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Aminata Dramane Traoré: compromiso y reflexiones de una militante altermundista africana

Publicado el 16 de agosto de 2022

Bahdon Abdillahi Mohamed
Licenciado en Ciencias Políticas, doctorando en Sociología de la Educación
en la Universidad de Murcia, España
emailbahdonabdillahi@gmail.com

“Para ayudar a África, hay que, ante todo, comprenderla”
Aminata Dramane Traoré

Aminata Dramane Traoré es una mujer polifacética maliense y activista antiglobalización. Nació el 26 de julio de 1947 en Bamako, capital de Malí. Su vida ha sido marcada por la independencia, el socialismo, la dictadura, el régimen de partido único, la corrupción, la democracia y el terrorismo yihadista.

Estudió en Francia, en la Universidad de Caen, donde se doctoró en psicología social y se licenció en psicopatología. Investigadora en la Universidad de Abiyán de 1975 a 1988, fue enviada en comisión de servicio al Ministerio de Asuntos de la Mujer de Costa de Marfil, y luego trabajó en el marco de un proyecto regional del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PROWESS/Africa), para promover el papel de las mujeres y las comunidades desfavorecidas en la gestión del agua y el saneamiento. Fue en este puesto, y a través de varias comisiones y grupos de trabajo de alto nivel, que se ganó una reputación internacional.

Fue ministra de Cultura y Turismo de Malí de 1997 al 2000, cargo del que dimitió para “preservar su libertad de expresión”. No ha hecho una carrera en la política, pero es una de las voces intelectuales africanas más destacadas en la búsqueda de una alternativa a la globalización liberal destructora. Se declara “musulmana practicante y moderna” y rechaza los tópicos occidentales sobre las mujeres africanas. Actualmente es coordinadora del Foro por Otro Malí (FORAM) y directora del Centro Amadou Hampaté Bâ.

En julio de 2005 fue elegida miembro de la junta directiva del Servicio Internacional de Prensa. Ese mismo año presidió el comité organizador del Foro Social Mundial Policéntrico de Bamako.

Aminata Dramane Traoré destaca entre sus preocupaciones: “el despertar de las conciencias de los africanos, la organización de la resistencia a la globalización neoliberal y la propuesta de alternativas a la sumisión de los Estados africanos a las naciones ricas y a las instituciones financieras internacionales”. Es crítica contra la ignorancia del ex presidente francés Nicolas Sarkozy, cuando dijo, en su discurso de Dakar en 2007, que el hombre africano no ha entrado en la historia. Ha dedicado su vida a viajar por el mundo para defender los intereses de su pueblo y denunciar la dominación occidental del África negra. Ha participado en muchos foros sociales del mundo y acciones de base que le permiten dar cuenta de su visión de los futuros posibles para su país y para África. En su barrio de Missira, ha construido una casa de huéspedes (Le Djenné), un restaurante-galería (Santoro) y un centro de formación (el centro cultural Amadou Hampâté Bâ) con materiales locales. Entre sus nuevos proyectos está la construcción de un mercado de productos naturales y conocimientos locales.

Escritora y ensayista, es autora de L'étau (África en un mundo sin fronteras), 1999; Mille tisserands en quête d'avenir (Mil tejedoras en busca del futuro), 1999; Le Viol de l'Imaginaire (La violación del imaginario), 2004; Lettre au président des français à propos de la Côte d'Ivoire et de l'Afrique en général (Carta al presidente de los franceses sobre Costa de Marfil y África en general), 2005), y L'Afrique humiliée (África humillada), 2008.

Activista antiglobalización, está comprometida con la lucha contra el liberalismo, al que considera responsable del mantenimiento de la pobreza en Malí y en África en general. Aminata Dramane Traoré espera que los Estados africanos dejen de seguir los mandatos de los países occidentales, que se traducen en “los planes y programas de los banqueros internacionales y de las grandes potencias del Norte”, y que provocan la pobreza de los pueblos y generan violencia y la emigración de un gran número de jóvenes indigentes a Europa. Asimismo, pide a los gobiernos africanos que reaccionen ante el neocolonialismo (con críticas y sus posturas contra el neoliberalismo, Aminata Dramane Traoré incita a los gobiernos africanos a no seguir las imposiciones de los países occidentales y sus organizaciones como el Banco Mundial y el FMI, ya que mantienen, y aun aumentan, la pobreza en los países africanos, a diferencia de países latinoamericanos y asiáticos).

