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Hamilton y el envío de tanques

Publicado el 11 de abril de 2023

Víctor Collí Ek
Investigador de la Universidad Autónoma de Campeche
emailvimcolli@uacam.mx

Con la colaboración de los estudiantes de la licenciatura en Derecho:
Victoria de la Torre Cocom, Alvar López Guerrero y Gabriela Vela Carrillo

Abrimos Netflix y nos encontramos con una muy importante serie denominada: “The G Word”, creada por el comediante Adam Conover y producida por el expresidente Obama. El objetivo fundamental es mostrar la gran importancia que tiene el gobierno de los EUA en diversos aspectos de la vida de las personas. La serie está compuesta de seis capítulos y dos nos interesan especialmente en este momento: primero, el denominado “Money” donde explica el sistema bancario, monetario y fiscal; segundo, el capítulo “Future” donde se aborda la creación del GPS, los drones y la industria militar.

Cuando hace nos días leímos en las noticias del mundo que finalmente, después de una fuerte discusión, se decidió que se enviarían a Ucrania 31 tanques Abrams por parte de los EUA, 14 Leopard2 por parte de Alemania y 14 Challenger del Reino Unido, muchas lecturas se pudieron hacer. En este caso, mi lectura es sobre las políticas económicas que se pueden hacer usando ese hecho como pretexto, y específicamente dos preguntas. Primera: ¿por qué la gran diferencia cuantitativa —más del doble— del número de tanques del país americano en relación con los europeos? Segunda: ¿a qué se debe que los tanques norteamericanos sean los más desarrollados tecnológicamente?

Reitero: la lectura no es sobre el tema de Ucrania, sino las diferencias que encontramos en el contenido del envío, sobre entender las causas que llevarían a las respuestas de las dos preguntas planteadas, desde la visión de política económica. Pensemos que es un pretexto para abordar formas de entender la economía. Y, en ese sentido, los capítulos de la serie de Netflix y el envío de los tanques tienen un común denominador: el papel del gobierno en el desarrollo de la economía de un país.

Lo anterior me lleva a pensar en Alexander Hamilton en su papel de político pero especialmente su pensamiento y actos económicos. Hamilton es considerado uno de los padres fundadores de los Estados Unidos. Estableció algunas de las instituciones fundamentales que apuntalan la Revolución Industrial de su país y su emergencia como una nación poderosa y exitosa.

El legado económico mayor de Hamilton lo hizo siendo Secretario del Tesoro durante la presidencia de Washington, a quien conoció al unirse al ejército revolucionario para pelear contra los británicos.

¿Qué elementos nos aparecen en la atención del pensamiento y empuje de Hamilton? En primer lugar, estableció un sistema bancario a fin de poder otorgar créditos para expandir el sistema comercial con el centro en un Banco Nacional de los Estados Unidos y con una reserva nacional para hacer posible expandir el crédito rápidamente. Con ello se pudo desarrollar una infraestructura de caminos y canales de manera muy exitosa.

En segundo lugar, reestructuró y consolidó las deudas de los estados después de la Guerra de Independencia. Aunque sospechoso al inicio, el gobierno federal adquirió un estable y transparente balance que hizo de los EUA un país con un gobierno independiente capaz de acceder a créditos.

En tercer lugar, rechazó el “laissez faire” que era la política económica aplicable en el Reino Unido en su época. En ese sentido favoreció un gobierno activo, especialmente con el pesamiento de que a través de subsidios y tarifas se podría desarrollar nueva tecnología y manufactura. Esas ideas no fueron inicialmente aceptadas, pero sin duda están de trasfondo en el despegue industrial de ese país.

En el Reino Unido actualmente existe un debate sobre los méritos de una “estrategia industrial de defensa” contra la de “comprar del estante”. Sin embargo, siguiendo el pensamiento de Hamilton, los EUA —como nos muestra la serie de Netfllix— no tienen esta discusión, para ellos lo primero debe ser adoptado indiscutiblemente. Por ello vemos que se apoyan industrias como la aeroespacial, el de la cibertecnología, comunicaciones; no es azar que, por ejemplo, los origenes de internet o el GPS sea en la inversion y desarrollo de tecnología militar.

Por otro lado, es un fuerte defensor —en conjunto con Adam Smith— de la productividad apoyada por el gobierno —apoyos diseñados para incentivar la competencia— de ahí los avances en robótica, impresoras 3D, nuevos materiales, fuentes de energía.

Para cerra: ¿cómo responder esas preguntas? Convencido de que pueden haber varias respuestas. Desde el pensamiento de Hamilton existe una lógica: el Estado ha intervenido en la economía pero en sectores particulares y estratégicos que los han llevado a un desarrollo significativo.


Formación electrónica: Yuri López Bustillos, BJV
Incorporación a la plataforma OJS, Revistas del IIJ: Ignacio Trujillo Guerrero