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El humanismo de la Cuarta Transformación

Publicado el 28 de julio de 2023


Jaime Cárdenas Gracia

Investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas, UNAM,
email jaicardenas@aol.com

I. INTRODUCCIÓN

El humanismo hunde sus raíces filosóficas en el mundo antiguo, principalmente en los espacios civilizatorios de Grecia y Roma 1. Su pretensión fundamental consiste en poner al ser humano en el centro de las reflexiones, de la cultura, de las instituciones y del derecho. Las entidades metafísicas que se llegan a idear se entienden al servicio del ser humano y sus preocupaciones, no como ocurría en las etapas previas, en donde las entidades metafísicas subordinaban el quehacer humano.

En el humanismo se reconoce la libertad y la autodeterminación del ser humano para que cada persona pueda definir su destino individual y desarrollar sus planes y proyectos de vida sin condicionamientos provenientes de variables ajenas a él. El ser humano, en el humanismo, no está atado a designios divinos, pero tampoco a los humanos que menoscaben su libertad y autonomía. En el humanismo todas las expresiones de la filosofía, la ciencia y la cultura tienen por fin propiciar seres humanos plenos y felices. Durante el periodo histórico de la Edad Media, por el influjo dominante de las filosofías y teologías cristianas, la persona humana fue reducida a criatura de la divinidad, subordinada y dependiente de ella. En los siglos XV y XVI se produjo una fuerte reacción a la escolástica en todos los ámbitos de la reflexión y el conocimiento —pensemos en Maquiavelo—, con el Renacimiento, la Enciclopedia y la Ilustración el ser humano recuperó la centralidad en la filosofía, la política y la cultura.

Son precursores del humanismo contemporáneo artistas como Dante, Petrarca y Boccaccio. En el mundo de la política y de la filosofía Erasmo de Roterdam y Tomás Moro. Todos los autores de la Enciclopedia y de la Ilustración, así como los activistas y políticos que participación en la Revolución Francesa o en la Independencia de los Estados Unidos, forman parte, aunque sea parcialmente, de esta tradición.

Desde luego, el positivismo de Auguste Comte abjuró de la religión como una etapa arcaica estimuló al humanismo en el siglo XIX. En Alemania, en ese siglo, el término humanismo fue acuñado en 1808 por el teólogo alemán Friedrich Immanuel Niethammer para aludir a los estudios centrados en los clásicos griegos y romanos justo como lo haría en el siglo XX el gran literato mexicano Alfonso Reyes.

En el siglo XX el humanismo ha tenido distintas orientaciones, se puede hablar de un humanismo cristiano en autores como Jacques Maritain, de un humanismo marxista en pensadores como Erich Fromm, del humanismo existencialista en filósofos como Heidegger o Sartre o de humanismo fenomenológico en Luypen, entre otras corrientes y versiones del humanismo contemporáneas.

El presidente López Obrador ha denominado a su proyecto político e ideológico humanismo mexicano. Éste se inspira en el pensamiento de los evangelizadores que defendieron y protegieron la naturaleza humana de los pobladores de México y los derechos de los indígenas durante la conquista 2 y, desde luego, tiene respaldo en las aportaciones políticas más importantes de la historia nacional, como las de Hidalgo y Morelos.

Como lo he descrito en otros trabajos, 3 el padre de la patria, Miguel Hidalgo y Costilla, expidió tres determinaciones aboliendo la esclavitud en 1810. En la primera, que fue publicada por el intendente de Valladolid José María Ansorena Caballero, se prohibía la esclavitud, se proponía la pena capital y la confiscación de bienes a los esclavistas y a los traficantes de esclavos así como se señalaba que las razones que propiciaban el bando eran las exigencias de humanidad y de misericordia hacia los seres humanos. En el segundo documento fechado el 29 de noviembre de 1810 y proclamado en Guadalajara, Jalisco, Hidalgo realizó una condena total a la esclavitud en la Nueva España estableciendo la pena de muerte a los esclavistas -adquirentes o comerciantes-, y fundado la prohibición en la naturaleza humana. Siete días después del anterior bando, Hidalgo emite en uno nuevo ratificando las prohibiciones y penas de los dos anteriores. 4

José María Morelos, el 17 de noviembre de 1810, manifestó en un bando que todos los habitantes de lo que hoy es México, sin distinción de origen, serían considerados americanos. En los Sentimientos de la Nación de 1813 expresó que en la próxima Constitución que debía darse en México se prohibiría totalmente la esclavitud para que lo que sólo distinguiera a los americanos fuera el vicio o la virtud. No obstante, la Constitución de Apatzingán de 1814 -la que nuca entró en vigor en todo el territorio nacional- no prohibió la esclavitud ni la reguló.

