Eliminación de las Escuelas de Tiempo Completo en México: violación
a los derechos de niñas, niños y adolescentes

Publicado el 8 de marzo de 2022

Odette Mendoza Becerril
Maestra en Garantías y Amparo
emailodettembsn@gmail.com

La Secretaría de Educación, el día 28 de febrero, ha eliminado el programa Escuelas de Tiempo Completo, una iniciativa que apoyaba con alimentación y horas de clase suplementarias a 3.6 millones de niños en condiciones de pobreza en México. Llevaba más de una década funcionando en unos 27,000 colegios del país y ha sido borrada de un plumazo por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador.

Las reglas de operación de La Escuela es Nuestra (LEEN) para el 2022, publicadas esta semana, escondían la eliminación de uno de los proyectos educativos más defendidos por investigadores y organizaciones. “El programa Escuelas a Tiempo Completo era un igualador social, una muestra de política pública buena para la equidad, la seguridad y el desarrollo”. Justamente con la toma de decisión de la eliminación de este programa no sólo se violenta el derecho a la educación, sino el principio al interés superior del menor, el derecho de igualdad y, en suma, diversos derechos humanos.

Este programa contemplaba entre 1.5 y 3.5 horas de clases suplementarias —desde música, arte y deporte hasta lenguas extranjeras, sobre todo inglés— para estudiantes de entre cinco y 14 años en zonas de alta marginación. Además, incluía alimentos para los alumnos. Un análisis de Unicef en 2019 constató que para el 11% de los niños incluidos en el programa, esa era su única comida en todo el día. De las 27,000 escuelas que participaban, el 70% eran indígenas y rurales, y el 55% de los menores beneficiados estaban por debajo de la línea de pobreza.

La eliminación llega en un momento crítico después de casi dos años de escuelas cerradas por la pandemia. La crisis sanitaria ha disparado el abandono escolar y ha ensanchado la desigualdad entre los alumnos de colegios públicos y privados. “La parte que más duele es que justo lo que necesitamos ahora es reforzar lo que los niños, niñas y adolescentes han perdido durante el encierro, y esta medida es justo lo contrario”; violenta el principio del interés superior del menor previsto en el párrafo IX del artículo 4o. de la Constitución federal, así como la Convención sobre los Derechos del Niño.

La preocupación es que para muchos niños de escasos recurso, pueblos originarios o en condiciones vulnerables, era el único alimento con toda la pirámide de nutrición que ingerían al día.

Al eliminar las escuelas de tiempo completo se deja en estado de indefensión a los menores mexicanos, al privarlos de actividades extraescolares que formaban su interacción social y ambiental.

El gobierno de Andrés Manuel López Obrador se ha autollamado el gobierno de la Cuarta Transformación, cercano al pueblo y que, en nombre del pueblo, realiza diversas acciones; sin embargo, esta eliminación no es un beneficio para el pueblo ni en nombre del pueblo, sino que es una violación directa a los niños, niñas y adolescentes, que para muchos de ellos la escuela es un refugio, una segunda casa.

La desaparición de este programa también afecta a las familias de los estudiantes, sobre todo a las madres soleteras, y a los docentes de escuelas públicas. Al brindar más horas de enseñanza para las niñas y niños, este programa facilitaba que los miembros de las familias participaran en el mercado laboral, principalmente a las madres que llevan el peso económico, ético y moral de un hogar.

Es lamentable la afectación que ha dado la Secretaría de Educación Pública a las familias mexicanas, maestros y, en especial, a los niños y niñas, que con la contingencia sanitaria por COVID-19 necesitaban desarrollarse intelectual y socialmente. El gobierno mexicano ha dejado claro que el sector educativo no es primordial para sus políticas públicas.


Formación electrónica: Yuri López Bustillos, BJV
Incorporación a la plataforma OJS, Revistas del IIJ: Ignacio Trujillo Guerrero