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¿Están preparados los operadores jurídicos para la era de la inteligencia artificial?

Publicado el 31 de marzo de 2023

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Oscar Rafael Hernández Meneses
Maestro en Derecho por la UNAM/ director del
Laboratorio Virtual sobre Derecho y Desarrollo Sostenible
emailrafahm93@hotmail.com

Hace unos días, mientras visitaba el blog del multimillonario y filántropo Bill Gates me encontré con uno de sus artículos más leídos en lo que va de marzo de 2023: The Age of AI Has Begun. En este texto Gates comparte sus experiencias y reflexiones sobre la Inteligencia Artificial (IA), un tema que, según él, será tan revolucionario como la creación de las interfaces gráficas que se popularizaron en los equipos de cómputo en la década de los años ochenta.

Como un filántropo multimillonario preocupado por temas globales, Gates ha reflexionado sobre cómo la IA puede contribuir a reducir las peores desigualdades del mundo. En este sentido, ha identificado cuatro áreas clave en las que la IA puede tener un impacto significativo: educación, productividad y salud.

En el ámbito educativo se destaca el gran avance que ha supuesto la inclusión de las computadoras y el desarrollo de redes globales de conocimiento en términos de accesibilidad y alcance. No obstante, se observa que estos avances no se han traducido en un rendimiento estudiantil significativo. Además, se hace referencia al declive de los conocimientos en matemáticas en varios sectores y regiones, lo que indica que aún queda mucho por hacer para aprovechar plenamente el potencial de la tecnología en la educación.

A pesar de los avances tecnológicos en el campo del derecho todavía existe mucho escepticismo entre los operadores jurídicos sobre el uso de estas herramientas. Por ejemplo, a pesar de la gran cantidad de datos y recursos disponibles en revistas científicas y libros de acceso abierto muchos profesores todavía prefieren limitarse a fuentes descontextualizadas de hace 30 años. Además, es preocupante la poca importancia que se otorga a materiales como videos académicos y documentales en línea para el aprendizaje jurídico, así como la persistente reticencia hacia la educación a distancia en este ámbito (pese a haber tenido éxito en tiempos de pandemia).

En cuanto a la productividad, la entrada en escena del Chat GPT ha generado polémica y dudas sobre nuestra eficiencia en comparación con la IA. De hecho, la capacidad del GPT para completar tareas especializadas en cuestión de segundos ha puesto de manifiesto las limitaciones que tenemos los humanos para realizar estas mismas tareas, las cuales nos pueden llevar horas o incluso días.

Los datos son esenciales para el aprendizaje de cualquier tarea ya que nuestro cerebro se entrena con base en la información que recopilamos. En el ámbito del derecho y del trabajo administrativo la redacción de oficios, escritos, respuestas y argumentos requiere de un manejo preciso de datos. En este sentido, el Chat GPT puede ser de gran ayuda ya que es capaz de redactar de manera efectiva solicitudes y motivaciones en cuestión de segundos. Recientemente realicé un experimento en el que pedí a uno de mis colaboradores que redactara un oficio solicitando insumos administrativos, lo cual le llevó cerca de media hora y aun así faltaron algunos elementos importantes en su redacción. En contraste, el Chat GPT redactó un escrito con precisión y motivación en menos de un minuto.

Es importante tener en cuenta que la inteligencia artificial, como el Chat GPT, no tiene la capacidad de desplazar el trabajo jurídico-administrativo ya que su uso ha demostrado algunos falsos razonamientos. No obstante, es cierto que puede ser considerada como una herramienta para aumentar la productividad en determinados aspectos de la labor jurídico-administrativa. En este sentido, la incorporación de esta IA a un grado de un súper-asistente puede ayudar a aliviar a los profesionales de tareas rutinarias y repetitivas que pueden quitarles tiempo. Si bien es necesario asegurarse de que los resultados sean válidos y fiables antes de tomar una decisión final la incorporación del Chat GPT como súper-asistente puede mejorar la eficiencia de los profesionales, permitiéndoles centrarse en tareas más complejas y críticas, lo que puede llevar a una mayor satisfacción de resultados en lo general.

