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Eva Perón: a 70 años del surgimiento de una leyenda, de un partido gobernante en el siglo XXI y de un movimiento guerrillero de los años setenta

Publicado el 1 de septiembre de 2022

Alfonso Guillén Vicente
Profesor-investigador en la Universidad Autónoma de Baja California Sur
emailaguillenvic@gmail.com

El 26 de julio de 1952 fallece, a los 33 años, en Buenos Aires, por un cáncer en el cuello del útero, María Eva Duarte de Perón. Primera dama de la República Argentina de 1945 a 1952 y presidenta del Partido Peronista Femenino.

Creó la Fundación Eva Perón, que construyó hospitales, escuelas y asilos y promovió la Ley de Sufragio Femenino. Logró que la igualdad entre hombre y mujer y la patria potestad compartida estuvieran plasmadas en la Constitución argentina en 1949.

Se dice que tenía mayor capacidad de organización que su marido, el general Juan Domingo, y su imán con el público lo demostró con creces en su viaje a España, cuando el Generalísimo, Francisco Franco, le agradeció el trigo que Argentina le suministró a una nación acorralada por el hambre y el aislamiento de la posguerra.

El mito creció después de su muerte porque su cadáver embalsamado fue secuestrado y ocultado por la dictadura militar que derrocó al general Perón en 1955. Más de una década y media después fue rescatado, pero su imagen acompañó siempre a los que se conocieron como los “descamisados”. Esa fuerza permitió que a principios de los setenta, Juan Domingo regresara a su patria y formara gobierno, no necesariamente identificado con los ideales peronistas.

El Partido Justicialista, heredero del Partido Peronista y fundado por Juan Domingo en 1946, ha gobernado la nación argentina en años recientes: Néstor Kirchner, en 2003; Cristina Fernández, en 2007 y reelecta en 2011, y Alberto Fernández, en la presidencia desde 2019. Los peronistas controlan actualmente la Cámara Alta y administran una docena de provincias con políticos salidos del justicialismo.

El peronismo fue siempre un movimiento muy amplio que agrupó a distintas organizaciones de variada filiación política, tanto de izquierda como de derecha. Al lado de aquellos que se reclamaban partidarios del socialismo estaban sus antagonistas, los que formarían los grupos paramilitares dirigidos por un extraño personaje, José López Rega, que tuvo especial relevancia en el gobierno de María Estela Martínez de Perón —apodada “Isabel”, la segunda esposa del ya anciano general, que caminó con poco tacto y nula fortuna—, y que se propuso acabar con el peronismo de corte popular.

Por el lado de la izquierda, una importante organización guerrillera surgió en Argentina a principios de la década de los setenta con el sello peronista. El grupo Montoneros, con el lema “Perón, Evita, la patria socialista”, con una sorprendente cantidad de mujeres guerrilleras, se planteó varios objetivos estratégicos:  a) luchar contra la dictadura militar; b) lograr el retorno del general Perón a su patria; c) la convocatoria a elecciones libres, y d) el establecimiento de la que se llamó “un socialismo nacional”, que ellas y ellos consideraban una evolución natural del peronismo.

Su primera aparición pública sucedió en mayo de 1970, con el secuestro y posterior asesinato del dictador Aramburu, uno de los que derrocaron a Perón en 1955 y ocultaron el cadáver de Evita durante 16 años.

En 1973 Montoneros contribuyó a que los militares convocaran a elecciones libres y apoyó la llegada del destacado peronista Héctor J. Cámpora a la Presidencia de la República, en preparación del regreso del general Juan Domingo a la Argentina.

Al año siguiente, el grupo guerrillero volvió a la clandestinidad por la aparición de los peronistas antagónicos, los paramilitares de la Triple A (Alianza Anticomunista Argentina), cobijados por el poderoso López Rega, otrora secretario particular de Perón en su exilio de los años sesenta. Apodado “El Brujo”, alguna de sus biografías lo señala como autor de libros esotéricos; era un hombre muy cercano a la segunda esposa de Perón y controló todos los ministerios argentinos de 1974 a 1976, cuando la dictadura del general Videla quiso borrar al peronismo de la vida argentina.

Eva Perón ha sido un personaje que ha dado para películas, musicales y series de televisión. Un personaje fascinante que marcó a la República Argentina en los siglos XX y XXI.

Yo me quedo con el recuerdo de un odontólogo peronista cenando en el Rincón Gaucho, un conocido restaurante argentino en el Tampico de los años setenta.  Luego supe que ese doctor, Héctor Cámpora, asumía la Presidencia de la República Argentina en mayo de 1973. Seguramente esa noche, en el puerto jaibo, disfrutaba de un buen bife aderezado con salsa chimichurri; aquel que había sido presidente de la Cámara de Diputados de su país en 1948 y que fungió como vicepresidente de la Convención Constituyente de 1949, aquella que plasmó las reformas que Eva Perón planteó para elevar la condición de la mujer argentina.



Formación electrónica e incorporación a la plataforma OJS, revistas del IIJ: Ignacio Trujillo Guerrero, BJV