Capital, plusvalía y trabajo asalariado

Publicado el 7 de junio de 2021

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Eduardo Daniel Vázquez Pérez
Sociólogo, por la FES Acatlán, UNAM,
Investigador visitante por la Universidad Complutense de Madrid, España, y
maestrando en el Posgrado en Derecho de la UNAM
email vazquezdaniel252@gmail.com

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La economía es una disciplina que se ha estudiado desde los primeros inicios del ser humano, en su búsqueda por sobrevivir y satisfacer sus necesidades básicas mediante el intercambio de servicios, bienes y/o actividades. En ese sentido, para entender los conceptos de capital, plusvalía y trabajo asalariado, objeto del presente ensayo, es necesario, primero, develar la idea que se tiene sobre la economía y cómo se ha ido conceptualizando a lo largo de los años según diversos autores.

La palabra economía, formada de los vocablos griegos oikos (casa) y nomos (ley), significa la administración del patrimonio de la casa. Al agregarle la noción de política da a entender que se trata de la administración del patrimonio de la polis, es decir, de la llamada ciudad-Estado de los griegos. En la actualidad, la economía estudia la conducta del ser humano dentro de su campo consustancial, que es la sociedad.

Desde un punto sociológico, la economía estudia sola una visión de la sociedad, que podría decirse es la parte de la riqueza y su escasez en los núcleos sociales. Respecto a esto, uno de los más grandes pensadores y filósofos sobre la teoría de las riquezas y su justa repartición en los grupos sociales, fue Karl Marx.

Para el economista y sociólogo alemán la economía incluía conceptos tales como el trabajo, el proletariado, la burguesía, la lucha de clases, la plusvalía, el materialismo histórico, la explotación y la teoría del valor del trabajo. Marx es una figura importante en la historia del pensamiento económico.

Precisamente Karl Marx es de los pioneros en hacer una distinción entre el capital y la plusvalía, así como la importancia de ambas nociones para su teoría económica, que, aunque criticada al pasar de los años, ha sido de una de las más importantes a la hora de gestionar la toma de decisiones por aquellos que detentan el ejercicio del poder.

El capital puede definirse como el conjunto de recursos cambiantes y ambivalentes cuya utilización aumenta la productividad del trabajo humano. Para Marx, el capital es un valor que tiende a aumentar para generar excedentes, pues el capital es el elemento valorable, en tanto lo crea y le da tal característica.

De igual forma, el capital se puede entender como un conjunto de bienes indirectos que, a través de la utilización y aprovechamiento de éstos, así como de su aplicación o incorporación, acrece la productividad del trabajo humano. A partir de esta noción se puede empezar a hablar de capital humano y no tanto de capital económico.

Según Marx, el capital es una relación social de producción que sistémicamente crea conflictos entre los capitalistas y la clase asalariada (la lucha de clases). Bajo el capitalismo, la propiedad de los medios de producción es responsabilidad de la burguesía y el trabajo lo hace el proletariado.

La formación del capital puede tener una doble interpretación; en primer lugar, consiste en mantener y renovar el capital existente a través de la amortización. En un segundo plano, acrecentarlo con capital nuevo, cuya fuente es la misma que la de la eficiencia y la del progreso.

Señala Marx que los capitalistas compran trabajo como mercancías utilizando el trabajo para producir mercancías. Los trabajadores dedican sus esfuerzos a la producción de bienes y la venta trae el beneficio del capitalista. La diferencia entre los productos que compran los capitalistas y los productos que venden es la plusvalía que contribuye a la acumulación de capital; es decir, la plusvalía.

El capital está formado por materiales de primera calidad, las herramientas de trabajo y materiales favoritos, que se utilizan para crear nuevos materiales de primera calidad, nuevas herramientas de trabajo y nuevas formas de vida. En la formación del capital intervienen diversos agentes, pero principalmente son dos: la iniciativa privada y el gobierno.

Esta misma toma de decisiones genera sistemas económicos abiertos o cerrados, o comúnmente conocidos como los colectivos o socialistas y los tendentes a formar mayor capital. Sobre esto, es precisamente Marx quien denomina así a la relación entre capital constante o fijo y el capital variable o circulante.

