La Corte en la encrucijada1

Publicado el 25 de octubre de 2019

Víctor Manuel Collí Ek
Profesor-Investigador del Centro de Investigaciones Jurídicas, Universidad Autónoma de Campeche,
email vimcolli@uacam.mx
bloggerwww.victorcolliek.com

La renuncia del ahora exministro Medina Mora abre una posibilidad con doble filo para la democracia mexicana. Por un lado, puede ser para consolidar su dimensión respetuosa de los derechos de las personas y el marco constitucional, pero por otro, puede apoyar a su degeneración hacia una versión iliberal.

La veracidad de circunstancias como: la posibilidad de una persecución política no solo personal sino institucional -aunque descartada por el mismo Presidente de la República-; la falta de cumplimiento por parte del ministro y su aceptación por el Senado y el Presidente- del marco de la Carta Magna al exigir explicar las causas graves de separación; el nombramiento de un nuevo ministro “a modo” buscando influir las decisiones de la Corte, son factores que apoyan el detrimento de las instituciones mexicanas, ese no es el camino.

En la actualidad los tribunales como nuestra Suprema Corte son actores fundamentales en el desarrollo de la actividad democrática sana en mínimo una doble gradación. Democratizan al ser elemento de contrapeso institucional al hacer irradiar el marco constitucional a los otros poderes en sus decisiones, pero además van más al centro de la vida político-social, resultan factores esenciales para la consolidación de vías que permiten a las personas menos aventajadas en una sociedad, aquellos que no fácilmente tienen posibilidad de que sus voces sean escuchadas, y con ello las políticas públicas, las leyes, la impartición de justicia sean más fieles a la sociedad. Con su actuar las Cortes democratizan, legitiman las decisiones tomadas, empoderan.

En tal sentido, desde su relación con los otros poderes el momento que se vive en la Corte es crítico, debe respetar las reglas del juego prestablecidas desde nuestra Carta Fundamental. Por ello ha causado tanto revuelo por ejemplo que no se determine la “causa grave” de la dimisión del ministro, debe hacerse, así lo indica la Constitución y lo hace por una razón básica, el transparentar en pro de la defensa democrática.

En el mismo sentido de relación institucional, la oportunidad que se abre para llenar una vacante, debe igualmente cumplir con las reglas determinadas, tanto en la forma como en el fondo, este es otro momento clave que marcará el derrotero de la Corte en los próximos años, es un momento político esencial, donde deberemos ver la madurez de quienes están encargados de intervenir por parte del Ejecutivo, como del Legislativo.

Pero igualmente desde su interior, está llamada actuar, su naturaleza más reflexiva, al estar lejos del devenir histórico cotidiano, lejana de las exigencias electorales del momento, debe desempeñarse desde los valores constitucionales superiores, por ello las decisiones que tome deben estar debidamente fundamentadas, en pleno respeto a los derechos humanos, e igualmente, algo que quizá se ha olvidado un poco o no se ha discutido con la debida sensibilidad, esas decisiones igualmente deben ser accesibles, comprensibles para permitir su escrutinio público, porque al final, en su función democrática las decisiones judiciales van más allá de las partes que intervienen en cada asunto, ya que moldean, caso a caso, nuestro sistema constitucional.

En ese sentido, este momento es clave, dependerá de cómo se desempeñen todas las instituciones que deben intervenir en el momento presente, para poder convertir el instante como una oportunidad aprovechada o desperdiciada para andar el camino correcto, pasar del mandato democrático a la legitimidad.


NOTAS:
1 Se reproduce con autorización del autor, publicado en tribunacampeche.com, el 14 de octubre de 2019.


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