Un cuento de Rubem Fonseca como ejemplo de pluralismo normativo

Publicado el 28 de febrero de 2018

Roberto Carlos Fonseca Luján
Profesor de la Facultad de Derecho de la UNAM
rfonsecal@derecho.unam.mx

El pluralismo normativo es una corriente de pensamiento que propone que en un mismo espacio geográfico coexisten distintos niveles de órdenes normativos. Estos mantienen complejas relaciones con el orden jurídico estatal, pudiendo transponerse, competir con él o complementarlo. En todo caso, la tesis central del pluralismo es que, para ciertos grupos sociales, esas otras esferas normativas funcionan como auténticos sistemas de normas de derecho.

Entender el pluralismo suele ser un reto para los juristas, porque hemos sido formados en el modelo del Estado de derecho, que tiene como fundamento la idea de que el sistema de normas dado por el Estado es el único sistema que puede denominarse jurídico. Esta visión puede dificultar la atención de conflictos y problemas sociales, en escenarios en los que el pluralismo es una realidad, como se da en entornos multiculturales.

Como docente, he visto que la narrativa literaria puede ser una buena vía para mostrar a los estudiantes del derecho —e incluso a los ya profesionistas—, cómo se presenta en la vida social el pluralismo. Esta utilización de la literatura con fines didácticos es una propuesta muy conocida; para el tema específico del pluralismo, fue el doctor. Arturo Berumen, en las clases del Posgrado en Derecho de la UNAM, quien nos propuso la lectura de una novela de Rosario Castellanos, Oficio de tinieblas, como ejemplo del pluralismo jurídico en el estado mexicano de Chiapas durante el siglo XX.

Además de sumarme a la recomendación de la lectura de la anterior novela, en este comentario quiero proponer la lectura de otro texto, como ejemplo de pluralismo normativo. Se trata del cuento El globo fantasma, del escritor brasileño Rubem Fonseca. En general, la lectura de la obra de este autor puede ser interesante para los abogados, porque de acuerdo con su biografía, él mismo fue durante un tiempo abogado involucrado en temas penales, una experiencia que se ve reflejada en sus textos.

Entrando al tema, el narrador del cuento es un agente de policía que se dedica a perseguir a los globeros. Los globeros son, simplemente, gente que se ocupa de fabricar globos de cantolla para soltarlos durante las fiestas patronales. Estas personas son criminales en el cuento, porque la fabricación de globos es ilegal; al caer causan incendios, dañan zonas ecológicas protegidas y propiedad privada. El narrador, al hablar sobre sus compañeras de trabajo, dice que ellas “creían que el problema tenía una solución simple: cárcel para los globeros” (Fonseca, Rubem, Los mejores relatos, Alfaguara, México, 1998, p. 355).

Ese es el planteamiento que permite el desarrollo de la historia: el conflicto entre dos visiones opuestas sobre un mismo hecho aparentemente trivial, como la elaboración de globos de cantolla. Esto lo relaciono con el pluralismo porque en mi análisis, la definición sobre la legalidad o ilegalidad de ese acto deviene de la oposición entre dos sistemas normativos: las normas consuetudinarias del grupo de globeros, para quienes elevar un globo es un acto de celebración en el marco de una festividad, frente a las normas estatales, que definen ese acto como un delito.

Como buen texto de ficción, el relato no concluye ni dice quien tiene la razón, solo muestra al lector la situación, lo que le permite “colocarse por un momento sobre el escenario de la confrontación, recordándole que todo eso que para él es legal, justo o correcto; posiblemente será ilegal, injusto o incorrecto para la otra mitad del mundo” (Fonseca Luján, Roberto, “Dossier Derecho y Literatura”, Revista La Otra, 2016).

Invito a los lectores de este comentario a revisar el cuento propuesto, así como el resto de la obra del autor y formular sus propias conclusiones. En mi perspectiva, el acercarse a estas obras de ficción es útil para el jurista, porque le ayuda a ampliar su perspectiva sobre los hechos y los conflictos jurídicos que le toca estudiar y resolver.


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