Efectos psicológicos en mujeres que han pasado por una interrupción del embarazo

Publicado el 2 de junio de 2022

Sandra Arvizu Sánchez
Estudiante de licenciatura en Psicología; Taller de Psicología Jurídica, Universidad
Marista de San Luis Potosí
emailsandra.as31@hotmail.com

I. LO QUE DEBES CONOCER ACERCA DE LA INTERRUPCIÓN DEL EMBARAZO

Pienso que la mayoría de las personas adultas han escuchado, al menos una vez en su vida, las palabras “interrupción del embarazo”, ya sea en la escuela, en los diferentes medios de comunicación, por experiencia propia o de alguna persona cercana. La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la interrupción del embarazo como interrumpir el embarazo cuando el feto todavía no es viable fuera del vientre materno. Sea cual sea el motivo por el cual hemos escuchado estas palabras, opino que aún existe desinformación acerca del tema y de la educación sexual, en general. Esto es algo alarmante, ya que se ponen en riesgo diferentes factores y se genera tanto información errónea como prejuicios.

Vivimos en un país en el que los padres se oponen a que sus hijos tengan acceso a educación sexual en la escuela y, de igual manera, se omite enseñarla en casa. La educación sexual en México se incluyó en los programas de educación básica desde 1974, siendo este acontecimiento pionero en América Latina; sin embargo, este evento no quedó exento de rechazo, puesto que desde ese entonces generó polémica en los padres de familia, provocando que se quemaran los libros de texto gratuito. 1

Pero ¿por qué menciono la educación sexual cuando escribo un artículo sobre los riesgos psicológicos de la interrupción del embarazo? Empecemos explicando algo lógico: al momento de negar una educación sexual se pone en riesgo a la población, en especial a los jóvenes, ya que no conocen qué es la sexualidad ni se dan cuenta de que está presente todos los días de su vida, ya que la sexualidad no sólo es el coito; la sexualidad es todo lo que causa placer, desde comer, reír o escuchar música. Tampoco conocen los diferentes métodos anticonceptivos de los que pueden hacer uso; en México, las infecciones de transmisión sexual (ITS) se ubican entre las primeras 10 causas de morbilidad, en general, en el grupo de 15-44 años de edad. El 25.5% de los hombres de entre 12 y 19 años de edad ha tenido relaciones sexuales, de los cuales el 14.7% no usó un método anticonceptivo. En el caso de las mujeres, 20% ya inició su vida sexual y 33% no se protegió contra embarazos. 2

La OMS menciona que de los embarazos que se producen cada año, casi la mitad no son deseados; es decir, seis de cada 10 embarazos no son deseados y casi en todos los casos se interrumpen voluntariamente. La interrupción del embarazo es segura cuando se utiliza un método recomendado por la OMS, que resulta también adecuado teniendo en cuenta la duración de la gestación y si lo practica una persona que posee los conocimientos necesarios. Sin embargo, cuando una mujer que está embarazada sin haberlo deseado encuentra obstáculos para que se le presten servicios de atención para una interrupción del embarazo de calidad, se expone a riesgos. 3

Al clasificar las 32 entidades federativas del país en seis regiones por nivel de desarrollo, se observa que México se ajusta al patrón delineado en otros países donde el nivel del embarazo no planeado es mayor en las áreas más desarrolladas y urbanas: se estima que 70% de los embarazos son no planeados en la región más desarrollada (Ciudad de México, Región 1), en comparación con el 45% en la región menos desarrollada (Chiapas, Guerrero y Oaxaca; Región 6). En México cada año ocurren 71 embarazos no planeados por cada 1,000 mujeres en edad reproductiva, tasa que es muy similar a la estimada para toda América Latina y el Caribe (72 por cada 1,000). 4

Evitar brindar acceso a una interrupción del embarazo segura no significa que se reducirá automáticamente el número de abortos; va a ocurrir lo contrario: aumentarán los riesgos que se corren al interrumpir el embarazo, ya que se optará por formas menos convencionales y peligrosas. La penalización de la interrupción del embarazo no evita su práctica; se estima que la mitad (54%) del total de embarazos no planeados en México se resuelve mediante una interrupción inducida, a pesar de las restricciones legales en 31 de las 32 entidades. 5

Generalmente, una interrupción del embarazo clandestina es insegura. Se estima que más de un tercio de las mujeres que tienen interrupciones inducidas desarrollan complicaciones que requieren atención médica. Y la proporción más alta con complicaciones asociadas a la interrupción del embarazo inducido corresponde a las mujeres rurales pobres. 6 Así, se calcula que casi el 30% del total de las interrupciones del embarazo son inducidas con el medicamento misoprostol. La estimación de que 39% de estos procedimientos requirieron atención médica se debe al inadecuado conocimiento y uso del medicamento entre los proveedores de servicios y las propias mujeres.