El recorrido histórico del humanismo mexicano en la concepción del presidente López Obrador comprende también a los pensadores y políticos de la Reforma, a los teóricos previos a la Revolución como los hermanos Flores Magón, a revolucionarios como Francisco I. Madero y a posrevolucionarios como Lázaro Cárdenas, que han puesto en el centro de los afanes políticos y de la transformación nacional al ser humano, principalmente a los más débiles y pobres, los que deben ser sacados de la injusta postración en la que han vivido en nuestro país durante siglos. En el mundo de la cultura, el humanismo mexicano de López Obrador encontraría seguramente fundamentos en las obras de Alfonso Reyes, Samuel Ramos o de Octavio Paz.

Es muy interesante reflexionar porqué López Obrador califica a su proyecto político e ideológico como humanismo mexicano y no como un movimiento de izquierda o progresista. Mis hipótesis son dos: 1) al considerar su proyecto como humanismo mexicano pretende incluir en él a muy amplios sectores sociales, políticos, y culturales de nuestra sociedad, así, el calificativo de izquierda o de progresista no tiene tal extensión, es decir, quiere con la expresión humanismo mexicano abarcar a más personas, más movimientos y preferencias políticas e ideológicas dentro del movimiento que lidera, y 2) humanismo mexicano ayuda a expresar cualitativamente y no solo cuantitativamente que la preocupación más trascendente de la cuarta transformación, desde la profundidad de la historia patria, son las personas, la gente como dice él, sobre todos los más pobres (“Primero los pobres” y “Con el pueblo todo, sin el pueblo nada”).

En las páginas que siguen explicaremos brevemente las características del humanismo en general, porqué los anteriores gobiernos, sobre todo el de Peña Nieto, con sus políticas neoliberales fueron contrarios al humanismo que busca representar López Obrador y su movimiento. También expondremos los elementos fundamentales del humanismo mexicano como los entiendo a la luz del discurso y la obra de gobierno de López Obrador y haremos una lectura crítica sobre las realizaciones y dudas que suscita el humanismo enarbolado por López Obrador.

II. CARACTERÍSTICAS GENERALES DEL HUMANISMO Y POR QUÉ LOS GOBIERNOS NEOLIBERALES SON ANTI HUMANISTAS (CON ÉNFASIS EN EL GOBIERNO DE PEÑA NIETO)

La mayor parte de las concepciones filosóficas sobre el humanismo destacan que cualquier esfuerzo filosófico, político, científico o cultural debe partir del ser humano, de sus capacidades intelectuales para satisfacer todas sus necesidades. 5 Hoy en día el humanismo jurídicamente está emparentado con los derechos fundamentales, los principios y procedimientos democráticos ya que son el marco que permite, hasta el momento actual, el mayor desarrollo de las personas. El humanismo no puede aceptar políticas ni instituciones que provoquen y ahonden la desigualdad socio-económica, pues en el humanismo se quiere que todas las personas posean los elementos básicos para su desarrollo (las personas empobrecidas y marginadas no cuentan con los instrumentos suficientes y necesarios para desarrollar sus talentos).

Seguimos, el humanismo pretende el desarrollo científico e intelectual del ser humano a través de una verdad que no debe ser metafísica, sino que se puede alcanzar por medio de la racionalidad, sin descuidar las variables emocionales y psicológicas del ser humano, además de las contextuales derivadas de la historia y el ambiente. El humanismo vuele a los clásicos de la antigüedad porque ellos vieron en el ser humano el centro de toda reflexión política, filosófica y cultural -el humanismo permitiría cuestionar a la sociedad de consumo contemporáneo y al economicismo que exclusivamente pretende maximizar la riqueza sin advertir la integralidad del ser humano. El humanismo quiere una reforma de las sociedades en todos los ámbitos, principalmente en el cultural, para que éstas generen condiciones de mayor libertad e igualdad. En el humanismo la dignidad humana y la autodeterminación son los fundamento y el fin del Estado. Todas las instituciones, el derecho y los modelos de sociedad o económicos deben estar puestos al servicio de cada ser humano.

