La profesionalización de la policía en el nuevo Sistema de Justicia Penal: una obligación del Estado

Publicado el 22 de febrero de 2018

Oscar Armando Hernández Silva
Licenciado en Derecho y estudiante de la Maestría en Derecho de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí,
okr_silva21@hotmail.com

Introducción

Hoy en día nuestro país, nuestro Estado y nuestro municipio de San Luis Potosí, han enfrentado cambios históricos de estructura social, económica y política, desde hace ya algunas décadas nos encontramos en un México en el cual impera la corrupción, la impunidad y el desinterés de la clase política con la sociedad, como consecuencia surgieron movimientos sociales con la finalidad de generar un cambio, de presionar a los representantes del pueblo y lograr una participación de la sociedad en general.

Hablando de seguridad pública y de los elementos que la conforman, uno de los más graves problemas que tenemos es que, hasta el día de hoy, hay quien señala que seguimos contando con un sistema penal por demás corrupto, viciado, inservible, debido a que el nuevo Sistema de Justicia Penal no funciona como se esperaba; sin embargo, lo que habrá que señalar, es que lo que realmente no funciona es el personal que aplica dicho sistema y no el sistema como tal.

Cabe señalar que con la finalidad de acabar con la corrupción y la impunidad que existía en nuestro país, en el año del 2008 se realizaron reformas y adiciones a nuestra carta magna, así como a las legislaciones penales tanto federal como estatales, y así implementar un nuevo sistema de justicia penal acusatorio y oral, dentro del cual las investigaciones derivadas de los hechos o actos presuntamente constitutivos de delito se llevarían a cabo por la policía y por el Ministerio Público, lo cual se realizaría en conjunto y participación de todas y cada una de las policías, ya sean federales, estatales y municipales.

En ese contexto, el nuevo papel que desempeñarían los elementos de seguridad pública es el de funciones que deberán realizar sin importar la institución o nivel en el que se encuentren, es decir, no importa si son policías a nivel federal, estatal y municipal, a fin de operar en el nuevo Sistema de Justicia Penal Acusatorio, es por ello que existe la necesidad de contar con cuerpos policiales que tengan la capacidad y preparación para ejercer sus funciones bajo el criterio de actuación que establece nuestra carta magna y el Código Nacional de Procedimientos Penales, así como los protocolos homologados de actuación, observando los principios rectores y realizando las funciones de primer respondiente o de policías con capacidades para procesar según sea el caso.

Desarrollo

Una de las finalidades primordiales que trae consigo el nuevo Sistema, es precisamente el tema de la corrupción, que actualmente debemos cuidar su funcionamiento, pues si bien es cierto que se realizaron cambios al nuevo Sistema, la mayoría de las instituciones por otro lado, no han realizado ningún cambio positivo para este nuevo Sistema, entre ellos es la gran importancia que tiene la profesionalización o especialización de los elementos policiales hablando en su totalidad es decir elementos de cualquier nivel, pues todos y cada uno de ellos deben contar con esa certificación que los avale y les permita desempeñar sus funciones dentro del Sistema Penal y en favor, desde luego, de la sociedad.

En efecto, y atendiendo lo que vivimos día con día desde que entró en vigor la aplicación del nuevo Sistema Penal Acusatorio y oral, surgen diversas interrogantes, principalmente en cuanto a la policía como parte de este nuevo Sistema y en relación a la capacitación (no profesionalización) de la que han formado parte, ¿contamos con los elementos policiales especializados en el nuevo Sistema de Justicia Penal? ¿El estado ha cumplido con su obligación de profesionalización de cada uno de los elementos que integran la institución municipal de seguridad pública? ¿Ha cumplido el estado con su obligación de equipar a cada uno de los elementos policiales? ¿Existen salarios competitivos que nos permitan tener elementos con vocación y altas directrices policiales?

Quizá las respuestas que están atravesando nuestras mentes, que la sociedad atraviesa cotidianamente —y quien mejor que la sociedad y los individuos que la conformamos para identificar la problemática— es que no se ha llevado a cabo la especialización de los elementos ni el Estado ha cumplimentado con sus obligaciones, máxime que tampoco cada uno de los elementos cuentan con un salario digno con el cual busquen la verdadera vocación policial, situación que desde luego trae como consecuencia la corrupción y la impunidad en las instituciones, sin embargo, ahora, con el nuevo Sistema del que los elementos de seguridad publica forman parte, también trae como consecuencia grave la ineficiencia en el actual Sistema y que a su vez tiene otras consecuencias gravísimas que repercuten siempre en la sociedad.

