La protección de datos personales en las ciudades inteligentes

Publicado el 22 de abril de 2022

Odette Mendoza Becerril
Maestrante en Derecho Ambiental, UAM-Azcapotzalco
emailtagedra@hotmail.comtwitter@BecerrilOdette

Derivado de la constante evolución de la tecnología surgen nuevos retos en materia de seguridad y privacidad para el derecho. En el caso específico de las ciudades inteligentes, se basan en el uso de la tecnología para hacer más eficaz su funcionamiento. Así, en una ciudad inteligente se visualiza una infraestructura urbana que conecte a las personas con el entorno y entre ellas mismas. Esto se hace posible mediante la implementación de sensores, “tecnologías de la información y la comunicación” (TIC) y el “internet de las cosas” (IoT, por sus siglas en inglés).

El internet de las cosas es el proceso que permite conectar elementos físicos cotidianos al internet: desde objetos domésticos comunes, como las bombillas de luz, hasta recursos para la atención de la salud, como los dispositivos médicos. También abarca prendas y accesorios personales inteligentes e incluso los sistemas eléctricos de las ciudades inteligentes. Estas tecnologías tienen como fin producir la llamada Big Data (datos masivos), que se captura mediante distintos dispositivos, como teléfonos celulares, sensores, computadoras, medios de transporte, edificios inteligentes, etcétera, con el objetivo de tener suficiente información para poder hacer más eficiente el funcionamiento sistemático de una ciudad.

La información obtenida permite reducir los consumos de energía haciendo los flujos de personas y bienes más rápidos y recientes; se promocionan nuevas y diversas tecnologías en distintos ámbitos; se incorporan nuevos conceptos de movilidad, como medios de transporte automatizados; se reduce el consumo energético de las edificaciones mediante comunicación entre ellas y sensores, y se busca incrementar la calidad de vida de los habitantes ofreciéndoles una ciudad con menos incertidumbre.

La conectividad inalámbrica segura y la tecnología del IoT están convirtiendo los elementos tradicionales de la vida urbana, como el alumbrado público, en plataformas de iluminación inteligente de próxima generación con capacidades extendidas. Esto incluye la integración de la energía solar y la conexión a un sistema de control central basado en la nube que se conecta con otros activos del ecosistema.

Sin embargo, las ciudades inteligentes han traído consigo un nivel importante de vulnerabilidad de los datos personales y la privacidad, por su característica open data, que permiten a los ciudadanos un acceso directo a la información, lo cual se entiende de como una vigilancia permanente por parte del gobierno, así como la vulnerabilidad en el intento de hackeo y robo de datos personales.

Por tanto, las ciudades inteligentes dependen de la ciberseguridad, ya que se pueden presentar distintos ataques, como los siguientes:

• Robo de identidad

• Espionaje

• Acceso y uso no autorizado

• Botnet

La creación de leyes específicas de ciberseguridad, el uso de buenas prácticas y las pruebas periódicas de seguridad son completamente necesarias para hacer que las ciudades inteligentes sean lo más fiables y sostenibles posibles. La seguridad debe ser una prioridad durante la fase de diseño y el plan de crecimiento de la ciudad, pues tiene que estar sincronizado con la planificación de la ciberseguridad.

En México, de acuerdo con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), existen cuatro ciudades reconocidas como Smart Cities: se trata de Tequila Inteligente, en Jalisco; el proyecto Maderas, en Querétaro; Ciudad Creativa, que también está en Jalisco, y Smart City, en Puebla. Con el incremento del desarrollo urbano y la tecnología, el aumento de ciudades inteligentes, que ya es parte del presente y será parte del futuro, se tiene que realizar una serie de transformaciones en el sector público y privado.

Así, la policía tiene que recibir la debida capacitación para la seguridad, el control y la prevención del delito en dichas ciudades, para tener el conocimiento de las tecnologías de la información y comunicación, independientemente del saber jurídico.

En cuanto a la protección de datos, es determinante la adecuación del derecho a los nuevos retos tecnológicos. Esta adecuación no sólo es la norma jurídica, sino la capacitación de los servidores públicos y la ciudadanía en torno al manejo y la comprensión de las ciudades inteligentes para la protección de los datos dentro de la misma.


Formación electrónica: Yuri López Bustillos, BJV
Incorporación a la plataforma OJS, Revistas del IIJ: Ignacio Trujillo Guerrero