En cuanto a las interrupciones de embarazo no inducidas con misoprostol, las más seguras, probablemente, son los procedimientos quirúrgicos realizados por médicos (23% del total de los abortos). Las menos seguras son las interrupciones autoinducidas con un método distinto al misoprostol, que representan el 16% del total (pero corresponden al 24% de los abortos de mujeres rurales pobres). 7

Los obstáculos que impiden gozar de una atención para una interrupción del embarazo segura, oportuna, geográficamente accesible, asequible, humana y no discriminatoria pueden causar malestar psíquico y violar derechos de las mujeres y las niñas: el derecho a la intimidad; el derecho a la igualdad y a la no discriminación, y el derecho a no sufrir torturas ni tratos o castigos crueles, inhumanos o degradantes. Además, tienen consecuencias económicas y sociales para las personas y las comunidades y repercuten negativamente en las oportunidades que se brindan a las mujeres y las niñas para estudiar y para participar plena y eficazmente en la sociedad (ONU, s. f.).

II. ¿TENER UNA INTERRUPCIÓN DEL EMBARAZO TE VUELVE VULNERABLE A TRASTORNOS PSICOLÓGICOS?

La OMS define la salud como el estado de bienestar físico, mental y espiritual (OMS, 1946). La definición de salud mental propuesta por la OMS es también multifacética e integral: el estado de bienestar que permite a cada individuo realizar su potencial, enfrentarse a las dificultades usuales de la vida, trabajar productiva y fructíferamente y contribuir con su comunidad. Entonces, podemos entender que la salud no es sólo la ausencia de alguna enfermedad; se comprende como un estado de equilibrio del ser humano con el cual funciona adecuadamente en sus diferentes aspectos de la vida cotidiana. Por tanto, para medir el nivel de salud no bastan indicadores de mortalidad y morbilidad. Las dimensiones de la salud-enfermedad incluyen cinco parámetros indispensables, que son: salud física, salud mental, funcionamiento cotidiano en los roles sociales, funcionamiento en los roles laborales y percepción general de bienestar. No se puede hablar de salud si no se incluyen todas estas dimensiones. 8

La interrupción del embarazo es un tema que genera debate, en especial durante los últimos años, pues la sociedad lo hace ver como un tema incómodo que habitualmente es silenciado, y ocurre por diferentes factores: ideologías, emociones, derechos, ética médica, cultura, entre otros. Es importante que tomemos en cuenta lo que significa estar embarazada, y dejar de estarlo, para una mujer, ya que el embarazo no sólo se gesta en el cuerpo, sino también en la mente de la mujer. 9

A pesar de que la interrupción del embarazo es un tema de fuertes debates, no hay suficientes estudios científicos que se adentren en las consecuencias de dicha intervención. Pero una de las investigaciones más relevantes acerca de las consecuencias psicológicas tras una interrupción del embarazo es el estudio “Aborto y salud mental: síntesis cuantitativa y análisis de investigaciones entre 1995 y el 2009”, llevado a cabo por la doctora Priscilla Coleman. El estudio contó con una muestra de 22 estudios, de los cuales se valoraron 36 tipos de enfermedades mentales en una muestra total de 877, 181 mujeres, 163.831 de las cuales pasaron por interrupciones del embarazo voluntarias. 10

La autora da como conclusión que “independientemente del tipo de grupo de comparación utilizado, la interrupción del embarazo se asocia a un mayor riesgo de sufrir problemas de salud mental con una magnitud de este riesgo que va desde el 55 al 138%”. Finalmente, se calcula que un 10% de las mujeres que pasan por una interrupción del embarazo sufren este tipo de problemas. Basándose en estos datos, la autora señala que “de forma bastante consistente la interrupción del embarazo se asocia con un riesgo entre moderado y alto de padecer problemas psicológicos posteriores a dicha intervención”. 11

Para conocer los aspectos psicológicos relacionados con la interrupción del embarazo es necesario, ante todo, tener en cuenta la influencia decisiva que desempeña el contexto social en una decisión así: 12

a) La legalización de la interrupción del embarazo.
b) Los hogares desfavorecidos resisten mejor la tentación de interrumpir el embarazo que los hogares cultos y acomodados.
c) El caldo de cultivo más facilitador lo constituyen las relaciones sexuales tempranas y las extraconyugales, que, por lo general, en las primeras llevan a un fracaso académico, a embarazos repetidos y a una permanencia de las madres en un estatus inferior de la sociedad. Estas relaciones sexuales tempranas son motivo de una interrupción del embarazo en un 40 % de los casos.
d) Una falsa libertad que impone a nuestros hijos modelos de conducta desviados, e incluso se ve acompañado de un aumento de las enfermedades mentales, de neurosis, de desórdenes de personalidad impulsiva, de desunión familiar, de una afirmación de la identidad femenina en contra de la masculina, entre otras.
e) La influencia de los padres en la decisión de la hija acerca de interrumpir el embarazo.

