La belleza y la discriminación

Publicado el 21 de mayo de 2021

Elia Avendaño Villafuerte
Investigadora del Programa Universitario de Estudios sobre la Diversidad Cultural
y la Interculturalidad, UNAM
emaileavendanov@hotmail.com

¿Quién sabe a cabalidad lo que es la belleza? ¿Se han preguntado si realmente saben qué es la belleza? ¿Tienen una idea más o menos clara de lo que implica ser una persona bella? O ¿se dejan llevar por lo que les han inculcado otras personas, su familia, su comunidad, su entorno, o las redes y los medios de comunicación?

Además, es importante saber si: ¿Te sientes bien con tu imagen? ¿Te gusta como te ves?, ¿te aceptas? O, por ejemplo, ¿quieres tener el cabello de otro color? ¿Rizado? ¿Lacio? ¿Corto? ¿Largo?

Los procesos para conocernos y aceptarnos son constantes, generalmente en la adolescencia es cuando tenemos ganas de experimentar para sentirnos a gusto, para llamar la atención, o para generar alguna reacción; estamos en un proceso de cambio y adaptación constante y a veces las demás personas tratan de dirigir nuestra decisión o de influirla.

Sabemos que nuestra imagen también es una proyección de cómo nos sentimos. ¿Han pensado que a veces la alegría de una sonrisa es mucho más agradable que una cara de rasgos simétricos pero duros?

A veces es difícil que nos sintamos a gusto con nosotras mismas cuando nuestra imagen no se parece a la multitud de fotos que vemos en Instagram, Facebook o TickTock. Si nos comparamos, podemos sentirnos feas, gordas, chaparras o raras.

Pero eso no es así, hay muchas culturas en el mundo y cada una tiene una estética diferente; esas diferencias nos enriquecen como parte del patrimonio inmaterial de la humanidad.

La belleza es un constructo social que refleja imposiciones estéticas temporales, pero también tiene una relación muy directa con la dignidad de las personas.

Generalmente reaccionamos de forma defensiva a lo que consideramos extraño, y a veces no nos damos tiempo de pensar si nos gusta, pero rechazamos lo que es diferente a lo que conocemos, cuando no está dentro de los cánones de la belleza que creemos que son los válidos.

Lastimar la dignidad de una persona porque su imagen no se ajusta a un modelo prefabricado es un acto discriminatorio.

Apreciar la belleza de una persona tiene que ver con conocerla con mayor profundidad, no sólo en su apariencia; es necesario incluir aspectos culturales, sociales, emocionales, etcétera.

Toni Morrison, en el libro El origen de los otros, señala que entre los recursos que tenemos para relacionarnos con benevolencia están el lenguaje, la imagen y la experiencia:

1) El lenguaje puede fomentar el olvido de las distancias que nos separan.
2) La Imagen, que domina cada vez más la esfera de la concepción de las formas, a veces se transforma en conocimiento y a menudo lo contamina: una imagen puede determinar no sólo lo que sabemos y lo que sentimos, sino también lo que consideramos que vale la pena sobre lo que sentimos.
3) Y esos dos dan alimento y forma a la experiencia, como el conjunto de conocimientos adquiridos durante nuestra vida, que nos permiten tomar decisiones.

Entre nuestras decisiones está la elección de alguien “especial”, amiga, pareja o una compañía. Según Platón, “el amor es el anhelo de engendrar en lo perfecto”. Pero volvemos a las preguntas: ¿cuáles son esos parámetros? ¿Esa idea de perfección que tenemos en la cabeza es nuestra o fue implantada por nuestro entorno? ¿En realidad somos libres o solamente seguimos los cánones colocados en nuestro cerebro? ¿Son realmente nuestros gustos, nuestras decisiones? ¿Lo has pensado? ¿Tus amistades o parejas son personas bellas, según tu?, ¿las elegiste o las aceptaste por eso?

Aceptar a las personas como son tiene dificultades, pero implica un profundo respeto por su identidad, por su dignidad y por sus derechos.

¿Este texto les genera más dudas que respuestas? No se preocupen, la investigación es un camino que nos ayuda a reflexionar sobre nuestras percepciones en el tema de la belleza y cómo nuestras actitudes al respecto pueden generar discriminación.


Formación electrónica: Yuri López Bustillos, BJV
Incorporación a la plataforma OJS, Revistas del IIJ: Ignacio Trujillo Guerrero