La migración irregular, un nuevo reto para México

Publicado el 8 de diciembre de 2022

Carlos Antonio Rico Hernández
Estudiante de la maestría en Política criminal, Universidad Autónoma de San Luis Potosí
carlosricoescorpion@gmail.com

“No hay viento favorable para el que no sabe adónde va”
Seneca

Los cambios políticos, económicos, sociales, de seguridad e incluso climatológicos han generado un nomadismo, como en la época prehistórica, pero evolucionado a un entorno actual, donde más que de supervivencia, es para un mejor vivir; esto implica que el migrar se vuelve necesario para dicho sector afectado.

Es donde México tiene una gran importancia del factor migratorio; ya que por la situación geográfica en la que se encuentra nuestro país al colindar con una gran potencia como los Estados Unidos, se convierte en el paso forzoso para llegar al tan anhelado sueño americano, buscado por personas de otras naciones e incluso de la nuestra.

En el año de 2018, el factor migratorio de países de Centroamérica, Sudamérica e incluso Intercontinentales se vio intensificado de forma desmedida, lo que ocasiono que colapsara la política migratoria del actual gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO).

Derivado de la sobrepoblación en las fronteras del sur de México, se comenzaron a formar caravanas de extranjeros irregulares, los cuales a través de la unión de personas de una nación o diversas naciones, a manera de grupo, buscaban dos objetivos principales: el primero ha sido llegar mediante el tránsito por el territorio hasta la fronteras del norte de México, para posteriormente buscar cruzar hacia los estados unidos; el tránsito de un gran número de personas de forma colosal, comenzó a despertar la atención del gobierno mexicano, generando posteriormente el segundo objetivo de las caravanas migrantes, ya que a través de la presión al Estado mexicano, dicho gobierno comenzó a buscar atender esta crisis humanitaria.

La situación generó mucha polémica, ya que al verse rebasado el estado mexicano en materia de política migratoria y al no dar basto el Instituto Nacional de Migración en atención a los extranjeros, comenzó a colapsar la frontera sur; y a pesar de la gran cantidad de esfuerzos del gobierno por cumplir con su política migratoria basada en el respeto absoluto de los derechos humanos de los extranjeros, la migración regular, ordenada y segura, así como buscar una responsabilidad compartida con las naciones parte por medio de diálogos a través de la Secretaria de Relaciones Exteriores, aunado a proteger la integridad física y psicológica de los extranjeros, esto no fue así, debido a que en gran cantidad, las personas de muchas naciones comenzaron transitar de forma desmedida por el territorio mexicano, por lo que el estado mexicano requirió la intromisión de las fuerzas armadas en el tema migratorio, ya que a través de las acciones coordinadas por el estado mexicano con la Secretaria de la Defensa Nacional, la Secretaria de Marina, incluso la nueva investidura de la milicia a través de su Guardia Nacional, con el pretexto de catalogar a la migración como tema de Seguridad Nacional, por el “RESPETO DE LA SOBERANIA DE LA NACIÓN”, dio inicio a diversas violaciones de los derechos humanos de los extranjeros migrantes por la falta de tacto en los controles de contacto por parte de las fuerzas armadas.

Todo esto formó diversas posturas, tanto a favor como en contra, por las acciones que tomó el gobierno de México ante la crisis civilizatoria, continuando en todo momento acciones de coordinación por parte del Instituto Nacional de Migración con las Fuerzas Militares, desde el 2018 y hasta la actualidad en la que han tratado de realizar acciones de contención y retención más que de regularización de extranjeros irregulares.

No todo está mal, ya que dentro del Instituto Nacional de Migración (INM), comenzó un cambio estructural de mandos y agentes federales de migración, ya que dicho gobierno detecto demasiada corrupción dentro de sus filas; una estrategia que fue muy atinada por parte del INM, y la Secretaria de Gobernación al depurar el personal corrupto como parte integral de un verdadero cambio, además la constante profesionalización, y capacitación de los agentes federales de migración respecto a los temas de protección de los derechos humanos, aunado al incremento de elementos migratorios de los denominados BETAS y OPIS, que son grupos de agentes federales de migración que tienen un gran valor por su constante apoyo y profesionalismo en el contacto con extranjeros vulnerables, lo que ha propiciado un verdadero trasfondo al querer cambiar la antigua percepción del instituto Nacional de Migración.

La verdadera problemática se encuentra en el respeto de los derechos humanos de los extranjeros como personas vulnerables, ya que las personas migrantes se enfrentan a muchas dificultades para tratar de buscar un mejor porvenir, incluyendo la migración condicionada por la delincuencia organizada, el coyotaje, la extorsión, los abusos sexuales, perfilamiento racial, la exclusión del núcleo familiar de los extranjeros y la compra de documentos falsos con el engaño de estar regulados por personas ajenas a la autoridad migratoria, entre muchos otros, por lo que es necesario generar, por parte del gobierno de México, una política integral migratoria a largo plazo, en la que se incluyan diversos aspectos para la protección, respeto, difusión y garantía de los derechos humanos.

No se puede negar el hecho de que el Estado mexicano se encuentra reestructurando día a día la política migratoria debido a la gran demanda de la sociedad en atender este tema que se ha incrementado en la actualidad, por lo que es importante buscar la no violencia contra los extranjeros, y evitar el transito clandestino de los migrantes, y no caer en perfilamiento racial ni la represión, sobre todo por las fuerzas armadas al tener una formación distinta a la de proximidad y prevención social, convertido en seguridad humana.

Un gran cambio se puede lograr, a través de una política migratoria en donde se involucre no sólo al Estado mexicano, sino también a la sociedad, ya que para un verdadero cambio, se requiere una gran cohesión social.

Formación electrónica: Yuri López Bustillos, BJV
Incorporación a la plataforma OJS, Revistas del IIJ: Ignacio Trujillo Guerrero