Las políticas neoliberales que han estado en vigor en México y en el mundo en las últimas cuatro décadas son antihumanistas porque no han puesto las instituciones, el derecho y la economía al servicio de todas las personas, principalmente de los más desvalidos y pobres. Veamos como ejemplo al gobierno de Peña Nieto, este promovió una gran cantidad de reformas constitucionales y legales que se denominaron estructurales, ya que tenían por objetivo modificar la estructura económica nacional que había sido establecida en el marco jurídico constitucional de nuestro país. Son reformas que en el discurso oficial pretendían el libre mercado, la competencia económica, el combate a los monopolios y la promoción de la inversión nacional y extranjera, pero que en los hechos persiguieron otros objetivos que comprometieron la autodeterminación nacional y afectaron los derechos de los más pobres. Se trata de reformas que propusieron un modelo económico de nación muy diferente al que fue consagrado en los principios sociales de la Constitución de 1917 y en sus reformas posteriores, mismas que llegaron hasta la primera mitad de la década de los ochenta del siglo XX. La mayor parte de las modificaciones jurídicas constitucionales acaecidas en el gobierno de Enrique Peña Nieto son consecuencia de recomendaciones de los organismos financieros internacionales o son producto de los acuerdos comerciales o de seguridad de nuestro país con el exterior y no necesariamente surgieron de las necesidades sociales ni tuvieron por fin garantizar los derechos de las personas, principalmente de los más excluidos.

En el sexenio de Peña Nieto deliberadamente se impulsó una agenda de transformación compatible con las características económicas, políticas y jurídicas que el neoliberalismo ha tenido en nuestro país: desmantelamiento del Estado del Bienestar; reducción de los derechos económicos, sociales, culturales y ambientales en contra de los derechos de los gobernados; saqueo de los recursos naturales en beneficio de las trasnacionales y de los poderes geopolíticos; homologación de nuestro sistema jurídico al derecho anglosajón; populismo penal que pretende resolver los problemas de seguridad con medidas puramente represivas; privatización del derecho público; subordinación del ordenamiento nacional al supranacional y a las redes jurídicas del neoliberalismo; democracia electoral de baja intensidad, sin fuerte democracia participativa, directa, deliberativa y comunitaria; acuerdos internacionales no aprobados por el Senado y mucho menos por los ciudadanos; pérdida de soberanía; apuntalamiento jurídico del modelo económico neoliberal para beneficiar a los poderes fácticos nacionales y trasnacionales; integración económica de nuestro país a los Estados Unidos, entre otros notas destacadas. 6

Si revisamos cada una de las reformas de ese gobierno advertimos que poseen rasgos claramente neoliberales, lo que no significa que desde años anteriores -desde la década de los ochenta del siglo XX- no se hubieran ya introducido en nuestro sistema jurídico modificaciones de ese género, lo que caracteriza a las reformas del gobierno de Peña Nieto comparado con las de los otros gobiernos neoliberales previos de México es la magnitud de los cambios y la brevedad del plazo en el que fueron aprobados. Las explicaciones de porqué se dieron esas reformas en tan corto lapso de tiempo y de manera atropellada -con violación a las decisiones políticas fundamentales, los procedimientos legislativos y parlamentarios-7 son diversas, una de ellas, desde mi punto de vista muy importante, tiene que ver con el pretendido fundamento de legitimidad política de ese gobierno, que no era interno -no devino de los ciudadanos-, sino fundamentalmente externo -se debió a los intereses trasnacionales.

Cada una de las reformas explicita su carácter neoliberal. La reforma energética tuvo por propósito entregar los recursos energéticos y la renta petrolera de la nación al poder trasnacional. Favorece el desmantelamiento del Estado y nos subordina a los intereses geopolíticos de los Estados Unidos. Desarticula el Estado del Bienestar mexicano y privatiza el derecho público mexicano. La trascendencia de la reforma energética reside en poner fin al paradigma constitucional y de desarrollo que se inició con la Constitución de 1917 cuando se expresó la propiedad originaria de la nación sobre el territorio, sus recursos naturales y su explotación a cargo exclusivamente de la nación. La soberanía nacional se redujo con esta reforma sensiblemente por la presencia de las grandes corporaciones trasnacionales de la energía en el territorio nacional, pues éstas están vinculadas a los centros financieros, políticos y militares más importantes del planeta. De esta suerte, la autodeterminación de nuestro país se colocó, sin matiz alguno, en la órbita de los intereses geopolíticos estadounidenses.

