La libertad en Estados Unidos es sólo una estatua: el sistema ideológico-jurídico penal dominante

Publicado el 15 de junio de 2020

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Eduardo Daniel Vázquez Pérez
Sociólogo, egresado de la FES Acatlán, UNAM
Investigador invitado por la Universidad Complutense de Madrid, España
email vazquezdaniel252@gmail.com

“Hasta que el color de nuestra piel deje de ser
una condena o un privilegio, seremos libres”.
#BlackLivesMatter #GeorgeFloyd

Durante los primeros seis meses de 2020, los Estados Unidos se han posicionado en alerta roja a nivel internacional no sólo por el millón 759 mil 725 casos confirmados y las 103 mil 389 muertes ocasionadas por la COVID-19, de acuerdo a estudios realizados por la Universidad Johns Hopkins, sino también por un tema en específico ocurrido el pasado 25 de mayo de 2020 en Minneapolis, Minnesota: el homicidio de George Floyd (un afroestadounidense de 46 años que había perdido su empleo de portero en un bar latino tras el azote económico que experimentan los Estados Unidos por la pandemia de la COVID-19) por parte de Derek Chauvin (uno de los cuatro agentes de la policía de dicha ciudad que, con su rodilla en el cuello del afroamericano, provocó la muerte del ciudadano), con quien compartió el oficio de vigilante nocturno hacía un año en el mismo local.

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Fuente: digitalSevilla. Disponible en: https://digitalsevilla.com/2020/05/28/muerte-minneapolis/

Esta situación desató una serie de protestas en el país:

● El 27 de mayo, un día después del asesinato de George Floyd, muere un hombre baleado durante las violentas protestas en Minneapolis.
● El 28 de mayo, tras difundirse un vídeo del arresto de George Floyd, en el que se demuestra que el ciudadano no opuso resistencia alguna, cuatro policías fueron despedidos por ejercer el abuso de poder y violencia racial. Posterior a ello, el oficial Derek Chauvin fue arrestado por la Oficina de Detención Criminal, acusado de asesinato de tercer grado.
● El 29 de mayo, el forense del condado de Hennepin informó que no existieron muestras de asfixia y ahorcamiento, sino condiciones médicas que posiblemente padecía Floyd. El mismo día, las protestas inundaron la ciudad de Nueva York.
● El 30 de mayo, durante las protestas por la muerte de George Floyd, ocurrió un tiroteo en Detroit que cobró la vida de una joven de 19 años. La policía de Detroit anunció que ninguno de sus elementos estuvo involucrado en el tiroteo.
● El 31 de mayo, derivado de las protestas en Estados Unidos, los policías de la Florida realizaron un gesto de solidaridad por el reclamo de justicia hacia Floyd; se arrodillaron como señal de respeto y unión frente a los manifestantes. Ese mismo día, la Casa Blanca apagó sus luces ante las protestas y, aunque ya se había declarado el toque de queda en algunas ciudades de los Estados Unidos, fue difícil contrarrestar la manifestación. Ni los policías de la Casa Blanca lograron frenar el movimiento a pesar de atacar con gases lacrimógenos. Mientras tanto, los diarios internacionales anunciaron que el presidente Donald Trump se había dirigido hacia el Servicio Secreto (búnker), el cual fue diseñado para brindar protección al mandatario en turno frente a los ataques terroristas.

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Fuente: Imagen que circula en redes sociales (Facebook).

Lo ya mencionado demuestra que el país hegemónico-dominante del mundo, además de haber colapsado en una severa crisis financiera internacional, está experimentado una crisis social por el latente racismo albergado en el imaginario colectivo de algunos sectores de la sociedad.

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Fuente: Escambray. Disponible en: http://www.escambray.cu/2020/crisis-por-covid-19-hara-que-ee-uu-ceda-hegemonia/

El 28 de mayo de 2020, Michelle Bachelet, la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, aseveró que los agentes de la policía recurren al uso excesivo de la fuerza y deben ser procesados y condenados por los delitos cometidos, al mismo tiempo que invita a analizar el papel que juega en esas muertes la discriminación racial y generalizada, porque en el pasado las carpetas de investigación terminaron justificando los asesinatos “por motivos cuestionables”, o se llegaron a resolver a partir de “medidas administrativas”, y en el caso de Floyd, el Departamento de Policía de la ciudad de Minneapolis atribuye su muerte como un “incidente médico”.

