fue entonces Ezequiel A. Chávez, quien retomara la idea original de Augusto Comte y pondría juntas las tres palabras que hoy forman el lema de la Escuela Nacional Preparatoria: “Amor, orden y progreso”.

Una interpretación del lema de la Preparatoria

Como hemos visto, el lema de la preparatoria tiene una historia muy interesante, en la que se entretejen las vidas de personajes como Augusto Comte, Benito Juárez, Gabino Barreda y Ezequiel A. Chávez; es decir, respectivamente: el padre de la sociología y exponente del positivismo; el creador de las leyes de reforma y presidente de la República; el primer director de la Escuela Nacional preparatoria y uno de los creadores de la reforma educativa de 1867; así como uno de los hombres más importantes en materia educativa que haya conocido nuestro país, según hemos expuesto líneas arriba.

Además, dicho lema cuenta con un bagaje histórico muy importante, que proviene de las ideas cosechadas por Comte a partir de la Revolución Francesa; así como de la Guerra y las Leyes de Reforma, proclamadas por el presidente Benito Juárez, en la que se materializa la separación Iglesia-Estado.

Ahora bien, permitiéndome hacer una interpretación histórico-gramatical del lema de la Nacional Preparatoria he encontrado que:

— La noción del Amor proviene de las ideas de Augusto Comte; quien lo considera como un principio universal, referido al altruismo o a la solidaridad humana. Concepción que seguramente encuentra sus raíces en las ideas de igualdad, libertad y fraternidad de la Revolución francesa. Por otro lado, también podríamos tomar en cuenta una definición actual de la Real Academia, que señala al amor como “el esmero con que se trabaja una obra deleitándose en ella”.4

— La idea de orden surge de la necesidad de reestructurar la sociedad después de la Revolución francesa; cuestión que también sucedió en nuestro país después de nuestra independencia, las diversas luchas entre liberales y conservadores, y por supuesto la guerra y Leyes de Reforma. Es decir, como ya he mencionado, la idea de orden viene gestándose por movimientos tan importantes como estos y termina siendo plasmada en la ideología positivista preparatoriana. Según la Real Academia el orden “es una disposición de los elementos de un conjunto en función de una determinada norma”.5 Resulta claro que después de todos estos conflictos se buscara tener un orden y la educación tendría un papel clave en ello.

La obra del extraordinario maestro fundador de la Escuela Preparatoria, fue excelsa, científica, social y humana. Su vasto y trascendental programa cuyos maduros propósitos se encaminaban a destruir las múltiples formas de la anarquía entonces reinante, en las esferas intelectual, política y social, sino también en la personal, doméstica y civil, se encerraban en el lema: “Amor, orden y progreso”.6

— En cuanto a la idea de progreso comprende la acción de ir hacia adelante, de avanzar y de lograr un desarrollo integral de la sociedad y la humanidad;7 por lo anterior podemos entender al amor como aquella fuerza que nos impulsa y sostiene para lograr nuestras metas, el orden la manera de lograrlo y el progreso el resultado buscado.

Creo entonces en conclusión que el lema “Amor, orden y progreso” representa de manera muy puntual, pero sobre todo vigente, a la misión o el objetivo de la Escuela Nacional Preparatoria, es decir, nos hace comprender que solamente teniendo al amor como fuerza o impulso, y al orden como medio, podremos alcanzar nuestros objetivos. Cualquier fuerza o idea por más brillante que sea, si carece de un orden o una disciplina, difícilmente podrá fructificar y provocar un avance. Ciertamente esta frase puede utilizarse como divisa en la vida de cualquier preparatoriano, e incluso de cualquier persona que se plantee la consecución de un noble propósito.

Esta frase tan concisa puede ser vista como una herramienta o una filosofía, que pueda impulsar los rumbos de los jóvenes que van en busca de sus propios planes de vida, y de sus proyectos y que serán quienes propongan las ideas del mañana. Ojalá siempre la lleven presente, decidiéndose a hacer las cosas con dedicación y orden para lograr el progreso en aquello que más desean; recordando siempre la enseñanza de la Nacional Preparatoria.

BIBLIOGRAFÍA

CARRILLO ZAMBRANO, María de Lourdes, Gabino Barreda y la reforma educativa de 1867. La influencia positivista en nuestro país, Descubridor de información UNAM, recuperado el 17 de septiembre de 2017.

GARZÓN LOZANO, Luis Eduardo, La historia y la piedra en el antiguo Colegio de San Ildefonso, México, Miguel Ángel Porrúa, 2016.

Atlas histórico de la Escuela Nacional Preparatoria 1910, México, Escuela Nacional Preparatoria, UNAM-Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación, 2008.

MESOGRAFÍA

REAL ACADEMIA ESPAÑOLA, disponible en: http://dle.rae.es/?id=UJpElHN, consultado el 17 de septiembre de 2017

——— disponible en: http://dle.rae.es/?id=2PGmlay, consultado el 20 de septiembre de 2017.

——— disponible en: http://dle.rae.es/?id=R9ScnIe, consultado el 20 de septiembre de 2017.

CARDOSO VARGAS, Hugo Arturo, “El modelo pedagógico de la Escuela Nacional Preparatoria”, Odiseo, Revista Electrónica de Pedagogía, año 6, núm. 12, enero-junio de 2009 , disponible en: http://www.odiseo.com.mx/2009/6-12/cardoso-modelo-pedagogico-enp.html, consultado el 20 de septiembre de 2017.


NOTAS:
1 Cfr. Carrillo Zambrano, María de Lourdes,Gabino Barreda y la reforma educativa de 1867, La influencia positivista en nuestro país, Descubridor de información UNAM, recuperado el 17 de septiembre de 2017.
2 Disponible en:http://www.odiseo.com.mx/2009/6-12/cardoso-modelo-pedagogico-enp.html consultado el 20 de septiembre de 2017.
3 Garzón Lozano, Luis Eduardo, La historia y la piedra en el antiguo Colegio de San Ildefonso, México, Miguel Ángel Porrúa, 2016.
4 Disponible en:http://dle.rae.es/?id=2PGmlay consultado el 17 de septiembre de 2017.
5 Disponible en:http://dle.rae.es/?id=R9ScnIe consultado el 20 de septiembre de 2017.
6 Atlas histórico de la Escuela Nacional Preparatoria 1910, Escuela Nacional Preparatoria, UNAM-Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación. México, 2008, pp.4.
7 Cfr. Real Academia Española, disponible en:http://dle.rae.es/?id=UJpElHN consultado el 20 de septiembre de 2017.

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