Contratos de la Federación Internacional de Ingenieros Consultores: alternativa de solución a los problemas de la construcción en América Latina

Publicado el 17 de noviembre de 2021

Raquel Sánchez Hernández
Maestra en Derecho, estudiante del Doctorado en Estudios Humanísticos en el Tecnológico de Monterrey, Campus Monterrey
emailraquelsh1979@gmail.com

El sector de la construcción tiene un importante impacto en la vida diaria de las personas, en virtud de que las obras públicas y privadas, como escuelas, hospitales, carreteras y demás estructuras, han permitido la adaptación a distintos climas y mejores condiciones para desarrollarse en todos los ámbitos.

Es innegable que los edificios, al definir el espacio, reflejan el espíritu y gusto de la sociedad de su tiempo, en ocasiones mejor que ninguna otra forma de expresión artística. Manifiestan su significado a través de los materiales con que fueron construidos y por el uso o función para el que fueron realizados.

En atención a ello, la planeación de nuevos proyectos de utilidad social debe estar regida por las decisiones tomadas por los ingenieros, arquitectos y profesionales de la construcción, a partir de estudios socio-económico-estructurales que calculen el impacto y el costo que tendrán las mismas.

Dichos proyectos necesitan, para su correcta ejecución, el apoyo de consultores expertos en la realización de contratos dentro de la industria de la construcción, que conozcan el sector, sus necesidades, sus demandas y, sobre todo, las características que los distinguen de otro tipo de proyectos.

En el caso de Europa y Estados Unidos, cada vez es más extendido el uso de los contratos desarrollados por la Federación Internacional de Ingenieros Consultores (FIDIC, por sus siglas en francés), que al ser contratos estandarizados y creados con base en las necesidades del sector de la construcción, dotan de certeza jurídica a las partes que firman un contrato.

Sin embargo, en el caso de América Latina el uso de estos modelos de contrato es mucho menor y seguimos utilizando contratos que no están estandarizados, y es sólo en el ámbito de las controversias donde hemos tenido avances, pues nos encontramos en el proceso de modificar nuestras antiguas cláusulas de jurisdicción ordinaria ante un juez por cláusulas de arbitraje en el caso de disputas basadas en los modelos propuestos por el FIDIC, la Institution of Civil Engineers (ICE) y el International Chamber of Commerce (ICC), así como de sugerir a los contratantes el uso de Dispute Boards (DBs), que en países como Perú y Honduras se han elevado a nivel legal y obligatorio en las normas de obras públicas.

Los contratos de obra (tanto pública como privada), al ser realizados con base en modelos no estandarizados, que no contienen las mejores prácticas que se desarrollan en la industria y que no están adecuados a la realidad de cada proyecto, son, en su gran mayoría, contratos de adhesión que no permiten a los contratistas pactar las mejores condiciones para ellos. Dichos contratistas quedan en clara desventaja frente a las dependencias o particulares contratantes.

Lo anterior, aunado a otros problemas propios de América Latina, como la corrupción, el desvío de recursos para campañas políticas, etcétera —problemas que existen en todo el mundo pero que en América Latina son más visibles—, han hecho que el sector de la construcción necesite urgentemente de nuevos mecanismos que coadyuven a mejorar sus condiciones actuales.

América Latina requiere de mejores prácticas en la contratación de obra pública, que doten de certeza jurídica a ambas partes, y la utilización de los contratos diseñados especialmente para la industria de la construcción, reconociendo sus problemáticas reales, es un buen inicio para lograrlo.

Los contratos FIDIC se han convertido, en otras partes del mundo y a partir de la adopción de los mismos o basándose en los modelos propuestos para crear modelos propios, en herramientas básicas para lograr prevenir muchos de los conflictos más comunes en el sector, asimismo, permiten evaluar rápidamente los riesgos que puede presentar un proyecto.

A lo anterior debemos añadir que el Banco Mundial, así como sus bancos asociados (el Banco Europeo de Inversiones, el Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo, el Banco Interamericano, etcétera) ha tomado como contrato modelo la Edición FIDIC armonizada o MDB en sus proyectos, por lo que su utilización facilita la obtención de financiamientos para los proyectos a nivel internacional.

Los contratos FIDIC pueden convertirse en una herramienta útil para solventar y corregir muchas de las malas prácticas que ahogan a la industria de la construcción en América Latina, generando condiciones más equitativas para las partes contratantes, certidumbre en las cláusulas de los contratos y dotando de herramientas para solventar los desafíos diarios.

La utilización de los contratos FIDIC, que proponen cláusulas de arbitraje diseñadas especialmente para la industria de la construcción, pueden coadyuvar al avance que actualmente estamos logrando en materia de cambio de la jurisdicción tradicional a otro tipo de medios de solución de controversias, más rápidos y eficientes.



Formación electrónica e incorporación a la plataforma OJS, revistas del IIJ: Ignacio Trujillo Guerrero, BJV