En relación con el campo de la salud, Gates destaca los avances que se han producido en la atención médica gracias al uso de la inteligencia artificial (IA). En particular, señala que la IA puede ayudar a maximizar el tiempo de los trabajadores de la salud, permitiéndoles concentrarse en tareas que requieren su experiencia y conocimiento en lugar de tareas administrativas que les restan tiempo. Además, destaca que la IA puede mejorar la toma de decisiones al aprovechar las enormes bases de datos disponibles en temas biológicos, algo que una persona no podría procesar en tan corto espacio de tiempo. Este aspecto resulta especialmente interesante ya que la IA puede analizar grandes cantidades de información de manera eficiente y rápida, proporcionando información relevante y útil para la toma de decisiones clínicas y ayudando a mejorar la calidad de la atención médica. No obstante, es importante tener en cuenta que siempre es necesario contar con la supervisión y aprobación de un profesional humano para asegurar que las decisiones tomadas sean las más adecuadas en cada caso.

Resulta interesante la forma en la que Gates destaca el valor que la inteligencia artificial (IA) puede aportar a través del aprovechamiento de datos, especialmente en el contexto de la pandemia de COVID-19. Las bases de datos disponibles en relación con virus, bacterias y hongos, tales como artículos, libros, experiencias y políticas pueden ser utilizadas para mejorar nuestro entorno a través del desarrollo de políticas públicas más integrales y sostenibles. De lo contrario estas bases de datos pueden quedar en desuso y desaprovechamiento, tal y como ha sucedido en el pasado con muchas bibliotecas. El papel de la IA es fundamental para analizar y procesar grandes cantidades de información de manera eficiente, asertiva y efectiva proporcionando información valiosa y útil para la toma de decisiones y la mejora de la calidad de vida de las personas.

Lo anterior, pudiera ser aplicable para enormes bases de datos en materia jurídica como:

 Plataforma Nacional de Transparencia.

 Semanario Judicial de la Federación.

 Buscadores de sentencias nacionales,

regionales e internacionales.

 Bases múltiples de datos del INEGI.

 Plataformas de archivos federales y estatales

 Bibliotecas universitarias open access.

 Bases de datos ambientales.

 Bases de datos sobre criminalidad de las fiscalías y seguridad pública.

 Datos electorales.

 Informes de gobierno.

En México tenemos una riqueza de información en datos, su aprovechamiento asertivo y académico puede tener impacto considerable en la mejora de nuestra calidad de vida. Puede ser útil para mejorar las políticas públicas, los planes de desarrollo, identificación de patrones de conducta, la mejora de efectos en la reparación de daños, e incluso hasta el enfoque de los temas de tesis de estudiantes de licenciatura y posgrado.

Para concluir: ¿están preparados los operadores jurídicos para la era de la inteligencia artificial? Si bien no se puede generalizar, es cierto que hasta ahora se ha carecido de creatividad en el abordaje de estos temas, y aún no se ha logrado superar el hiperformalismo jurídico que a menudo se percibe como una visión distorsionada, politizada y descontextualizada del derecho. La incorporación de la inteligencia artificial presenta un nuevo desafío, y es fundamental despojarnos de las ataduras del derecho hiperdogmático para transitar hacia una práctica jurídica más actualizada y eficiente capaz de responder a los desafíos de nuestra era, como el cambio climático y las enfermedades. Una práctica que aborde los derechos humanos, no solo como “derechos” sino que contemple los deberes y libertades fundamentales, una práctica que aborde la sostenibilidad, las tecnologías y la complejidad de manera integral.

Es alentador ver que muchos operadores jurídicos están trabajando en romper esquemas hipertradicionales y abriendo camino a nuevas formas de práctica jurídica que permitan aprovechar al máximo las ventajas que ofrece la tecnología y la inteligencia artificial. Es importante fomentar la innovación y la creatividad en la práctica jurídica con el fin de garantizar una justicia más eficiente, accesible y efectiva para todos y todas.


Formación electrónica: Yuri López Bustillos, BJV
Incorporación a la plataforma OJS, Revistas del IIJ: Ignacio Trijillo Guerrero