Es importante mencionar que cada persona vive las cosas a su manera y forma sus propias experiencias a partir de ellas, lo mismo ocurrirá con la interrupción del embarazo; éste tendrá efectos diferentes en cada mujer según su personalidad, estilo de vida, habilidades de afrontamiento, objetivos, elementos situacionales, historia de vida, entre otros. Es igual de importante que tomemos en cuenta si se trata de una interrupción inducida o involuntaria, si es un embarazo prematuro o si se encuentra en una etapa avanzada.

De igual manera, va a variar la intensidad y la duración de los efectos. Existen dos síntomas psicológicos que suelen darse en la mayoría de las interrupciones del embarazo: la ansiedad en diferentes grados y el sentimiento de culpabilidad y la creencia de que se podrían haber hecho las cosas de forma diferente. Otros síntomas que pueden aparecer son: 13

• Negación o incredulidad. • Confusión.

• Oscilaciones en el estado de ánimo.

• Tristeza y sensación de vacío.

• Enfado o rabia.

• Falta de energía.

• Irritabilidad.

• Miedos.

• Sentimientos de incapacidad y afectación de la autoestima.

• Desconexión de los propios sentimientos.

• Aislamiento social.

• Falta de lívido o disfunciones sexuales.

• Miedo a la muerte.

• Insomnio o pesadillas recurrentes.

• Evitación de todo lo relacionado con bebés o, todo lo contrario, obsesión.

• Problemas de pareja.

A fin de que la atención en la interrupción del embarazo sea segura, digna y accesible en la práctica para todas las personas que la necesiten, deben darse las siguientes condiciones: 14

• Hay una dotación suficiente de trabajadores de la salud de distintas categorías que proporciona atención para el aborto a una distancia accesible.

• Se dispone de distintos métodos para acceder a la atención para el aborto, incluso para que lo practique la propia gestante.

• Los servicios no obligan a las mujeres a sufrir dificultades económicas.

• Se han eliminado las leyes y políticas que obstaculizan el acceso a la atención para la interrupción del embarazo de calidad (por ejemplo, la consideración de la interrupción del embarazo como delito, el establecimiento de periodos de espera obligatorios y la exigencia de autorización por parte de terceras personas).

• Se forma a los trabajadores de la salud para brindar una atención respetuosa y sin riesgos y para interpretar las leyes y políticas de conformidad con los derechos humanos.

• La negativa de los trabajadores de la salud a brindar servicios basándose en sus creencias personales no afecta negativamente el acceso a la interrupción del embarazo.

Asimismo, algunas de las cosas que ayudan en el proceso de reconciliación son: 15

• El apoyo externo, sentir el arrope del entorno, sobre todo de la pareja.
• Poder hablar de la pérdida e integrarla progresivamente dentro de la propia experiencia vital.
• No evitar las emociones negativas ni apresurarse por “pasar página”. Es un proceso.
• Crear un conjunto de recuerdos, un espacio con significado para el no-nacido.
• Recibir información adecuada (si es necesario, psicoterapia) o participar en grupos de ayuda mutua.

Es necesario actuar para proteger la salud y la vida de las mujeres. El aumento en la tasa de interrupciones de embarazo enfatiza la necesidad de esfuerzos concertados con el fin de ayudar a las mujeres mexicanas a evitar los embarazos no planeados que derivan en la práctica de la interrupción del embarazo. A continuación, se presentan algunas sugerencias para ayudar prevenir la interrupción del embarazo inseguro y los riesgos psicológicos que conlleva:

• Fortalecer los servicios anticonceptivos.
• Mejorar los servicios de atención posteriores a la interrupción del embarazo.
• Mejorar la provisión de interrupciones del embarazo legales.
• Que se cuente con una dotación suficiente de trabajadores de la salud de distintas categorías que proporcione atención para la interrupción del embarazo a una distancia accesible.
• Disponer de distintos métodos para acceder a la atención para la interrupción del embarazo.
• Formar a los trabajadores de la salud para brindar una atención respetuosa, sin riesgos, interpretar las leyes y políticas de conformidad con los derechos humanos.
• Que no afecten las creencias personales de los trabajadores de la salud para brindar sus servicios y que esto no afecte el acceso a la interrupción del embarazo.

La interrupción del embarazo es siempre materia de fuertes debates, pero pocas veces se ven estudios científicos serios sobre las consecuencias que se derivan de dicha intervención. La interrupción del embarazo espontáneo y la interrupción inducida son eventos de la vida que potencialmente pueden causar angustia mental. El embarazo no sólo se gesta en el cuerpo, sino también en la mente de la mujer.

