Feminismo y juventud. La importancia de su adhesión en los espacios de incidencia social

Publicado el 21 de marzo de 2018

Verónica Valeria De Dios Mendoza
Analista relatora para temas de desaparición forzada e involuntaria de personas, y
de perspectiva de género de la Fiscalía General del Estado de Jalisco,
valeriadediosm@gmail.com,
https://valeriadedios.com/

Resulta imprescindible comenzar diciendo que la incorporación de la juventud y la feminización en los espacios de incidencia social no pasan exclusivamente por la aparición de más mujeres jóvenes en esta esfera. Pasa por democratizar la forma en que se concibe el feminismo y por poner las necesidades de las mujeres jóvenes en la mesa. Necesidades no sólo relacionadas con el bienestar del total del sexo femenino, sino con el desarrollo social, jurídico y económico de un país; una cuestión, hasta ahora, poco valorada e invisibilizada, era atribuida erróneamente por las organizaciones, instituciones y movimientos sociales como ámbito de trabajo exclusivo de las mujeres adultas.

La paridad de género se refiere a la búsqueda y consolidación de una participación igualitaria para ambos sexos. Es verdad que dicho concepto se centra como un elemento importante para lograr espacios más inclusivos y justos; sin embargo, resulta ser sólo una parte del todo. La paridad debe comprenderse y establecerse desde un punto de vista más complejo y nutrido, donde la propia incorporación de mujeres en los espacios públicos tienda a incluir la colaboración activa de las jóvenes. Es decir, no solo debe adherir a personas del sexo femenino para cubrir un balance de género, sino a mujeres jóvenes dentro de los procesos de participación y empoderamiento social.

La entrada de mujeres en la esfera pública es indispensable en un mundo dominado por hombres, pero insuficiente por sí sola. Cuando ésta no va acompañada, funciona como uno de los tónicos más utilizados para simular un avance en materia de derechos humanos de las mujeres. Se cree que la incorporación de mujeres en cargos de representación dentro de los espacios de incidencia social brinda la total emancipación, que ya no hay nada más por lograr, evidenciar, trabajar; sé constriñe a una simulación de género que viene a devolvernos la paz superficial. Desde esta óptica, ¿cómo debe pensarse el progreso del sexo femenino dentro de tales espacios para escapar de un visión fragmentada?, debe existir una agenda feminista donde a pesar de que el objetivo principal del espacio no sea la procuración, difusión y reconocimiento de los derechos humanos de las mujeres, sus objetivos puedan llevarse a cabo en base a los principios de igualdad y equidad de género. Esto supone transformar modos de hacer incidencia (sus estilos, contenidos, agentes) sin que se limite sólo a la presencia de mujeres en los espacios, sino también con la llegada de cuestiones y temas nuevos.

Feminismo y juventud llevan aparejadas consecuencias fundamentales para lograr espacios de incidencia social efectivos, no desde un punto de vista genérico, sino que incluyan y analicen las problemáticas de las mujeres en su particularidad. Las mujeres jóvenes tienen tasas más altas de violencia de género, según la Organización Mundial de la Salud, las mujeres con edades comprendidas entre quince y diecinueve años de edad mantienen un riesgo más alto de ser objeto de violencia física, sexual, o ambas.1Incluir las voces de mujeres en la toma de decisiones contribuye a elaborar proyectos desde la perspectiva de las propias jóvenes donde se tomen en cuenta las necesidades desde un plano directo. Los conceptos se coadyuvan y complementan para decir que todas debemos ser libres y que merecemos condiciones justas e igualitarias, aún en nuestras diferencias.

Por otra parte, este patrón puede reflejar el hecho de que los hombres más jóvenes suelen ser más violentos que los mayores y de que la violencia suele empezar temprano en muchas relaciones. Es fundamental que cuando defendamos la feminización de los espacios renunciemos a aceptar con ello que la responsabilidad les corresponde propiamente a las mujeres, por lo que involucrar a los varones jóvenes en la inclusión de una perspectiva de género puede fomentar estilos de vida que permitan el desarrollo saludable de las y los jóvenes, y la satisfacción de sus necesidades. Con frecuencia se comete el error de abordar los problemas de las mujeres de manera uniforme, se ignoran las diferencias y con ello, las soluciones adecuadas que den pie a la creación de espacios que en lugar de constreñir u homogeneizar, habiliten las diferencias. Muchas veces se dice que “las mujeres jóvenes son tomadas en cuenta”, no obstante se les incluyen a partir de diagnósticos ajenos a su realidad, sin tener en cuenta que el mundo de las mujeres es diverso y que la violencia de género se manifiesta de diversas maneras.

Es imprescindible tener en cuenta que la feminización de los espacios de incidencia social no resultan ser un tema de actual necesidad, su urgencia se constriñe a todos los tiempos, pues no es precisamente un asunto que beneficie al sexo femenino, sino que viene a contribuir al progreso de un país. Cuando una mujer joven se siente parte de la sociedad, se involucra y desea participar. Esto genera proyectos en los que lo más importante es la participación para lograr objetivos comunes. Cuando las mujeres avanzan la sociedad da un paso a su desarrollo.

Aunque con números obstáculos y en menor medida, las mujeres siempre han estado participando activamente en los asuntos de la sociedad; sin embargo, la incorporación del feminismo ha permitido impulsarlas, visibilizarlas en el presente y mediante la historia. Trabajar a través de estos dos pilares implica cambiar las reglas del juego, es el momento de que las mujeres abandonemos la apatía y nos decidamos a tomar la palabra para construir lugares más feministas, dignos y democráticos. Sólo así podremos no sólo cambiar nuestros espacios y al mundo. Ser mujer joven y feminista es indiscutiblemente una apuesta política, la piedra angular del verdadero pro-greso y armonía social.


NOTAS:
1 Organización Mundial de la Salud, “Género y salud de la mujer”, consultado el 28 de julio de 2017. Disponible en:http://www.who.int/gender/violence/who_multicountry_study/summary_report/chapter2/es/index3.html


Formación electrónica: Yuri López Bustillos, BJV
Incorporación a la plataforma OJS, Revistas del IIJ: Ilayali G. Labrada Gutiérrez