La ausencia de norma que establezca la vinculación de la policía municipal de Soledad de Graciano Sánchez con la sociedad, como política pública de prevención del delito para disminuir la percepción de inseguridad

Publicado el 5 de abril de 2019

Leobardo Aguilar Orihuela
Alumno de la maestría en Política Criminal, Posgrado de Derecho,
Universidad Autónoma de San Luis Potosí,
emailiu.semper.leo@gmail.com

Las estrategias que desarrollan las dependencias en materia de seguridad en los tres niveles de gobierno están sustentadas en el marco legal general de actuación policial, que comprenden esencialmente la prevención, la reacción e investigación.

Al respecto, se debe dar también preponderancia en nivel de importancia o fortalecer al mismo nivel y de prioridad las acciones preventivas de proximidad con la sociedad, con los colonos, con vecinos de la manzana, con los jóvenes de la cuadra, con los grupos heterogéneos, comerciantes, deportistas, asociaciones de transporte, etcétera, todos ellos con los que se establezcan vínculos y interactúen unos con otros en acciones conjuntas.

Por ello, es fundamental que se desarrollen programas bajo el esquema de la proximidad social que permitan la interacción con la sociedad bajo el binomio “policía-ciudadano”, con la finalidad de disminuir la incidencia delictiva, mediante la cohesión social y/o participación de la ciudadanía, mejorar la percepción ciudadana de la actuación policial y disminuir la percepción de inseguridad de la ciudadanía.

Ahora bien, en los tres niveles de gobierno se deben diseñar políticas públicas de prevención y de vinculación con la ciudadanía, es por ello necesario medir la evaluación de políticas públicas; ésta se define como el conjunto de actividades que se realizan mediante un método de análisis sistemático que utiliza información cualitativa y cuantitativa para valorar el desempeño de un proyecto, programa o política pública, que permite identificar, bajo una metodología específica, el grado de pertinencia, adecuada operación y/o cumplimiento de una política pública, respecto a su diseño, implementación, procesos o resultados. Su importancia radica en que, a través de ella, se generan recomendaciones que incrementan la eficacia y la eficiencia de las acciones de un gobierno.

Es por ello que se debe reconocer que es necesario que las acciones de seguridad no sólo sean acciones contempladas en los planes de desarrollo municipales o estatales y/o estrategias gubernamentales, sino también que debe establecerse de manera definida en la norma, con parámetros muy específicos que no permitan el desvió, sino, por el contrario, la obligación en la legislación que obligue a las autoridades municipales, estatales y federales a instrumentar las acciones y coordinación de prevención situacional del delito; verbigracia, actualmente los presidentes municipales a su libre albedrío definen los planes en materia de seguridad y de prevención del delito, es decir, cómo, cuándo, dónde, quién, de manera que se presentan una serie de factores externos o políticos a la figura a la institución del presidente municipal que resultan en retroceso de las instituciones en materia de seguridad pública municipal.

Si el objetivo en materia de seguridad es mantener la paz, el orden, la protección de la integridad física y patrimonial de los ciudadanos, “han fallado”; siendo precisos, en la demarcación de los dos principales municipios de la zona centro del estado de San Luis Potosí (Soledad de Graciano Sánchez y San Luis Potosí capital), de acuerdo con la información del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, 7 de cada 10 habitantes se sienten inseguros, es por ello que deben aplicarse políticas públicas de prevención situacional del delito con vinculación, para contrarrestar la inseguridad.

Varias de las causas se traducen en el abandono de las acciones de seguridad emprendidas en la capital de San Luis Potosí durante la gestión del año de 2018, si bien es cierto todo es perfectible, se advierte que se realizaron acciones que se tradujeron en la implementación de un plan general de acciones denominado “Plan Cuadrante de la Policía Preventiva”, este esfuerzo en la gestión municipal de la capital estableció un modelo de intervención urbana con metodología a través la Unidad de Proximidad Social, que vinculaba a las demás secciones o áreas de dicha corporación enfocadas en acciones de prevención situacional del delito.

Se crearon acciones desarrolladas en una modalidad de trabajo policial que permitió realizar una gestión operativa informada y focalizada, que facilitó y aseguró el conocimiento integral de su sector a cada policía (el policía debe ser asignado permanentemente al mismo cuadrante, con ello se optimiza el binomio policía-ciudadano), posibilitando con ello la identificación de factores de riesgo que puedan facilitar la producción de ilícitos.

La política publica en materia de seguridad se impulsó a desarrollar servicios policiales orientados e informados, con énfasis en la proximidad social y en la prevención de delitos en el espacio territorial de un cuadrante, es delimitado, incorporando técnicas modernas de gestión operativa, manteniendo con la comunidad una permanente integración que posibilite un trabajo coordinado, sistematizado y orientado a la resolución de problemas relacionados con la seguridad de las personas y sus bienes.

