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Hablemos de estaciones migratorias señor presidente, su nombre no es “albergue”

Publicado el 17 de abril de 2023

Rocío Mercado
Abogada especialista en Legislación y procesos migratorios mexicanos
emailrociomercadoml91@gmail.com

En una estación migratoria bajo la actual Administración Pública Federal murieron personas que fueron privadas de la libertad sin cometer ningún delito, migrar sin un documento que avalara su regular estancia, fue un acto que les costó la vida en nuestro país.

De acuerdo con la Ley de Migración una estación migratoria es “la instalación física que establece el Instituto Nacional de Migración para alojar temporalmente a los extranjeros que no acrediten su situación migratoria regular, en tanto se resuelve su situación migratoria”.

Sin embargo, esto no define la realidad de las estaciones migratorias en México, estos son espacios físicos que cuentan con todas las características de una cárcel, además de ser un espacio violatorio de derechos humanos y de los acuerdos establecidos por México en tratados internacionales, en estos espacios se lleva a cabo la privación de la libertad arbitraria a personas migrantes con la justificación de ser una “presentación” para revisión de su situación migratoria [Ley de Migración, artículo 3O, fracción XXIV]. Cabe destacar que esta revisión migratoria ¡puede durar hasta 60 días hábiles en detención! [Ley de Migración, artículo 111], contrario a lo que establece la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, es decir, es aún más indignante dicha privación de libertades comparado con el hecho de que si cometes un delito en México y no hay pruebas en tu contra puedes salir en libertad en máximo 72 horas, pero si eres migrante irregular tu libertad costará más tiempo.

En estos espacios físicos se castiga a la migración desde diversas aristas: se ejerce la incomunicación de las personas detenidas, se obstaculiza la representación y defensa legal, hay maltrato físico y psicológico por parte de servidores públicos, las condiciones de las instalaciones son deplorables, mientras esperas “resolución de tu situación migratoria” serás alojado en una celda que sobrepasa la capacidad de personas. Asimismo, te permiten una llamada a tu representación consular, pero únicamente con el fin de corroborar tu identidad y comenzar a trabajar los documentos necesarios para tu deportación; el debido proceso no existe ni se implementa en estos espacios, por ejemplo, el derecho de audiencia y defensa o aportación de pruebas ni siquiera lo conoce el personal que opera en el lugar, pues nunca ha sido implementado, ¿necesita prueba de ello señor presidente, estimado lector o lectora? Les invito a revisar un expediente migratorio.

Las estaciones migratorias son espacios que, por la falta de observancia y la incorrecta regulación de la política migratoria mexicana, constantemente se prestan a abusos de autoridad y corrupción, basta con escuchar a las personas que han logrado salir de una estación migratoria, pregúnteles: ¿cómo lograron su salida?

Las estaciones migratorias son espacios que, por la falta de observancia y la incorrecta regulación de la política migratoria mexicana, constantemente se prestan a abusos de autoridad y corrupción, basta con escuchar a las personas que han logrado salir de una estación migratoria, pregúnteles: ¿cómo lograron su salida?

¿Qué hubiera hecho usted, señor presidente, si tuvieran detenidos a 39 mexicanos en estas condiciones en otro país y hoy la noticia fuera “39 mexicanos mueren en manos del gobierno extranjero por no tener una situación migratoria regular”? Seguramente buscaría las palabras precisas para enunciar la problemática ante la que nos confrontamos como paisanos, o bien, en términos generales, como personas sensibles al contexto en el cual una persona migrante pierde la vida; por ello, lo insto a conocer sus propias instituciones desde su denominación, así como sus funciones y marcos normativos para evitar caer en generalizaciones que poco —o nada— aportan al conocimiento de la verdad y la justicia, hoy negada a las personas migrantes que fallecieron en Ciudad Juárez.

Estás personas perdieron la vida en el intento de hacer valer sus derechos y, en este sentido, el gobierno mexicano debe hacerse responsable de la reparación del daño, que esta historia no se repita y que se comiencen a implementar las medidas necesarias para que las estaciones migratorias no operen con total impunidad, incluso desaparezcan, pues la política migratoria en México debe ser meramente administrativa.

¡La migración irregular en México no es un delito!

Las personas migrantes no deben ser privadas de la libertad, mucho menos morir en nuestro país en manos del gobierno.


Formación electrónica: Yuri López Bustillos, BJV
Incorporación a la plataforma OJS, Revistas del IIJ: Ignacio Trujillo Guerrero