A propósito de las dictaduras de las minorías

Publicado el 18 de abril de 2023

Raymundo P. Gándara
Lector Sénior en Bureau de Investigación y Docencia
de Conocimiento de Fronteras. S. C.
rp_gandara@hotmail.com

Las minorías de todas las geometrías ideológicas están al asecho, al asalto del poder, ya probaron que pueden doblegar no sólo a las autoridades (hacer lo “políticamente correcto”), sino también al sentido común, la estatua de Colón fue un ensayo elocuente.

¿Qué esta por venir? Entre otras muchas cosas destruir, están los símbolos patrios, para ellos de “oprobiosa discriminación”: el Himno Nacional, las feministas “lucharan” porque se quite aquello de “un soldado en cada hijo te dio”, ¿y ellas qué? Las discrimina; los ateos “lucharan” porque se elimine toda idea religiosa, por ejemplo, “por el dedo de Dios se escribió”; los activistas pacifistas que de plano se elimine el Himno proponiendo uno de “amor y paz”, porque el de México es un Himno guerrerista, “Mexicanos al grito de guerra, el acero aprestad…”; los promotores de la fraternidad universal votarán porque se cambie aquello de “Mas si osare un extraño enemigo”, ya que se puede interpretar como xenófobo; los transgénero exigirán ser considerados en algún verso pues el Himno es machista está escrito por hombres y para hombres (hasta decir Dios es masculino); los promotores del lenguaje inclusivo exigirán una transformación a fondo, por ejemplo, que el verso diga “por le dede de Des se escrivie”; los que “sí hablamos inglés” que de plano se escriba y se cante el Himno en inglés, es más cool; los ultraconservadores que mejor se escriba y se cante en francés, es lo elegante, lo refinado; la comunidad LGBT que sea revindicada integrándola al Himno en el verso “ciña oh patria tu cienes de olivo de la paz el Arcángel…” que éste, el arcángel, sea sustituido por un término que haga alusión a su comunidad. Así cada quien reclamará sus “legítimos derechos humanos”. Más los otros que aleguen sus propias causas, sus propios derechos humanos.

El Escudo Nacional también estará en la mira: los defensores de los animales condenarán la exhibición de crueldad animal que hay en el Escudo, argumentarán que en ello existe un mensaje subliminal para lo niños y jóvenes, que es una apología a la violencia exhibir una águila “asesinando” a una serpiente; los veganos patriotas recomendarán que únicamente se quede como escudo el nopal, ya que además de ser un sano alimento es muy representativo de México; los martín-morenistas demostraran mediante sesudos estudios que eso del águila, la serpiente y el nopal no llega ni leyenda que es pura superchería igual que la historia nacional, por lo que recomendarán que mejor se cree una nueva bandera, por ejemplo, una bella combinación a manera de fractales de estrellas con barras, eso sí, con treinta y dos estrellas y las barras con los colores patrios, que sean tres barras haciendo alusión a la unidad suprema del T-MEC; las extremistas femeninas de la inclusividad, se opondrán a que se llame “el Escudo Nacional”, dirán que lo correcto debe ser “le Escude Nacionel”.

La Bandera Nacional también tiene sus detractores. Siguiendo la línea de lo antes dicho, los próceres del lenguaje inclusivo solicitarán que se le distinga como “le Bandere Nacionel”; los conservadores se pronunciaran porque se regrese a la Bandera Trigarante, con ella se sientan las base para estatizar la religión y se allana el camino para un nuevo Iturbide; los católicos, fanáticos religiosos, propondrán que mejor se use el estandarte independentista del “cura” (nótese el acento religioso) Miguel Hidalgo (que el Presidente Fox ya nos dio el ejemplo), pues es innegable que “los mexicanos somos guadalupanos”; que el Escudo en la Bandera lleve en la rama de laurel los colores del arcoíris y en la rama de encino el color violeta; las ultrafeministas exigirán que se quite el rojo de la Bandera Nacional pues consideran que es una franca alusión a la menstruación, lo cual es una afrenta a la dignidad de la mujer.

Este es uno, entre otros muchos “tsunamis” que vendrán… “En efecto, dices bien, es una lástima que algunos personajes hayan de tener en este mundo especial privilegio por encima de todos los demás…para ahogarse y ahorcarse cuando quieran sin que nadie les diga nada” (Hamlet).

Formación electrónica: Yuri López Bustillos, BJV
Incorporación a la plataforma OJS, Revistas del IIJ: Ignacio Trujillo Guerrero