Es importante resaltar que el asesinato de George Floyd no ha sido el único cometido por miembros policiales en los últimos años en la historia de los Estados Unidos, también resaltan nombres como Rodney King (1992), Trayvon Martin (2012), Eric Garner (2014), Michael Brown (2014), Tamir Rice (2014), Walter Scott (2015), Freddy Grey (2015), Alton Sterling/Philando Castile (2016), Terence Crutcher (2016) y George Floyd (2020).

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Fuente: Imagen que circula en redes sociales (Facebook).

A lo largo de la historia, los Estados Unidos han estado profundamente divididos. En 1935, la Corporación de Préstamos para Propietarios de Viviendas (HOLC, por sus siglas en inglés) fue uno de los programas del New Deal que tuvo por objetivo reactivar el mercado inmobiliario tras la Gran Depresión de 1929-1933. Este programa se dedicó a financiar hipotecas con créditos respaldados por el gobierno federal, pero éste determinaba qué zonas podrían recibir el apoyo a través de los bancos. Para eso, la HOLC creó cuatro categorías con el fin de aprobar los préstamos para todas aquellas personas interesadas en adquirir una vivienda, las cuales estuvieron clasificadas de la siguiente forma:

● A o verde: las zonas que estaban en crecimiento.
● B o azul: los barrios fortalecidos.
● C o amarillo: zonas donde existían construcciones antiguas o en deterioro.
● D o rojo: zonas con problemas.

En sus clasificaciones la HOLC tomaba en cuenta criterios étnicos y raciales de cada uno de los suburbios o barrios. De tal manera que era suficiente que un negro o negra solicitara un préstamo de vivienda para otorgarle la letra “D”. A esto se le conoció como redlining.

Lo anterior indica que, a partir de las políticas públicas, los Estados Unidos han podido definir su geografía, ya sea por sus fronteras municipales, la situación económica de los sectores sociales o por la composición étnica o racial de sus ciudadanos. Para ello un ejemplo. Aproximadamente el 30% de la población de New Haven está conformada por personas blancas; Woodbridge, un 90%; Bridgeport, 39% y Westport, 93%, lo que indica que la segregación no es solamente un aspecto económico de rentabilidad, también lo es por el color de piel de la ciudadanía.

Dentro de algunas conformaciones de vecindario como las ya referidas, y por supuesto en su población, se ha ido perpetuado la segregación racial al considerar como enemigo o diferente todo aquello que es ajeno a los WAPS, y categorizado a los sectores de la comunidad negra y latina como individuos de riesgo o criminales.

De acuerdo con el párrafo anterior, puede decirse que el mundo de lo concreto está compuesto por múltiples verdades discursivas que se crean gracias al lenguaje. El lenguaje, como creador de realidades, permite moldear el comportamiento de los sujetos sociales por medio de discursos institucionalizados que detenta el ejercicio del poder dominante, cuya finalidad es mantener el control y equilibrio del sistema social. Por ello, el racismo debe considerarse como un constructo-ideológico, producto del mundo de las palabras y la cultura que se impone en el mundo de lo concreto, y da una percepción general de la realidad. Cuando los individuos de diferente raza, nacionalidad o color de piel representan lo opuesto al sistema ideológico dominante, se tipifica como anormal.

Los anormales son indicios de criminales que, al transgredir la norma jurídica establecida, acreditan de una sanción por parte del soberano. No obstante, el castigo no es la reparación del daño, como se ha visto, es una especie de rivalidad entre blancos y negros, entre los que tienen poder y los que no lo tienen, en donde el exceso del castigo penal justifica el desequilibrio social y la eliminación del enemigo, el otro.

En ese orden de ideas, Michel Foucault, en su libro Los anormales, refiere lo siguiente: un criminal es quien rompe un pacto, quien lo rompe de vez en cuando, cuando lo necesita o lo desea, cuando su interés lo impone, cuando en un momento de violencia o ceguera hace prevalecer la razón de su interés, a pesar del cálculo más elemental de la razón. Déspota transitorio, déspota por deslumbramiento, déspota por enceguecimiento, por fantasía, por furor, poco importa. Es decir, los sujetos sociales que se desalinean de la parte del discurso-ideológico-dominante y representan un riesgo al sistema social son los criminales déspotas (contranaturales), a diferencia de aquellos que son criminales por estatuto.

Por otra parte, el miércoles 3 de junio del presente, la fiscalía de Minnesota elevó a segundo grado la acusación hacia Derek Chauvin, el ex agente de la policía de Minneapolis que asesinó a George Floyd, quien presentó cargos de complicidad con otros agentes en la escena del crimen. De acuerdo con los documentos presentados ante la corte, Chauvin pasó de asesinato de tercer grado (voluntario) a segundo grado (doloso), al que se le agrega el homicidio de segundo grado después de que un video mostró que el ex agente de la policía presionó el cuello del ciudadano afroestadounidense por más de ocho minutos.