El capital fijo o constante está representado por la maquinaria y la edificación, es decir, por la ya mencionada materia prima; mientras que el capital variable se conforma por las sumas o fondos destinados al pago de salarios de aquellos que mueven la materia prima. Dentro del capital variable, señala Marx, está la materia prima, teniendo en cuenta que este tipo de capital sólo se reproduce, mientras que el variable produce una plusvalía al mezclarse con el primero.

Justamente, lo anterior se traduce a la producción o formación del capital, que dependerá directamente del tipo de proveedor del capital. El grado de productividad de un sistema aumentará en la medida en que se acreciente el capital, ya que en la medida en que éste es mayor, el rendimiento neto de los demás factores será igual de mayor.

En la obra Trabajo asalariado y capital, Marx hace mención a la división entre el capitalista y el obrero, esto quiere decir, entre el que se dedica a acrecentar el capital y el que se dedica a aumentar la fuerza de trabajo para que haya condiciones equitativas para todos los miembros de una sociedad. Lo anterior responde a los sistemas económicos centralizados y a los de economía de mercado. En el primero de ellos existe una autoridad central, que es la que decide el ritmo de aumento del capital, mediante la distribución de los factores de la producción entre las industrias productoras de capital y las industrias productoras de bienes de consumo. Por su parte, en una economía de mercado, el procedimiento de formación del capital responde a la libertad que el mercado tiene para autorregularse, en donde los particulares deciden la proporción del ahorro que se destina al capital.

Entonces, el capital no sólo incluye los medios de subsistencia, las herramientas de trabajo y las materias primas, sino también los productos físicos, pues le da un valor de cambio. Todos los productos que lo componen son mercancías, por lo tanto, el capital no es sólo una colección de simples productos físicos, es, pues, una colección de mercancías con valor de cambio y cantidad social.

Una vez alcanzados estos conceptos, el autor previamente citado hace mención a la plusvalía, que es cuando al trabajador se le paga menos de lo que realmente produce. Por lo tanto, la diferencia entre lo que realmente produce y su salario es lo que se conoce como ganancia de capital. Este valor agregado constituye el beneficio adicional del emprendedor.

Este producto excedente o plusvalía, cuando ingresa al mercado, se convierte en una mercancía y se vende, convirtiéndose en dinero que no vuelve al bolsillo del empleado en forma de salario.

Marx buscó distinguir entre trabajo y salario, lo que ayudó a explicar efectivamente el exceso de valor. Este fue un pilar clave de su trabajo sobre la teoría del valor. También supo explicar cómo el capitalismo logra aumentar la intensidad de la explotación maximizando el exceso de valor absoluto (alargando la jornada laboral) o el valor relativo del exceso (reduciendo el número de trabajadores).

La plusvalía puede entenderse como el equivalente monetario (es decir, con dinero) del valor adicional de su fuerza de trabajo producida por el trabajador que la burguesía se apropia o “extrae”, y con el cual el proceso de acumulación capitalista puede tener lugar.

Un factor fundamental que Marx no tuvo en cuenta es estimar no sólo las horas de trabajo socialmente necesarias para que el mercado logre algo, sino también la ganancia, que puede ser particularmente útil para los compradores potenciales.

Las horas de trabajo necesarias para que midan su coste, pero no su valor de cambio. Para que exista este último, es inevitable que las cosas despierten algún interés en el mercado, que, en última instancia, determine su valor último. Además, el interés de mercado puede ser proporcionado por el empresario o, al menos, adquirido por él a su debido tiempo.

La plusvalía es una parte de la producción que no se paga a los trabajadores, sino parte de la ganancia del empleador. Se la diferencia entre el valor del producto total y el salario ganado por los trabajadores.

Marx hizo una distinción entre los diferentes tipos de plusvalía que hay. A saber:

• La plusvalía absoluta es aquella ganancia que se obtiene aumentando las horas de trabajo.
• La plusvalía relativa es aquella ganancia que se obtiene disminuyendo las horas de trabajo necesario y aumentando las horas de trabajo innecesario.
• La plusvalía extraordinaria es aquella ganancia que se obtiene por tener una ventaja tecnológica con respecto a los competidores del mercado.