Ello demandó utilizar la tecnología, metodologías, modelos e instrumentos disponibles para hacer más eficiente la función policial, con el propósito de contribuir a disminuir el delito, preservar el orden, y con ello garantizar un estado de bienestar. Con lo cual se buscaba cumplir específicamente tres objetivos específicos generales a indicar, se buscó lograr a través de la Unidad de Inteligencia y Análisis, que realizó un trabajo bajo los recursos y procesos siguientes: configuración del territorio mediante una adecuada geo-referenciación de los cuadrantes; optimizar las competencias del personal, mediante la profesionalización; la estrategia operacional por la vía de la formación, especialización en algunas casos específicos, como la policía turística; perfeccionamiento y/o reentrenamiento de toda la policía, oficiales mujeres y hombres, en violencia de género; efectuar la focalización de la actividad delincuencial; dinamizar la gestión operativa sobre la base del conocimiento de aspectos externos que conforman la actividad criminal; oportunismo temporal y espacial; movilidad; desplazamiento; modus operandi; brindar a la ciudadanía una cobertura policial de acuerdo a sus requerimientos de seguridad, efectuando un despliegue diferenciado de los medios de vigilancia.

Pero, sobre todo, aumentar el trabajo integrado con la comunidad, como interactuar con la ciudadanía con el objeto de desarrollar un trabajo conjunto y generar información útil, sensible y significativa para decidir e implementar medidas de prevención del delito y sobre la cultura vial. Ello trae como consecuencia, como cita Xóchitl Guadalupe Rangel Romero, la prevención primaria son acciones dirigidas a la sociedad, siendo éste un ente vulnerable a dirigir, de tal forma que se incrementó la productividad del recurso humano, haciéndolo sentirse responsable el oficial de lo que ocurre en su área de responsabilidad. Potenciar el sentido de pertenencia del policía preventivo con su cuadrante: tener la sensibilización y generando confianza, logrando que los ciudadanos sientan al policía más cercano, preocupado de lo que les ocurre, comprometido con sus inquietudes, siendo mediático y solucionando problemas y conflictos menores, con el propósito de disminuir la sensación de inseguridad que manifiesta la ciudadanía.

De todo lo anterior no hay seguimiento, no hay continuidad, fueron abandonadas las acciones emprendidas, y también se abandonó la vinculación con el ciudadano. La información que existe sobre el tema de vinculación de las policías con la ciudadanía se da en el contexto de programas aislados, que son abandonados por la falta de norma especifica, para que no se abandonen y se establezcan en los planes municipales, la vinculación, como un eje rector de prevención del delito, con base en el entorno situacional de la criminalidad y la sociedad, para revertir la percepción inseguridad y con ello potencializar el desarrollo de los ciudadanos en el municipio de Soledad de Graciano Sánchez.

Por ello afirmo que es indispensable que sea retomada de manera eficaz la vinculación del policía con la ciudadanía, para lo cual es necesario que esté establecido por norma obligatoria hacia el presidente municipal, para que su plan municipal de desarrollo se cumpla, sean ineludibles las acciones de proximidad de la policía con vínculo con la ciudadanía, lo que permitirá y obligará a aumentar la cobertura de vigilancia preventiva general que permita actuar tanto oportuna como proactivamente.

También esta acción permite la focalización de recursos humanos (policiales) al cuadrante sobre la base de la realidad policial y disminuir el tiempo de respuesta, puesto que al tener como responsabilidad áreas más pequeñas de vigilancia y conociendo la tasa de denuncia, se detectan los factores de riesgo, aunado a las marchas exploratorias (falta alumbrado, obra pública inconclusa, vehículos abandonados, terrenos baldíos e inmuebles vacíos).

No cabe duda de que la percepción de inseguridad es un fenómeno que lacera a la sociedad; el sentirse seguro es un derecho que el Estado debe proporcionar y éste tiene la obligación de proporcionar seguridad a las personas, la inseguridad es intangible, de no contar con políticas de prevención de vinculación con la ciudadanía afectaría el libre desarrollo de las personas en sociedad.

Si se restablece ese vínculo se mejora la percepción de seguridad en la ciudadanía, contribuyendo a la calidad de vida de la sociedad, pues se mejora la confianza con la población, logrando que los ciudadanos sientan al policía preventivo más cercano, preocupado de lo que les ocurre, comprometido con sus inquietudes, accesibles y con sentido de sensibilidad, ser mediáticos con el objeto de solucionar problemas y conflictos menores, genera a la población respecto a la cultura vial, el rescate de espacios públicos, para lo cual se deben utilizar las estructuras como el Consejo intermunicipal de Seguridad Pública, instalación de los consejos delegacionales de seguridad pública, reuniones de coordinación con el Consejo Estatal de Seguridad Pública, en las que se acuerden de manera obligatoria las acciones de proximidad, prevención, de vinculación con la ciudadanía y que despierte del letargo en que se encuentran los ciudadanos, lo cual no significa transmitir la responsabilidad ineludible del gobierno de dar seguridad, pero sí que la sociedad sea más proactiva, a través de las reuniones de seguimiento con colonos e integrantes de los comités ciudadanos de prevención y seguridad para la identificación de puntos vulnerables, que a su vez permitan la trasmisión de información o capacitación a colonos en materia de prevención del delito, de violencia familiar y de género; la educación debe ser continúa, de seguimiento y coordinación con diversos sectores de la sociedad, realizar y/o participar en ferias de prevención, con eventos culturales, deportivos y educativos.


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