En ese sentido, debemos tomar muy en cuenta que la base de la actuación policial requiere de una especialización o profesionalización de cada elemento, es decir, que cada elemento de seguridad pública debe de ser profesional y certificado y que tenga como fin que dichos elementos conozcan a fondo los principios y actúen estrictamente con apego a los mismos, empero, al hablar de una profesionalización cabe destacar que no es suficiente únicamente tener el conocimiento básico de los principios que regulan su actuación al momento de atender hechos probablemente constitutivos de algún ilícito, sino también los demás principios constitucionales que deben observar al momento de su actuación, leyes secundarias que regulan su participación, incluso lo relativo a derechos humanos, pues de lo contrario sería únicamente actuar siguiendo ciertos lineamientos, pero sin conocer los demás principios que deben de respetarse al momento de iniciar el procedimiento penal, lo que desde mi punto de vista es algo sumamente complicado en el sentido de que debe tomarse en cuenta la capacidad y nivel de estudios de los elementos.

Sin embargo la especialización de la policía, en el nuevo Sistema de Justicia Penal, es muy carente, en muchos sentidos, pero también es necesario tener muy en cuenta que la infraestructura y cambios organizacionales no se han llevado a cabo de manera positiva para este nuevo Sistema, seguimos quizá teniendo una problemática interna en cada institución, y es que la realidad práctica es totalmente contraria a lo que establecen nuestros principios rectores, pues si bien en primer término no cuentan con profesionalización o especialización fundamental del nuevo Sistema, tampoco cuentan con infraestructura, con equipamiento de oficina y de campo, lo cual frena la actuación de los mismos, aunado a que los encargados de las instituciones, como es el caso de los directores, desconocen totalmente el nuevo Sistema, existe un gran problema ya que, por una parte, la sociedad en base a nuestros derechos exigimos tener policías especializados y de vocación, que no se corrompan, incluso el propio estado exige también tener en las filas de nuestra seguridad pública elementos profesionales, pero estamos pasando por alto que para tener elementos con las altas directrices policiales, es el Estado quien tiene la obligación de proporcionarlos.

Es importante resaltar que un elemento de seguridad pública en su actuar debe de seguir ciertos lineamientos tanto constitucionales como de leyes y protocolos que les permita cumplir de manera apegada a la legalidad con cada una de sus funciones, esos elementos que al parecer la mayoría sabemos que tiene salarios bajos, que tiene un nivel de estudios en su mayoría básico y en muy pocos casos un nivel técnico o profesional, que tienen horarios bastante amplios y que no son remunerados, que desconocen no nada más los alcances de un norma jurídica y más aún la aplicación o interpretación de las mismas, principios, leyes internacionales de derechos humanos, y que es ahí donde empiezan las fallas para un buen funcionamiento del nuevo Sistema.

Empero, al no realizarse lo anterior, se tiene como consecuencia que la actuación policial sea ineficiente y por ende afecte dentro del procedimiento penal a las partes, ya sea imputado o víctima de un delito, incluso a la sociedad en general, y como claro ejemplo tenemos que en muchas ocasiones por errores de investigación o de la policía, un imputado queda en total libertad, esto en razón de que no deben de vulnerarse sus derechos humanos, sin embargo la victima queda en un total estado de indefensión, pues el delincuente, incluso al quedar en libertad, puede acceder a los datos personales de la víctima, siendo injusto que por una mala actuación de la policía, se vean quebrantados los derechos de uno u otro, reitero en estos casos no sólo se debe tomar en cuenta la mala actuación policial, sino también identificar el problema de fondo que es precisamente que esa ineficiencia deviene desde las políticas públicas que realiza el Estado, ya que es ahí donde comienza la actuación policial, desde una organización, estructuración e incluso renovación de las instituciones de seguridad pública.

Conclusión

Como conclusión de la reflexión que se ha venido realizando, es muy importante estudiar a fondo la corrupción, así como la profesionalización de los elementos de seguridad pública referidos al nuevo Sistema Penal, e identificar de raíz dicha problemática, luego entonces, para que realmente exista un buen desempeño por parte de los elementos de seguridad pública y tengamos policías capaces, profesionales, que no busquen mediante la corrupción ganar un poco más de salario, y tomando en cuenta todas y cada una de las exigencias que el Estado y la sociedad ha impuesto a cada uno de ellos, también debemos de incentivar el trabajo de la policía, pues gran parte de la mala actuación policial se debe a que cuentan con un nivel de estudios bajo, no cuentan con la especialización y profesionalización que el nuevo Sistema requiere y más aun, no tienen sueldos competitivos que los hagan buscar una verdadera vocación policial, así como tampoco cuentan con el equipamiento necesario tanto en sus lugares de trabajo de oficina, como de campo, por lo que es imposible tener un buen resultado si no se apoya de manera directa mejorando los derechos laborales y sociales de los elementos policiales, mediante políticas públicas en materia de seguridad pública, laboral, criminología y profesionalización, creando institutos policiales que lleven a cabo la carrera policial profesional en todos los niveles, ya que es una obligación del Estado para con la sociedad.


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Incorporación a la plataforma OJS, Revistas del IIJ: Ilayali G. Labrada Gutiérrez