En cuanto a la reforma en telecomunicaciones y radiodifusión podemos decir que no garantiza el derecho a la información ni protege adecuadamente los derechos de las audiencias. Es una reforma para que las oligarquías nacionales y trasnacionales hagan negocios a costa de los recursos de la nación -el espectro radioeléctrico y el espacio aéreo. Tampoco resuelve la concentración monopólica ya existente en México en telecomunicaciones y en radiodifusión. 8

La reforma educativa, ya abrogada, tuvo por finalidades: 1) promover la privatización de la educación pública del país; 2) modificar las relaciones laborales en el sector educativo mediante el Servicio Profesional Docente para restringir los derechos laborales de los maestros, y 3) Crear un organismo constitucional autónomo, el INEE (Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación) que además de oneroso era innecesario. Esa reforma nos fue impuesta por la OCDE. 9

Sobre la reforma político-electoral de 2014 señalamos que fue un cambio estructural neoliberal que propugna por una “democracia” electoral de bajo riesgo o de baja intensidad para esos intereses. Los temas fundamentales para la nación no se someten a la votación de los ciudadanos. Los ciudadanos no votamos las reformas constitucionales ni los tratados que afectan nuestros derechos y soberanía y que exclusivamente convienen a los grandes intereses trasnacionales. 10

La reforma fiscal aprobada en el gobierno de Peña Nieto no eliminó los grandes privilegios fiscales -la consolidación fiscal- de los que gozan las grandes empresas -por lo que no se desincentivaron las prácticas monopólicas que afectan a toda la población. Esta reforma afecta a la clase media, pues muchos de los gravámenes sólo aplican a las personas físicas y no a las grandes empresas. Además, la reforma se orientó en la lógica de la privatización del sector energético, lo que redunda en mayor endeudamiento y carga fiscal sobre los contribuyentes cautivos, los trabajadores y los estratos medios de la población. 11

Respecto a la reforma bancaria o financiera podemos decir que no se orientó por criterios sociales -estableciendo obligaciones precisas para controlar las altas tasas de interés por el crédito o las excesivas comisiones bancarias-, sino que se rige por el libre mercado, que en nuestro caso más bien se trata de un oligopolio bancario, es una reforma que blinda a los banqueros frente a problemas de insolvencia, pero no blinda a los ahorradores frente a situaciones semejantes. Se trató de una reforma diseñada con criterios neoliberales, a la medida de los bancos que dominan y controlan el crédito en nuestro país, para garantizar sus dividendos y los créditos que otorgan y no para proteger los derechos de las personas ahorradoras o usuarios ordinarios de los servicios bancarios. 12

La reforma en materia de competencia económica hace creer a la población que existe un compromiso por la competencia económica efectiva cuando el diseño normativo e institucional está construido para beneficiar a los grandes intereses trasnacionales en detrimento de los intereses económicos nacionales -los intereses trasnacionales no están en simetría con los nacionales- y de los derechos de los consumidores de nuestro país. Se empleó en esta reforma como estrategia el dogma económico neoliberal de la competencia, pero las normas, las instituciones, y principalmente los hechos, lo desmienten. Se busca que creamos que el mundo neoliberal es compatible con la competencia efectiva en los mercados cuando la competencia es imposible en él porque siempre se favorece a las grandes trasnacionales. 13

La reforma en materia de transparencia del sexenio de Peña Nieto no enfrenta a los poderes fácticos -de ellos sólo son sujetos obligados los partidos y sindicatos, pero no los poderes mediáticos y económicos. Es una reforma centralista que concentra en el órgano garante nacional las principales competencias y, el diseño de este órgano, entrega a los partidos mayoritarios -por la facultad que tienen para designar a los titulares del INAI- el control de los asuntos de la transparencia y protección de datos personales del país. 14

