Fin de cursos

Publicado el 10 de febrero de 2021


Jorge Alberto González Galván

Investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas, UNAM,
email jagg@unam.mx


Me gustaría concluir este curso recordando las palabras que escribió Steve Jobs, fundador de Apple, antes de morir:

He llegado a la cima del éxito en los negocios. A los ojos de los demás, mi vida ha sido el símbolo del éxito. Sin embargo, aparte del trabajo, tengo poca alegría. Finalmente, mi riqueza no es más que un hecho al que estoy acostumbrado. En este momento, acostado en la cama del hospital y recordando toda mi vida, me doy cuenta de que todos los elogios y las riquezas de las que yo estaba tan orgulloso, se han convertido en algo insignificante ante la muerte inminente. En la oscuridad, cuando miro las luces verdes del equipamiento para la respiración artificial y siento el zumbido de sus sonidos mecánicos, puedo sentir el aliento de la proximidad de la muerte que se me avecina. Sólo ahora entiendo, una vez que uno acumula suficiente dinero para el resto de su vida, tenemos que perseguir otros objetivos que no están relacionados con la riqueza. Debe ser algo más importante, por ejemplo, las historias de amor, el arte, los sueños de mi infancia…

No dejar de perseguir la riqueza sólo puede convertir a una persona en un ser retorcido, igual que yo. Dios nos ha formado de una manera para que podamos sentir el amor en cada uno de nosotros, y no ilusiones construidas por la fama ni el dinero que gané en mi vida, y que no puedo llevarlos conmigo. Sólo puedo llevarme los recuerdos que fueron fortalecidos por el amor.

Esta es la verdadera riqueza que te seguirá; te acompañará, te dará la fuerza y la luz para seguir adelante. El amor puede viajar miles de millas y así la vida no tiene límites. Muévete adonde quieras ir. Esfuérzate para llegar hasta las metas que desees alcanzar. Todo está en tu corazón y en tus manos. ¿Cuál es la cama más cara del mundo?

La cama de hospital. Tú, si tienes dinero, puedes contratar a alguien para conducir tu coche, pero no puedes contratar a alguien para que lleve tu enfermedad en lugar de cargarla tú mismo. Las cosas materiales perdidas se pueden recuperar, pero hay una cosa que no puedes recuperar cuando se pierde, la vida.

Confucio dijo que para ser feliz no necesito estar con alguien ni tener algo, sólo necesito estar vivo. Las cosas materiales son secundarias, lo importante es nuestra vida. Los invito a seguirnos cuidando. Teniendo la vida ya tenemos todo para ser felices. Decía Juan Matus, un chamán yaqui, que las personas no estamos hechas para la queja, sino para la acción diaria venciendo nuestros miedos, siempre de buen humor.

Todos estamos de duelo por la pandemia, no sólo por la pérdida de vidas lejanas o cercanas, sino también por la pérdida de nuestra libertad de movimiento. Se dice que durante cualquier tipo de duelo se viven varias etapas: la primera es la negación del hecho o la depresión (la parálisis y la inactividad); la segunda es la resignación (la paz y la tranquilidad), y la tercera y última (que recuerdo) es la aceptación de la realidad (la adaptación y la acción). Quizá algunos vivieron estas etapas de un día para el otro, porque no han dejado de trabajar; otros, quizá, siguen sin aceptar la realidad cada quien ha vivido a su manera y circunstancia esta pandemia. Mi consejo y mi deseo es que si estamos vivos, debemos estar agradecidos con la vida por estarlo, y tener siempre, con pandemia o sin pandemia, una actitud positiva, serena, tranquila, sensata, responsable, honesta, sincera, auténtica, activa, respetuosa, hacia mí mismo y con los demás.

Si hacen lo mejor que puedan los trabajos que les pedí para acreditar este curso, tengan la seguridad de que pasarán sin ningún problema. No olviden enviármelos. Quiero pedirles perdón si, por lo que dije o no dije, por lo que hice o no hice, a alguien molesté. También les pido perdón si por mi incapacidad no pude explicarme en algún tema o punto del curso. He hecho, como ustedes, mi mejor esfuerzo para adaptarme, aprovechar y disfrutar, esta modalidad de los cursos a distancia. Les agradezco su interés, paciencia, comprensión y participación respetuosa, sigan así y los invito a que después de acreditar esta materia de “Investigación jurídica” y la obtención de su grado de especialidad, ingresen a su maestría y luego al doctorado, donde podrán practicar estas herramientas de investigación para realizar, sin problemas, sus tesis.

Les recomiendo que en sus próximos cursos virtuales al conectarse “den la cara”, consideren que es una falta de educación cuando alguien se dirige a nosotros no verle a la cara. Imagínense si los profesores hiciéramos lo mismo: sería una falta de ética profesional. Conéctense con puntualidad; activen su cámara para que sus profesores y compañeros los puedan ver; desactiven sus micrófonos para evitar ruidos ajenos a la clase; participen siempre, no se queden con dudas y háganlo, así como sus opiniones, de manera respetuosa.

Una vez caminaba por uno de los jardines del campus de la Universidad y vi a lo lejos a unos estudiantes que hacían una tarea escolar entrevistando a las personas que pasaban, cuando me acerqué, con cámara y micrófono en mano me preguntaron: “Para ti ¿quién es una persona «chingona»?”. Es la persona, contesté, que es segura de sí misma. Ustedes se estarán preguntando ¿y quién es una persona segura de sí misma? Diría que es la persona que confía en que todo lo que hace tiene la conciencia tranquila por haberlo hecho de la mejor manera posible, con honestidad y responsabilidad.

Gracias por todo, los abrazo con afecto.

Ciudad de México, a 30 de enero de 2021



Formación electrónica: Yuri López Bustillos, BJV
Incorporación a la plataforma OJS, Revistas del IIJ: Ignacio Trujillo Guerrero