Día del trabajo 1

Publicado el 21 de mayo de 2019

José Dávalos Morales
Profesor de Derecho Laboral en la Facultad de Derecho de la UNAM,
email josedavalosmorales@yahoo.com.mx

¿Qué se celebra el Día del Trabajo?

En Estados Unidos en 1886 se dio un movimiento que unió a 400 mil trabajadores en 5 mil huelgas simultáneas. Reclamaban mejores condiciones de trabajo, los obreros tenían jornadas de hasta 16 horas. El conflicto culminó en Chicago con dos trabajadores condenados a cadena perpetua, uno a 15 años de trabajos forzados y 5 a la muerte en la horca.

Significación del trabajo hoy. Como ayer, hoy la persona y el trabajo son dos palabras que deben estar unidas. Si pensamos y hablamos del trabajo sin poner en el centro a la persona, el trabajo se convierte en algo inhumano; si olvidamos a la persona, el trabajo se coloca encima de la persona, la aplasta, la aniquila. Por otra parte, no podemos olvidar dos cosas: La dignidad humana y el bien común.

El trabajo es un elemento fundamental para la dignidad de la persona. Es necesario que toda persona cuente con un trabajo digno y justamente remunerado. Así, el trabajo es uno de los pilares de la dignidad humana. Siempre van al parejo la dignidad y los derechos de los trabajadores.

El trabajo nos vuelve más personas. Con trabajo la persona se desarrolla, los jóvenes se vuelven adultos trabajando. Los hombres y las mujeres nos nutrimos del trabajo, el trabajo es fuente de dignidad. El trabajo nos colma a los hombres y a las mujeres de dignidad. El trabajo nos da la capacidad de mantenernos a nosotros mismos, a nuestra familia y contribuye al crecimiento de la nación.

Ahora, el mundo del trabajo y el mundo de la empresa tienen grandes dificultades. Cuántos hombres y mujeres están desempleados, no sólo los jóvenes, el desempleo también golpea a los adultos. Muchas veces están desempleados por causa de una concepción economicista de la sociedad, que busca el beneficio egoísta, al margen del sentido de la justicia social.

Las autoridades tienen que ver este problema con solidaridad, tienen que dar un renovado empuje a la ocupación de los hombres y mujeres que buscan trabajo sin encontrarlo. En este empuje las autoridades tienen que esforzarse por garantizar el derecho a una pensión digna para los ancianos que no pueden trabajar, rechazando las pensiones de oro, tan injustas como las pensiones pobres.

Este sentido humano de la persona y del trabajo tiene que ser divisa de la vida sindical. Los sindicatos enraizados en los problemas y en las esperanzas de los trabajadores tienen ahora un enorme quehacer. Los sindicatos son la defensa de los trabajadores y la fuerza organizada que el país necesita.

NOTAS:

1 Se reproduce con autorización de el autor, publicado en La Prensa, el 3 de mayo de 2019.

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