Gabriela Peláez Echeverry (1920-2010), la Primera Dama del derecho colombiano

Publicado el 30 de abril de 2019

Hernán Alejandro Olano García
Profesor titular en la Institución Universitaria Colegios de Colombia, UNICOC;
director del Centro de Ética y Humanidades en la Universidad La Gran Colombia;
profesor de cátedra en la Universidad Militar Nueva Granada de Cajicá y en la
Escuela de Cadetes de Policía “General Francisco de Paula Santander”
email hernanolano@gmail.com
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Gabriela Peláez Echeverri, con C.C. 20.057.031, nació en Concordia, Antioquia, el 29 de abril de 1920. Hija de Ricardo Peláez Vallejo y de Gabriela Echeverri. Estuvo casada con el profesor e historiador Guillermo Ángel González, nacido en Jericó (Antioquia) y radicado en Envigado (fue alcalde de ese pueblo), hijo de Carlos Enrique Ángel Vélez e Isabel González Londoño. Don Guillermo fue el fundador en 1946 del periódico “Surcos” de la Biblioteca “Julio César García” de la Universidad de Antioquia y fundador del Club Literario del Liceo Antioqueño, del Centro de Historia de Jericó y del Centro de Historia de Envigado.

A los dieciséis años ingresó a la Universidad Nacional de Colombia, que le concedió el título de abogada, en grado recibido el 29 de noviembre de 1944, con la tesis “La condición social de la mujer en Colombia”, que fue calificada como Laureada por los jurados, quienes destacaron la importancia de sus aportes académicos sobre el valor de la educación femenina en el país. A su grado asistieron Luis Felipe de la Torre, Antonio García, Germán Arciniegas, Jorge Soto del Corral y Gustavo Orjuela Hidalgo.

La tesis fue editada en 1944 por la Editorial Cromos de Bogotá, con 95 páginas y prólogo de Jorge Soto del Corral. En ella señalaba los numerosos prejuicios sociales que obstaculizaban el ingreso de las mujeres a la universidad, y entre ellos destacaba la creencia extendida de que los estudios de la mujer no serían apreciados y no tendría oportunidad de ejercerlos. Además, en el texto, la autora señaló la dura condición que debían enfrentar las mujeres trabajadoras en las empresas fabriles —donde gozaban de alguna estabilidad y se respetaban algunas normas laborales— y principalmente la de quienes se dedicaban al trabajo domiciliario, como costureras y modistas, o como obreras de pequeños talleres, donde las jornadas se prologaban hasta por catorce horas y no existía consideración alguna con las trabajadoras.

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Las mujeres también han tenido un papel importante en la Academia Colombiana de Jurisprudencia; la primera mujer en posesionarse como miembro correspondiente fue Soledad Gómez Garzón, a quien le seguiría Gabriela Peláez Echeverri (primera abogada colombiana); la tercera fue Carmen Gómez Garzón y la cuarta Esmeralda Arboleda Cadavid de Uribe (primera mujer en ocupar un ministerio) y otras a lo largo de los años desde 1955.

Doña Gabriela recibió el diploma y medalla de miembro correspondiente de la Academia Colombiana de Jurisprudencia desde el 12 de mayo de 1955, en sesión celebrada en el Instituto de Cultura Hispánica. Su discurso de posesión se tituló “La adopción”.

La tradición de la sucesión de los sillones de los académicos de número en la Academia Colombiana de Jurisprudencia es una costumbre utilizada en varias corporaciones como, por ejemplo, en la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación de España o en otras homónimas de América; sin embargo, en la Academia Colombiana de Jurisprudencia la costumbre data tan solo del 2 de marzo de 1956 cuando fue propuesta por la doctora Gabriela Peláez Echeverri, quien de nuevo solicitó en 1969 que se tuviera en cuenta su propuesta; por esa razón, la sucesión genealógica de los sillones es inicialmente escasa frente al número de académicos y además, no en todas las posesiones se manifestaba el nombre del académico a suceder.

A finales de 1955 se le ascendió a miembro de número y en 1956 ocupó la Segunda Vicepresidencia. Tomó posesión cuatro años después de su ascenso al sillón que fuera de don Jorge Soto del Corral, el 23 de septiembre de 1959, con un discurso titulado “Retorno a un Orden Institucional”, que fue contestado por el doctor Gonzalo Gaitán, como se recoge en la Revista 177 de esa Corporación.

Fue también miembro correspondiente extranjero de la Academia Chilena de Ciencias Sociales, Políticas y Morales. Tuvo recursos como accionista de Acerías Paz de Río.

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En 1960 recibió una honrosa distinción de la Comisión Interamericana de Mujeres, con sede en Washington, al ser designada presidenta de ese organismo oficial de 1961 a 1963. En 1974 fue elegida por el Congreso como magistrado suplente del Tribunal Disciplinario. Mediante Proposición del 7 de octubre de 1991, publicada en la Revista 294-295, la Academia Colombiana de Jurisprudencia exaltó sus “Bodas de Oro” profesionales. Falleció en 2010.


Formación electrónica: Yuri López Bustillos, BJV
Incorporación a la plataforma OJS, Revistas del IIJ: Ilayali G. Labrada Gutiérrez