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¿Qué país quiere la mayoría? 1

Publicado el 26 de julio de 2023


Luis de la Barreda Solórzano

Investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas, UNAM,
email lbarreda@unam.mx


En la elección de 2024 se estará jugando, como nunca en los últimos 100 años, el rumbo que ha de seguir el país en asuntos de la mayor relevancia al entrar en el segundo cuarto del siglo XXI. No se tratará de unos comicios en los que las opciones varíen sólo en los matices de los programas de los partidos contendientes, las promesas y la personalidad de los candidatos, sino de un dilema dramático.

¿Qué país quiere la mayoría de los ciudadanos? Una de las opciones es continuar por la senda del último lustro. Un país en el que un porcentaje considerable —aunque minoritario— de la población reciba dinero en efectivo que quizá permita a algunas familias una cena decorosa en lugar de irse a la cama con el estómago vacío, pero en el que:

a) A pesar de la dotación de marmaja, continúe aumentando la cantidad de mexicanos pobres y en pobreza extrema;

b) Sigan empeorando los servicios de salud, los enfermos de cáncer —niños incluidos— se vean privados de los medicamentos que requieren para seguir aferrándose a la vida, la mayoría de los niños no tenga acceso al esquema completo de vacunación, se recorte cada vez más el presupuesto de los institutos especializados, el desabasto de medicamentos sea cotidiano, la atención pública a la salud sea inaccesible para cada vez más mexicanos (hoy son 36 millones, 20 millones más que al empezar este gobierno) y decrezca aún más la esperanza de vida;

c) La educación básica se empobrezca cada vez más, desprecie la gramática, la lectura y las matemáticas, fustigue los méritos individuales, carezca en buena parte de las escuelas de la infraestructura básica, se inculque a los alumnos la idea —propia del fascismo y el comunismo— de que la verdadera libertad no es la individual sino la colectiva, así como el dogma propiciador de odio y resentimiento de que todos, sin excepción, somos opresores u oprimidos;

d) La incidencia de homicidios, secuestros y extorsiones continúe ascendiendo, y muchas zonas del país —pueblos, carreteras, ciudades— estén en manos del crimen organizado, que incluso controla elecciones, y ante ese sunami de criminalidad la respuesta no sea la profunda profesionalización de ministerios públicos y policías, sino chistoretes tan poco afortunados como el de que se va acusar a los criminales con sus papás y sus abuelos;

e) El medio ambiente se siga deteriorando, el aire se siga envenenando, se siga devastando una selva maravillosa e inaudita con un proyecto que responde a un capricho despótico, similar al que destruyó la obra del nuevo aeropuerto internacional que representaría extraordinaria conectividad internacional, cientos de miles de empleos, progreso indudable;

f) Se sigan reduciendo los recursos para los refugios de víctimas de violencia familiar y no se vuelvan a instaurar las estancias infantiles, que permitían a tantas mujeres salir a trabajar o estudiar dejando a sus pequeños hijos en un lugar seguro y benéfico;

g) No se repongan las escuelas de tiempo completo, en las que los niños de zonas rurales o marginadas podían disfrutar de una comida nutritiva y sabrosa al menos una vez al día en lugar de alimentarse únicamente con tortillas y frijoles;

h) Los legisladores del oficialismo sigan abdicando de su tarea de legislar y sólo sean siervos sumisos de los designios del titular del Poder Ejecutivo;

i) Se prosiga aniquilando la democracia, se presione brutalmente al Poder Judicial —incluyendo la extorsión a ministros de la Suprema Corte y el encarcelamiento de jueces que eximan a acusados por falta de pruebas—, se utilice el derecho penal como instrumento de venganzas perversas, se injurie a los mexicanos que cuestionan las decisiones del gobierno, se calumnie a periodistas y académicos críticos, se gobierne solamente para los mexicanos que el gobierno considere pueblo bueno y se hostilice al resto, y se impida el acceso a la información que debiera ser pública;

j) Se reduzca aún más el presupuesto a las universidades, las ciencias, las artes, la innovación tecnológica, y

j) Se persista en la militarización del país, como si se quisiera comprar la voluntad de los altos mandos de las Fuerzas Armadas para cuando haga falta recurrir a ellos si las cosas no marchan como quieren los autócratas.

La anterior es sólo una lista incompleta. ¿Ese país quiere la mayoría de los ciudadanos?


NOTAS:
1 Se reproduce con autorización del autor, publicado en Excelsior, el 7 de julio de 2023: https://www.excelsior.com.mx/opinion/luis-de-la-barreda-solorzano/que-pais-quiere-la-mayoria/1596210

Formación electrónica: Yuri López Bustillos, BJV
Incorporación a la plataforma OJS, Revistas del IIJ: Ignacio Trujillo Guerrero