Se ha posicionado a favor del ex presidente de Zimbabue, Robert Mugabe, en la gestión de su país, considerando que lo que se le reprocha (el colapso de la economía, el incumplimiento de los derechos humanos, el empobrecimiento de la población y la violación de los derechos de los agricultores británicos) se debe, en gran medida, a la política llevada a cabo por la antigua potencia colonial, el Reino Unido, y al incumplimiento de sus compromisos. La prensa anglosajona, y sobre todo de Estados-Unidos y Reino Unido, no ha explicado las verdaderas razones por las cuales el ex Presidente, Robert Mugabe ha decidido devolver las tierras a los agricultores africanos. Ante la independencia de Zimbabue hubo un acuerdo entre el gobierno británico de la época y los nuevos dirigentes negros de Zimbabue. El gobierno británico debería compensar al gobierno zimbabuense para que los agricultores de origen británico sigan trabajando las tierras fértiles. Pero el gobierno de Margaret Thatcher decidió no respetar el acuerdo y suprimir la compensación al gobierno de Zimbabue. Según ella, los que “dan lecciones”; es decir, los países “occidentales”, son responsables de sus propios incumplimientos de los convenios y tratados internacionales que han firmado y de sus propias políticas (guerra contra Irak, crisis económica, política migratoria, etcétera).

En mayo de 2018 participó en la conferencia internacional “Bandung du Nord”, organizada por la Red Decolonial Internacional, para “cuestionar la memoria colonial”, pues el neocolonialismo se mantiene con el olvido de la memoria colonial. Sin embargo, desde hace unos años países como Alemania, Bélgica y Francia siguen cierta agenda: Alemania reconoció el genocidio, el primero del siglo XX, contra los pueblos amans y hereros de Namibia; en junio, el rey belga ha presentado disculpas al gobierno congoleño por el pasado colonial, y Bélgica y Francia han decidido devolver objetos culturales, robados durante el periodo colonial, a los gobiernos africanos. Sin embargo, según el sitio web de Conspiracy Watch, también participan algunas personalidades “conocidas por su simpatía o antisemitismo”, como los activistas antirracistas Angela Davis y Fred Hampton Jr. (en), y el periodista Muntadhar al-Zaidi, conocido por su compromiso contra la guerra de Iraq.

En enero de 2020 Aminata Dramane Traoré y una cincuentena de intelectuales emitieron una declaración en la que pedían un debate “popular e inclusivo” sobre la actual reforma del franco CFA, y recordaban que “la cuestión de la moneda es fundamentalmente política y que la respuesta no puede ser principalmente técnica”. Francia, ex potencia colonial en África, mantiene una política colonial sobre la política y la economía de varios países africanos. El reflejo de esta política no es solamente la existencia de bases militares (que ayudan a sus multinacionales en los sectores estratégicos), pero también la moneda. 14 países comparten una moneda fabricada y garantizada por el franco francés, y desde 2002 por el euro. El franco CFA es una moneda creada en la época colonial, y devaluada a más del 50% en 1994, sin consultar a los países. Con esta moneda la dependencia de estos países a Francia bloquea su desarrollo. Pero la República africana ha decidido cambiar pasando a una cryptomoneda, el sango.

Volviendo a Aminata Dramane, fue galardonada con el Premio Príncipe Klaus de la Cultura (Países Bajos) en 2004, y ha recibido numerosas distinciones en Malí: CIWARA de excelencia (1995), Chevalier de l'Ordre national du Mali (1996), Officier de l'Ordre national du Mali (2006) y Commandeur de l'Ordre national du Mali (2008).