Los objetivos de la reforma en materia de amparo consistieron en: 1) impedir que los reformas estructurales de carácter constitucional se impugnaran mediante el juicio de amparo; 2) no ampliar en demasía el interés legítimo y el amparo colectivo para que las colectividades no tengan vía expedita para oponerse a la violencia estructural que ejercen las grandes corporaciones trasnacionales cuando tienen de su lado a las reformas estructurales; 3) mantener los privilegios en el poder judicial federal; 4) reducir las posibilidades para que los mexicanos contemos con un amparo de carácter social, y 5) rechazar cualquier intento para democratizar, a través de la participación social, la jurisprudencia obligatoria. 15

El Código Nacional de Procedimientos Penales fue producto de las recomendaciones internacionales para homologar, o al menos aproximar, el sistema jurídico de nuestro país al derecho anglosajón. Las modificaciones se inscriben en la visión neoliberal consistente en resolver los problemas sociales y económicos mediante medidas represivas contrarias a los derechos de las mayorías. Por eso se “ponen a punto” los instrumentos del derecho penal sustantivo y procesal, los que sirven como instrumento de populismo y de propaganda y como medio para criminalizar y hostigar a los opositores del modelo neoliberal. Además de los elementos de populismo penal que contiene se trata de una reforma centralista que deroga las competencias de los Estados a favor de la Federación. 16

La reforma constitucional en materia anticorrupción construye un andamiaje burocrático que no es independiente porque derivó de los tres partidos políticos, entonces mayoritarios y del presidente de la República. Ha respondido a las visiones oligárquicas del neoliberalismo y, además, no vincula de manera clara a los ciudadanos en su combate. 17

Sobre la reforma en materia de deuda de Estados y municipios debe señalarse que se trató de una reforma que centralizó el poder y el control de las autoridades hacendarias federales sobre las locales. Los fines de esa reforma fueron homogeneizar el tratamiento de la deuda local y a través de la centralización, establecer a las autoridades federales como los interlocutores privilegiados ante la banca nacional e internacional. El proceso de centralización de las reformas estructurales es para facilitar al capital trasnacional la negociación e imposición de recomendaciones a los Estados-nación para no perder recursos ni tiempo en negociaciones o conflictos con entidades infranacionales. 18

La reforma política de la Ciudad de México permitió que en la capital tengamos por primera vez una Constitución local -la de 5 de febrero de 2017-, que en muchos aspectos es innovadora, pero que contiene una gran cantidad de variables neoliberales a destacar: la primacía de la propiedad privada sobre la social y la pública, la negativa a introducir el principio de progresividad fiscal, el rechazo a considerar nuevos derechos humanos como el derecho a la renta básica, la oposición a expresar abiertamente el derecho a la mujer de disponer de su cuerpo, la timidez para reconocer los derechos a la eutanasia, los derechos de la naturaleza de carácter no antropocéntrico, los derechos de los animales, el no establecimiento de ningún instrumento para contener el fenómeno de la gentrificación, o la especulación del suelo urbano, la moderación en el reconocimiento del derecho a la vivida, la posibilidad de privatizar el saneamiento del agua, etcétera. Además de haber aprobado una Asamblea Constituyente de carácter parcialmente democrático y no haber aceptado que la Constitución de la ciudad se aprobara mediante referéndum ciudadano. 19

Las últimas reformas del gobierno de Peña Nieto, tales como las relacionadas con la Ley General de Víctimas, la de medios alternativos de solución de controversias, justicia cívica en materia de códigos únicos de procedimientos civiles y familiares de la Fiscalía General de la República, afectan gravemente el modelo federal mexicano. Son reformas que homologan y/o unifican el sistema jurídico del país para facilitar la integración global de carácter neoliberal sin que importen mucho los desposeídos, los más pobres.

La reforma constitucional laboral de 2017 que desaparece las juntas de conciliación y arbitraje fue solicitada por los sindicatos norteamericanos y el partido demócrata de ese país. En ella cuestionable que se privilegié el mecanismo de conciliación, y que éste sea obligatorio para poder acudir después a juicio, porque significa que los derechos laborales se rebajan, están sujetos a la negociación, como si se tratase de asuntos de derecho privado y no de derecho social relacionados con los derechos fundamentales de los trabajadores. Con este esquema el peso fundamental en la “justicia” laboral lo tendrá el Ejecutivo y no el Poder Judicial, vía el organismo descentralizado de conciliación, en donde su titular es propuesto en terna por el presidente y aprobado por mayoría de dos terceras partes de los presentes del Senado, pero si el Senado o la Comisión Permanente no resuelven en el plazo de treinta días ocupará el cargo el que defina el Ejecutivo Federal. Si se rechaza la primera terna el Ejecutivo envía otra y si por segunda ocasión no se aprueba alguno de la terna es designado el que señale el presidente de la República.

