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Periplo de ocho años: del cubículo a la dirección del
Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM1

Publicado el 2 de septiembre de 2022


Pedro Salazar Ugarte

Director del Instituto de Investigaciones Jurídicas, UNAM,
email pedsalug@yahoo.com

La próxima semana, el martes 6 de septiembre, conoceremos el nombre de la persona que me sucederá en la dirección del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México. La Junta de Gobierno, después de un exhaustivo (y supongo interesante) ejercicio de auscultaciones elegirá entre César Astudillo Reyes, Edgar Corzo Sosa o Mónica González Contró.

Esa fue la –interesante– terna de finalistas confeccionada por el rector Enrique Graue después de una primera etapa en la que participaron nueve destacadas personalidades académicas del instituto que todavía dirijo después de ocho años apasionantes y fugaces. A la persona que sea designada le deseo mucho éxito.

Mis recuerdos quedarán plasmados un libro que saldrá a la luz en unos días. Lo intitulé: Periplo de ocho años. Del cubículo a la dirección (y de regreso). Ahí constarán los momentos, decisiones, errores, discursos y resultados más importantes de esta responsabilidad de la que me he sentido muy honrado. También quedarán recogidos problemas, dilemas y resistencias. Pero, ante todo, es un libro festivo y agradecido. No podría ser de otra manera. La UNAM ha sido generosa y estoy seguro que lo seguirá siendo con quien esto escribe.

No digo nada sobre el futuro de “jurídicas” porque ya no me tocará conducirlo y enfrentarlo. Pero dejo trazos de lo logrado en estos años por la estupenda comunidad que he tenido el privilegio de coordinar. Se trata de una comunidad plural, vibrante y activa pero, ante todo, unida.

Con tensiones generacionales, diversidades metodológicas, riquezas disciplinarias, el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM es un espacio de convivencia armónica en el que se trabaja en un ambiente colaborativo y afable. Dirigirlo ha sido una experiencia que avizoro será inolvidable.

El lunes pasado, por ejemplo, las personas candidatas presentaron su planes de trabajo ante un nutrido y expectante grupo de personas académicas y administrativas –y algunas visitantes– que, de manera virtual o presencial, les escucharon y aplaudieron con interés y respeto. Al final hubo abrazos y parabienes.

En realidad el evento fue la continuidad de los encuentros mensuales que con puntualidad y entusiasmo celebra la comunidad desde hace ocho años en la Agenda de Deliberación Institucional o de los seminarios –nutridos e intensos– a los que convocó el Consejo Interno para analizar los métodos académicos idóneos para estudiar los fenómenos con relevancia jurídica. La participación e intercambios fueron de una riqueza que honra a la universidad pública de la que formamos parte.

En la exposición de las personas aspirantes hubo –como debe ser– matices, diferencias y coincidencias. Entre estas últimas destaco el valor de la unidad que nos distingue; la importancia de mantener vigente y pujante la perspectiva de género en los procesos, decisiones e investigaciones institucionales; y el compromiso por consolidar la Estación Noroeste de Investigación y Docencia “Héctor Felipe Fix-Fierro” (EDIN) en la ciudad de Tijuana, Baja California.

Ese proyecto maduró durante décadas y se materializó en estos años pero demanda atención, dedicación, esfuerzo y cuidado. Con un programa de doctorado pujante, seminarios permanentes, publicaciones existentes y la mejor biblioteca jurídica en el norte del país, la EDID es un modelo de lo que un instituto de investigaciones debe aportarle a México sobre temas transfronterizos. Investigación, docencia y cultura con responsabilidad y compromiso.

Hace ocho años comprendí que nuestro quehacer universitario debía ser metodológicamente sólido, políticamente imparcial y socialmente útil. Hoy tengo la oportunidad de refrendar esa convicción y de confiar en que la comunidad del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, junto con la persona que la dirija, seguirá esa senda fértil y prometedora.

Dejo un apunte final: las dinámicas de designación en la UNAM son participativas, interesantes, intensas e inciertas. Por eso he dicho y reitero que la Junta de Gobierno es una instancia estratégica de estabilidad y gobernabilidad institucional. He pasado cuatro veces por ahí y puedo decirlo con experimentada convicción. Mis respetos a las quince personas que la integran.


NOTAS:
1 Se reproduce con autorización del autor, publicado en El Financiero, el 31 de agosto de 2022.

Formación electrónica: Yuri López Bustillos, BJV
Incorporación a la plataforma OJS, Revistas del IIJ: Ignacio Trujillo Guerrero