Keith Ellison, fiscal de Minnesota, tras una serie de protestas en Minneapolis y todo el país, también presentó cargos contra Alexander Kueng, Thomas Lane y Thau Tao por ser cómplices de la detención de George Floyd y ahuyentar a las personas indignadas por el acto cometido. Mientras tanto, las investigaciones continúan, debido que la familia considera que el cargo contra Chauvin amerita asesinato de primer grado. Ante esta situación, el fiscal resaltó que, si bien ya se habían presentado los cargos, se torna complicado llegar a una condena, pues los policías juzgados en los Estados Unidos por asesinatos hacia afroestadounidenses normalmente quedan bajo libertad sin presentar ninguna obligación.

Los cargos presentados de primero y segundo grado, de acuerdo con las leyes en materia de delitos de la ciudad de Minnesota, requieren de pruebas para mostrar la intención de matar. Asimismo, es importante referir que un asesinato de tercer grado no merece de pruebas para efecto de que el acusado decida que la víctima muera. Por tanto, a todos los sujetos sociales que presentan comportamientos de riesgo al sistema social se les puede proceder acciones sin tomar en cuenta la vida humana.

Bajo esa tesitura, la impartición de justicia estadounidense pertenece al mundo de la inclusión. Este mundo se constituye por sus propias autonomías (normas) y genera mundos de exclusión, donde el ejercicio del poder determina las decisiones como máxima. Por eso, los sujetos sociales de riesgo (enemigo), al infringir la norma jurídica establecida por aquellos que detentan el poder, tienen un tratamiento jurídico diferente, porque pertenecen al mundo de la exclusión, en el cual impera la violencia.

En consecuencia, el sistema social es selectivo y su sistema de impartición de justicia es un mundo cerrado a las diferencias del orden establecido; es decir, lo lícito o ilícito se configura por medio del sistema jurídico y se regula por las normas que rigen dentro de él.

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Fuente: BBC NEWS | Mundo. Disponible en: https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-36738267

La disparidad racial es una realidad en los Estados Unidos, porque las condenas penales y las detenciones hacia los afroestadounidenses se dan de manera desmedida, violentando sus derechos humanos. Las oportunidades de los negros, a diferencia de los blancos, en el debido proceso son asimétricas, porque los primeros no tienen acceso a la defensa de calidad en comparación con los segundos. En este proceso, los responsables son los fiscales, porque ellos pueden determinar si los delitos se presentan en los acusados o no, además de que la mayoría de ellos ha fijado condenas más largas a los hombres negros que a los blancos, según estudios realizados por Sonja B. Starr y M. Marit Rehavi, de la Universidad de Yale.

Lo que precede indica que la raza es un elemento para determinar decisiones sobre qué tipo de condena recibir y que, en materia de derechos humanos, los Estados Unidos están en declive, porque la justicia no se resuelve por los instrumentos jurídicos correspondientes, sino que se hace a partir del poder.

En conclusión, las acciones ejecutadas por los servidores públicos estadounidenses reflejan el terrorismo jurídico de los Estados Unidos ante todos aquellos comportamientos que provocan malestar o representan un riesgo al sistema social.

La justificación de las prácticas violatorias de derechos humanos se basa en un esquema de seguridad nacional para dar un tratamiento diferente no sólo al enemigo de afuera, sino también al de adentro.

La Declaración Universal de los Derechos Humanos prevé que los derechos del hombre están protegidos por normas jurídicas; sin embargo, el artículo 29, párrafo segundo, de dicha Declaración menciona lo siguiente: “En el ejercicio de sus derechos y en el disfrute de sus libertades, toda persona estará solamente sujeta a las ‘limitaciones’ establecidas por la ley con el único fin de asegurar el reconocimiento y el respaldo de los derechos y libertades de los demás, y de satisfacer las justas exigencias de la moral, del orden público y del bienestar general en una sociedad democrática”. Ante esta gran definición, está claro que el reconocimiento internacional de los derechos humanos está vigente, pero al mismo tiempo está sujeto a las leyes de los gobiernos internos de los países, toda vez que ellos lo consideren pertinente.

El ejercicio del poder puede restringir los derechos humanos y ejecutar acciones inhumanas contra los enemigos internos a fin de perpetuar, primeramente, su poder y, posterior a ello, el racismo, la discriminación y la desigualdad económica, como normas jurídicas que rigen un mundo cerrado.


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