Es importante que comencemos a brindarle la atención que se merecen los posibles efectos psicológicos que se pueden llegar a generar después de una interrupción del embarazo. Existen varios estudios hechos en países extranjeros, pero hay poca información actualizada sobre las cifras en México, es por ello que considero necesario investigar las cifras actuales para poder proseguir con un estudio de campo.

Teniendo un estudio con resultados como base se puede llegar a crear conciencia sobre la importancia de la salud mental en mujeres que han pasado por una interrupción del embarazo y, al mismo tiempo, se podrían crear soluciones o alternativas para conseguir que la interrupción del embarazo sea garantizada y segura para todas las mujeres, que se respeten sus derechos y se cuide su salud mental.

III. REFERENCIAS

Agud, C., “Consecuencias psicológicas tras un aborto”, 2021, disponible en: https://www.salud.mapfre.es/salud-familiar/mujer/reportajes-mujer/consecuencias-psicologicas-aborto/.

Aznar, J. y Cerdá, G., “Aborto y salud mental de la mujer”, 2014, disponible en: https://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1726-569X2014000200006#:~:text=Esta%20revisi%C3%B3n%20sistem%C3%A1tica%20pone%20de,37%25%20la%20de%20sufrir%20depresi%C3%B3n.

Broen, A. et al., “The Course of Mental Health after Miscarriage and Induced Abortion: A Longitudinal, Five-Year Follow-Up Study”, 2005, disponible en: https://bmcmedicine.biomedcentral.com/articles/10.1186/1741-7015-3-18.

Clínicas de aborto en México DF, Links a organizaciones de ayuda a las mujeres en México y en el mundo, s. f., Organizaciones de ayuda a las mujeres en México y el mundo-Clínicas de Aborto en México DF, disponible en: clinicas-aborto.com.mx.

Escamilla, M. y Guzmán, R., Educación sexual en México: ¿misión de la casa o de la escuela?, México, Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, s. f., disponible en: https://www.uaeh.edu.mx/scige/boletin/icsa/n10/e1.html.

Juárez, F. et al., “Embarazo no planeado y aborto inducido en México: causas y consecuencias”, 2013, disponible en: https://www.guttmacher.org/es/report/embarazo-no-planeado-y-aborto-inducido-en-mexico-causas-y-consecuencias.

Lerner, S. y Guillaume, A., “Las adversas consecuencias de la legislación restrictiva sobre el aborto: argumentos y evidencias empíricas en la literatura latinoamericana”, 2008, disponible en: https://web.archive.org/web/20180424133355id_/http://www.alapop.org/alap/images/DOCSFINAIS_PDF/ALAP_2008_FINAL_197.pdf.

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Rondón, M., “Salud mental y aborto terapéutico”, s. f., disponible en: https://pdfs.semanticscholar.org/ea52/615cfc680371a4dc974e2d365ad7132e2647.pdf.

Tejero, D., “Psicología del aborto”, Universidad Complutense, s. f., disponible en: https://fundacionspeiro.org/downloads/magazines/docs/pdfs/3258_psicologia-del-aborto.pdf.

Vivanco, L., “Aborto y salud mental”, s. f., disponible en: http://www.scielo.org.co/pdf/pebi/v15n2/v15n2a08.pdf.


NOTAS:
1 Escamilla, M. y Guzmán, R., Educación sexual en México: ¿misión de la casa o de la escuela?, México, Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, s. f., disponible en: https://www.uaeh.edu.mx/scige/boletin/icsa/n10/e1.html.
2 Idem.
3 OMS, “Aborto”, s. f., disponible en: https://www.who.int/es/health-topics/abortion#tab=tab_1.
4 Juárez, F. et al., “Embarazo no planeado y aborto inducido en México: causas y consecuencias”, 2013, disponible en: https://www.guttmacher.org/es/report/embarazo-no-planeado-y-aborto-inducido-en-mexico-causas-y-consecuencias.
5 Idem.
6 Idem.
7 Idem.
8 Rondón, M., “Salud mental y aborto terapéutico”, s. f., disponible en: https://pdfs.semanticscholar.org/ea52/615cfc680371a4dc974e2d365ad7132e2647.pdf.
9 Agud, C., “Consecuencias psicológicas tras un aborto”, 2021, disponible en: https://www.salud.mapfre.es/salud-familiar/mujer/reportajes-mujer/consecuencias-psicologicas-aborto/.
10 Vivanco, L., “Aborto y salud mental”, s. f., disponible en: http://www.scielo.org.co/pdf/pebi/v15n2/v15n2a08.pdf.
11 Idem.
12 Tejero, D., “Psicología del aborto”, Universidad Complutense, s. f., disponible en: https://fundacionspeiro.org/downloads/magazines/docs/pdfs/3258_psicologia-del-aborto.pdf.
13 Agud, C., op. cit.
14 OMS, “Aborto”, cit.
15 op. cit.


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