¿Voto electrónico por fin…?1

Publicado el 23 de octubre de 2018


Julio Téllez Valdés

Investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas, UNAM,
email ajtellez@unam.mx

Confieso que nunca me habían invitado a escribir una columna periodística por lo que agradezco a El Universal esta oportunidad. Luego de leer un sinnúmero de columnas en periódicos a lo largo de tanto tiempo, me llamaba poderosamente la atención que muchos de los autores apelan (a veces en demasía creo yo) a sus conocimientos y/o experiencias (a veces inexistentes, nulos o tergiversados) sobre el tema motivo de la colaboración, pero supongo que es un especie de soporte moral (y ya no solo personal, académico o profesional) para sustentar sus aseveraciones, por lo que es mi turno unirme a esa práctica diríamos necesaria para que el amable lector pueda disponer (o no) de mayores elementos de credibilidad y juicio sobre lo que se escribe, por lo que pido disculpas de antemano si las próximas palabras pudieran interpretarse como ufanas.

Dicho lo anterior, tengo 40 años trabajando los temas de Derecho y Tecnologías y uno de los temas en el que he sido especial enfático a lo largo de los años es el del necesario uso del Voto Electrónico en nuestro país. La pregunta en cuestión es la siguiente: ¿podemos considerar los pronunciamientos de la sesión extraordinaria del Consejo General del INE del pasado jueves 5 de julio POR FIN como un paso definitivo hacia el uso del voto electrónico en las elecciones federales de nuestro país? . La respuesta no es sencilla, ya que si bien se tienen experiencias en el pasado muy significativas al respecto en comicios locales en entidades como Coahuila, Jalisco y el Distrito Federal hoy Ciudad de México, entre otras, a raíz de la reforma constitucional de 2014 en materia electoral y en la que el IFE deja de ser un órgano federal para convertirse en nacional y surgen los llamados Organismos Públicos Locales conocidos como OPL u OPLES, el hoy INE acotó el avance del uso del voto electrónico en éstas u otras entidades y “desaprovechó” la oportunidad de hacerlo a nivel federal en las elecciones de éste pasado 1º de julio.

¿A que se tuvo miedo?, a la modernidad a pesar de que para este año se prevé seamos 80 millones de internautas en éste país (cifra no muy distante del Listado Nominal de Electores), ¿a la desconfianza quizás?, ¿de quiénes?, ¿de los partidos?, ¿de los electores?, ¿del órgano electoral federal?. La organización de estas pasadas elecciones federales (y no hablo de los resultados) dejaron satisfechos a partidos, electores y desde luego al INE, y entonces ¿para que cambiar las cosas?. Pues porque estamos obligados a hacer aún mejor las cosas (¿y quien no quiere ser mejor?) y perder el temor a hackeos, fraudes electorales o desconfianza a nuevos métodos o esquemas de votación. ¿Acaso no lo merecen los funcionarios electorales, miembros de mesas directiva de casillas, representantes de partidos y nosotros los electores?. ¿Para que seguir con jornadas extenuantes e innecesarias de escrutinio, cómputo y en su caso recuento de votos?. Actividades atentatorias a los derechos fundamentales bajo la muchas veces lapidaria premisa de que “en materia electoral todos los días y horas son hábiles” y que han costado incluso pérdida de vidas humanas (y no me refiero a los asesinatos políticos) o problemas de salud severos, de quiénes realizan esas labores; esto es un costo muy alto para la Democracia y que puede y debe evitarse.

Como hace 20 años, seguiré impulsando como hasta ahora, la implementación del voto electrónico en éste país, a través de entrevistas, artículos, libros, cursos, conferencias, ponencias, observador de elecciones a nivel nacional e internacional donde se usa la urna electrónica, entre otras, con tal de que se convenzan POR FIN quiénes toman las decisiones al respecto, de la conveniencia y necesidad del voto electrónico en México. Pongo a disposición de quien lo desee y de manera desinteresada, los conocimientos, experiencia, vivencia y evidencia de todos estos años en la materia. Espero no llegue el día en que acabe fastidiado de estar oyendo elección tras elección las buenas intenciones del órgano electoral federal de finalmente decidirse a introducir el uso del voto electrónico, y si aún sigue habiendo temores, aprovechemos entonces la coyuntura de las elecciones federales llamadas “intermedias” del 2021 , para convencerse con ¨menos riesgos¨ de lo aquí expresado, pero no como un experimento con visos de ser sólo un intento, sino de hacerlo con la convicción de que es un paso obligado e irreversible en nuestra Democracia en donde entre otras cosas, estimulemos aún más la participación ciudadana, abatiendo por ende los elevados índices de abstencionismo y teniendo los resultados electorales de inmediato sin necesidad del PREP o conteos rápidos, dando aún más certeza, celeridad y seguridad a todos quiénes nos interesa tener un México mejor. No sé las autoridades electorales y los partidos, pero al menos los ciudadanos ya estamos listos y ávidos de darle un VOTO DE CONFIANZA a la modernidad.


NOTAS:
1 Se reproduce con autorización del autor, publicado en El Universal, el 10 de julio de 2018.

Formación electrónica: Yuri López Bustillos, BJV
Incorporación a la plataforma OJS, Revistas del IIJ: Ilayali G. Labrada Gutiérrez