De igual forma, Marx (1848) hace la siguiente relación entre el capital y el trabajo que hace una persona para tener una retribución denominada como salario:

• La relación entre el trabajo asalariado y el capital, la esclavitud del obrero, la dominación del capitalista.
• La inevitable ruina, bajo el sistema actual, de las clases medias burguesas y del llamado estamento campesino.
• El sojuzgamiento y la explotación comercial de las clases burguesas de las distintas naciones europeas por Inglaterra; el déspota del mercado mundial.

Entonces, es el trabajo uno de los factores originarios de la producción que se define como una de las conclusiones finales del esfuerzo humano. El trabajo es una actividad consciente del ser humano, encaminada a vencer la escasez y a aumentar la cantidad de bienes disponibles para la satisfacción de sus necesidades.

El trabajo es un conjunto de cualidades físicas e intelectuales que son inherentes al ser humano y que se transmiten durante el proceso de producción. Esto es exactamente lo que compran los capitalistas en el mercado. En una economía que no es esclavista, la venta de mano de obra es personal y voluntaria, y sólo por un cierto periodo de tiempo.

Para llegar al salario es necesario realizar una actividad que se traduzca en el costo humano de quien la realiza, ya que es un esfuerzo tanto material como mental. Los propios salarios, a su vez, toman formas muy diferentes, dado su interés general por el material, no tienen en cuenta las diferencias formales. Sin embargo, la representación de todas estas formas debe tener lugar en la teoría especial del salario.

Marx señala que el salario es también el precio de una determinada mercancía, pues con éste se mide la fuerza del trabajo realizado. Es decir, se habla de salario cuando se hace mención a la remuneración del trabajo, que incluso puede haber de dos tipos: el directo y el social. El primero está relacionado con la participación del trabajador en la empresa o compañía en la que labora, subdividiéndose, a su vez, en diferentes tipos de salarios. Por su parte, el salario social o indirecto considera los aspectos humanos y sociales del trabajador.

En su obra El capital, Marx señala que el trabajo es un proceso entre el hombre y la naturaleza, un proceso en que el hombre media, regula y controla su metabolismo con la naturaleza. El hombre se enfrenta a la materia natural misma como un poder natural.

El trabajo consiste en varios elementos simples: en las actividades destinadas a lograr el objetivo (o el trabajo en sí), su objeto y sus medios. En cuanto al objeto, puede ser extraído directamente de la naturaleza o contener cierta cantidad de trabajo, en cuyo caso se le llama materia prima. El ambiente de trabajo, que representa el producto de trabajo anterior, es una cosa o un conjunto de cosas que se coloca entre el empleado y el objeto de trabajo y sirve para dirigir su actividad hacia el objeto.

La capacidad de desarrollar herramientas y su uso posterior es un rasgo humano especial, por ello se constituye una visión particular del salario, del trabajo asalariado y del flujo de capital. El nivel del salario se considera que varía según los límites previamente establecidos, uno inferior y otro superior. El primero se traduce en el nivel de vida alcanzado por el trabajador, mientras que el segundo es la productividad del mismo durante las jornadas laborales. La relación salarial como relación social básica de la sociedad capitalista está marcada por la desigualdad, la explotación y la dominación.

Marx comprendió que la ganancia provenía de la fuerza de trabajo, esto significa, de una mercancía que creaba un valor mayor que el suyo propio para beneficio de su comprador, lo que lo llevó a plantear la teoría del valor del trabajo.

El proceso de acumulación de capital pone constantemente en peligro la tasa de ganancia a la que aspiran los capitalistas, porque se encuentra dominado por las leyes de la competencia. La tendencia al descenso de la tasa de ganancia los obliga a obtener más plusvalía en la producción de mercancías y esto se traduce en la imperiosa necesidad de reducir el salario y aumentar progresivamente el trabajo.


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Incorporación a la plataforma OJS, Revistas del IIJ: Ignacio Trujillo Guerrero