Sus posturas sobre varios temas:

El impacto de la pandemia de COVID-19:

La crisis sanitaria ha puesto de manifiesto la vacuidad del discurso del desarrollo y el efecto de goteo del crecimiento. África debería ser el lugar para demostrar estas falsas promesas de desarrollo. Pero, por desgracia, tenemos la impresión de que la salida de esta crisis sanitaria bajo el ángulo del mismo modelo económico sigue prevaleciendo en nuestros países.

La magia de la gobernanza: “Discrepo de la tesis de la gobernanza. ¿Cómo esperas que la gente se maneje de forma diferente cuando, desde el principio, pones la financiación en la balanza?”

La cuestión de género:

Cómo se puede imaginar que de un 8 de marzo a otro, en países como el nuestro, las mujeres reciten la misma lección sobre el liderazgo femenino, la igualdad de género, la emergencia, el espíritu empresarial, etc., y que dentro de 8 años, en la franja saheliana, en estos países que están en peligro por el enfoque de seguridad occidental, estas mujeres no tengan voz, ni sobre el tema del diálogo, ni sobre el mantenimiento o la salida de Barkhane, ni sobre el tema del acuerdo de paz. Las cuestiones fundamentales que conciernen a sus destinos están oscurecidas... Las mujeres deberían plantearse otras preguntas en lugar de recitar las lecciones que los donantes quieren oír.

La juventud africana:

Lo que se propone a la juventud africana es en sí mismo un problema. El continente está inundado de imágenes y mensajes (por no hablar de los que nosotros mismos buscamos) que giran en torno a bienes y servicios, que les dan un sentido de existencia como seres globalizados. La duda que existe en las cabezas de los jóvenes de los países industrializados, e incluso en algunos países emergentes que dudan de las virtudes de este modelo hoy en día, no ha llegado hasta nosotros. Lamentablemente, aún no hemos llegado a ese punto. Los jóvenes aún no son conscientes de que el Estado se ha desvinculado desde los años 80.

La guerra de todos contra todos:

La gente no va al poder para salvar un país, ni para salvar a los jóvenes, todo el mundo va al poder para enriquecerse porque, en algún lugar, la música consiste en decir, ¡tienes derecho a enriquecerte, enriquécete! El modelo dominante dice: “menos estado, más mercado, hazte rico”. Y nos sorprende que esta guerra de todos contra todos que se organiza no sea una masacre. A todos los niveles. A nivel de familias, barrios, pueblos, estados, pero también de jefes de estado. Y esto no es específico de África. Es un sistema congénitamente conflictivo. Es inmanejable aquí, porque no nos damos tiempo para pensar.

Se ha opuesto a la intervención de Francia en 2013, según sus palabras: “La intervención francesa es una guerra por delegación, una instrumentalización del terrorismo con objetivos económicos, no una lucha contra el terrorismo yihadista. Esta intervención fue un trampolín para que Francia se reposicionara en sus antiguas colonias”. El desarrollo de esta política francesa de dos presidentes, la ineficacia de la respuesta militar y la permanencia de la violencia ilustran su postura. Donde hay fuerzas imperialistas, hay siempre caos. Por recuerdo, la presencia de Estados Unidos en Irak, en 2003, ha creado caos; los ataques de la OTAN, apoyados por el Consejo de Seguridad de la ONU contra el presidente libio Kadafi, en 2011, han dejado un país inestable y dividido y en manos de grupos terroristas.

La crisis del Sahel: “La oferta de desarrollo nos ha llevado a un callejón sin salida consumista con un alto coste ecológico humano y nos ha sumido en la guerra. No hay forma de salir de la crisis del Sahel sin un cambio en el paradigma del desarrollo”.

La democracia: “No comparto la tesis de que la democracia es electoralista, porque es infantilizante. Ya que hoy tenemos la impresión de que no tenemos derecho a conocer los grandes temas, incluidos los geopolíticos”. Afirma con razón que: “El reto al que nos enfrentamos hoy es imaginar perspectivas de futuro centradas en el ser humano. Una reapropiación de nuestros destinos que apela a nuestras lenguas, a nuestros hitos y a los valores de la sociedad y la cultura que nos son familiares”.


Formación electrónica: Yuri López Bustillos, BJV
Incorporación a la plataforma OJS, Revistas del IIJ: Ignacio Trujillo Guerrero