COVID-19: lecciones y ¿después de la pandemia qué?

Publicado el 30 de abril de 2020

José Israel Herrera
Profesor-investigador de la Universidad Autónoma de Campeche;
miembro del Sistema Nacional de Investigadores, nivel 1
email jiherrer@uacam.mx

Si lo anterior no desempata a los pacientes, entonces la
decisión sobre quién recibirá acceso a los recursos
escasos deberá de tomarse al azar (por ejemplo,
lanzando una moneda)

El virus COVID-19, que se ha hecho presente en nuestras vidas, nos ha desnudado un grupo de realidades que nos permitirán a futuro trabajar sobre ellas.

Me permito enfocarme a tres de éstas: trabajo, salud y ciencia.

I. Trabajo

Uno de los sectores más afectados será el de los empleados y el de las micro y medianas empresas. Un gran baño de realidad vino cuando en México, después de años de liberalismo económico, se alcanzaron tasas de 55% de comercio informal. Es decir, que empresas, organizaciones económicas o familiares vivan de comercios que no poseen una protección del Estado. El Fondo Monetario Internacional, en su último reporte de 2020, indica que aproximadamente 3 millones de personas del sector formal e informal en México verán perdidos sus empleos o se quedaron desempleados debido al confinamiento derivado de la emergencia del coronavirus, lo que representará, en términos reales, la mayor cantidad de personas desempleadas en la historia de México.

II. Salud

El COVID-19 nos ha mostrado que poseemos un país pobre y que cuenta con un servicio de salud insuficiente y rebasado. Para atender una pandemia se ha tenido que recurrir a medidas extraordinarias, entre las que se encuentra tomar medidas de guerra, como habilitar espacios públicos como hospitales, hospitales improvisados, confiscación de materiales curativos o reconvertir empresas para la fabricación de insumos médicos. Asimismo, contrataciones exprés y la utilización de materiales de reciclaje para atender a las personas, entre éstos, camillas hechizas con tubos de PVC y bolsas de basura.

Una gran fuerza laboral es requerida aún en el sector médico. Años, por no decir décadas, de despilfarro ocasionaron que se dedicaran dineros, ahora perdidos, a obras hospitalarias inacabadas por mala planeación, conflictos sindicales o por falta de recursos, entre muchos otros factores.

III. Ciencia

México es un país caracterizado por cada año no invertir lo establecido en la Ley de Ciencia y Tecnología, que mandata un gasto anual de 1% del Producto Interno Bruto (PIB).

La inversión que México destina a ciencia, tecnología e innovación es de menos del 0.5% del PIB. Cabe recordar que países como Israel destinan el 4.21% de su PIB, o el resto de los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), que en promedio invierten el 2.40%.

La pandemia se ha enfrentado con ciencias biológicas principalmente, como epidemiólogos, internistas, anestesiólogos, etcétera, dejando a un lado a las ciencias sociales, que mucho tienen que decir en este rubro.

La pandemia ha mostrado la utilidad y necesidad de la ciencia. Las personas no cuestionan el entrenamiento de los doctores ante una necesidad, sabemos que son el resultado del crisol del rigor científico. Sin embargo, tenemos decenas de doctores que en este momento atienden en países de primer mundo porque no pudimos retenerlos en el país. Eso no quita valor a nuestro material y capacidad humano en la actualidad.

Esto se nota en la Guía bioética de asignación de recursos de medicina crítica, la cual plantea una serie de cuestionamientos que involucran ciencia, economía, ética, derecho, entre otras varias disciplinas. ¿Quién vive y quién muere si la capacidad existente de cuidados críticos está sobrepasada o a punto de serlo y no se pueden enviar o referir pacientes a otras unidades de terapia intensiva? Cada país ha tenido que responder esta pregunta a su manera. México aún está preparando la respuesta a esta pregunta. ¿Quién decide por usted? ¿Es válido proponer un “volado”?

¿En qué se fundamenta legalmente esta medida? ¿Se puede imponer un estado de sitio en México? ¿Dónde quedan los derechos humanos? ¿El derecho de libre tránsito, comercio y asociación? ¿Dónde queda el federalismo?

Las ciencias sociales tienen mucho que decir en materia de demografía, psicología, derecho, sociología y ética, entre otras más.

IV. ¿Y después de la pandemia?

Estas son algunas de las lecciones, dudas y reflexiones que nos deja una pandemia en el país. No existe sector académico, científico o personal que no haya sido tocado o influenciado. Y nos definiremos por la capacidad de atención y solución a estas preguntas.

¿Se invertirá más en ciencia y tecnología en el futuro? ¿Se implementarán medidas contracíclicas laborales? ¿Se escuchará más a las ciencias sociales ante estos fenómenos? ¿Mejoraremos nuestro sistema legal para atender emergencias sanitarias?

En unos meses más iniciaremos estos debates. No los olvidemos.


Formación electrónica: Yuri López Bustillos, BJV
Incorporación a la plataforma OJS, Revistas del IIJ: Ignacio Trujillo Guerrero