A la luz de este somero análisis de las reformas estructurales aprobadas en el sexenio de Peña Nieto podemos decir que son antihumanistas. La globalización neoliberal ha alterado las bases del Estado y de nación que conocimos hace algunas décadas. Y en el caso mexicano, como en el de muchos países del tercer mundo, esos procesos de transformación constitucional no han sido para el bien de las sociedades ni de las personas, sino para el beneficio de unos cuantos privilegiados que lucran en detrimento de la dignidad, la libertad y la igualdad humanas. Cualquier atisbo de Estado del Bienestar se diluye con el neoliberalismo globalizador, así como cualquier posibilidad para garantizar la soberanía nacional o la explotación de los recursos naturales en beneficio de la nación y de los más pobres. En el modelo neoliberal todo está en el mercado -no en el ser humano- y es susceptible de transacciones comerciales que no son simétricas y son contrarias a la dignidad y a la autodeterminación de las personas. El discurso de los derechos humanos y sus garantías queda en el neoliberalismo subordinado a imperativos económicos o geopolíticos.

III. EL HUMANISMO MEXICANO: IDEOLOGÍA DE LA 4T

La Cuarta Transformación expresó su ideología como “humanismo mexicano” según un discurso del presidente López Obrador pronunciado en el Zócalo de la ciudad de México el 27 de noviembre de 2022, al celebrar cuatro años de su gobierno. 20 En ese discurso el presidente enumeró 110 acciones y logros de su administración y destacó los principios que guiaban a su gobierno en la consecución de esas tareas.

Entre las acciones mencionó a las siguientes: la atención a los pueblos indígenas, la política orientada a los pobres, el beneficio a los Estados con mayores niveles de pobreza, los programas sociales que se constitucionalizaron en el artículo 4o. de la Ley fundamental, el incremento al salario mínimo, la reforma laboral para garantizar democracia interna en los sindicatos, la política de empleo, el crecimiento de la economía, la solidez del peso, el aumento de las reservas del Banco de México, la atención a la salud durante la pandemia del COVID-19, la construcción de nuevos hospitales, la cancelación de fideicomisos innecesarios, el incremento del gasto social en el presupuesto público, la entrega de participaciones federales a estados y municipios con puntualidad, las obras públicas para mejorar la infraestructura del país, los megaproyectos para impulsar el desarrollo de las regiones más abandonadas, la recuperación de la industria energética en beneficio de la nación, el apoyo a la agricultura y al campo, la política de seguridad pública, la creación de la Guardia Nacional, el apoyo a la inversión nacional y extranjera, la eliminación constitucional del fuero del presidente, las relaciones internacionales respetuosas e igualitarias con Estados Unidos y con el resto de las naciones del mundo y el apoyo a la cultura y educación.

En su discurso sostuvo que en México ya no domina la oligarquía, que la corrupción no se tolera, que no existen en México privilegios fiscales, que en el gobierno federal no hay lujos ni privilegios, que México está recuperando su prestigio en el mundo. Además, consideró que la política social y económica del gobierno de la Cuarta Transformación es para promover la igualdad entre las personas, reducir la pobreza y posibilitar la libertad de las personas. Se mostró en contra del racismo y el clasismo. Aludió a las libertades que en el gobierno de la Cuarta Transformación se respetan y garantizan y destacó los niveles de democracia alcanzados durante su administración. Concluyó su discurso esbozando algunos elementos de la filosofía llamada humanismo mexicano como el optimismo, la preocupación por los pobres, la austeridad del gobierno, el fin de la corrupción y los privilegios así como las restricciones a la oligarquía elitista.

Los elementos que a mi juicio significan y sintetizan al humanismo mexicano a partir del discurso presidencial son los siguientes:

1. El humanismo filosófico debe llevarse a la política para entender que la acción pública está al servicio del ser humano, fundamentalmente de los más pobres, tal como ha repetido el presidente López Obrador en incontables ocasiones: “primero los pobres”.
2. “Nada de lo humano me es ajeno” como señalará Publio Terencio en las Antigua Roma. El humanismo mexicano se nutre, según el presidente, de la grandeza cultural de las personas y de los pueblos ancestrales de México, y tiene sus fundamentos en la historia política de nuestro país -las tres previas transformaciones: la independencia, la reforma, y la revolución.
3. El humanismo mexicano es una concepción optimista que busca fomentar el progreso humano con justicia, con un modelo económico que permita una distribución equitativa del ingreso y de la riqueza. El crecimiento económico no puede darse sin justicia social y no puede haber sociedad sin equidad.
4. Se debe apoyar y respaldar a los más pobres con programas sociales, mismos que su gobierno ha constitucionalizado en el artículo 4o. de nuestra ley fundamental.
5. La austeridad en el gobierno no sólo es una exigencia de la virtud moral, sino una manera de destinar y redirigir los recursos presupuestales a los más pobres.
6. En el humanismo mexicano entiende que el poder debe ser del pueblo en oposición a las oligarquías elitistas que han gobernado y dominado nuestro país en el curso de su Historia (“con el pueblo todo, sin el pueblo nada”).
7. El humanismo mexicano rechaza fuertemente al neoliberalismo porque impide la dignidad y la libertad de todos. El neoliberalismo beneficia a los más poderosos y produce gran injusticia.
8. Se requiere una revolución de las conciencias en donde imperen los principios de no mentir, no robar y no traicionar. El ser humano debe equilibrar lo material con lo espiritual. El fin de la existencia no consiste en enriquecerse. Las personas no debemos ser ambiciosos vulgares. La corrupción es el principal lastre de la vida nacional.
9. El humanismo es optimista no derrotista, tiene como finalidad el bienestar y la felicidad de todos los seres humanos.
10. El humanismo mexicano no es exclusivamente una filosofía individualista. Asume la existencia de entidades colectivas como los pueblos y comunidades originarias, mismas que son la reserva espiritual de México.

Los anteriores elementos expresan que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha tenido la pretensión de realizar una política alejada de las bases del neoliberalismo y del anti humanismo. Sin embargo, las condiciones de la globalización mundial, y los intereses e influencias geopolíticas en México, de los Estados Unidos se lo han dificultado, razones por la que el gobierno de López Obrador ha logrado algunos objetivos anti neoliberales y humanistas, pero sólo de forma parcial.

Algunas de las reformas, políticas y acciones aprobadas durante el gobierno de López Obrador siguen el mismo camino que las reformas de Enrique Peña Nieto, por ejemplo, el empleo del Derecho Penal como el instrumento determinante para revertir la violencia e inseguridad en el país -siguen vigentes constitucionalmente el arraigo y la prisión preventiva oficiosa-; la aprobación de un nuevo tratado de libre Comercio -el T-MEC- que profundiza nuestra asimetría económica y comercial con los Estados Unidos y favorece a los inversionistas extranjeros en detrimento de los derechos de los mexicanos, del medio ambiente y la salud de los habitantes; la realización de una política migratoria subordinada a los intereses de los Estados Unidos en contra de los derechos humanos de los extranjeros que llegan a nuestras fronteras; la influencia permanente de los organismos financieros internacionales y de los Estados Unidos en México para condicionar nuestro modelo económico sin que importen los derechos de los más pobres; el cada vez mayor peso de los Estados Unidos en nuestras políticas de seguridad pública, interna, nacional y de defensa; la negativa del actual gobierno para aprobar una reforma fiscal redistributiva; la atención a los derechos económicos, sociales, culturales y ambientales con programas sociales que muchas veces constituyen paliativos para resolver los grandes problemas de desigualdad y pobreza en el país; la construcción de megaproyectos como el Tren Maya, el proyecto del Istmo de Tehuantepec, la termoeléctrica de Huexca y otros más que no tienen un aval efectivo de las comunidades indígenas; no se ha querido afectar al sistema bancario vía reducción de las comisiones que las instituciones de crédito cobran; el gobierno no ha logrado propiciar plenamente el crecimiento económico con justicia, y los niveles de violencia e inseguridad se han incrementado respecto a gobiernos anteriores.

No obstante, es injusto equiparar al gobierno de López Obrador con el de Peña Nieto. En el gobierno del primero hay una atención primordial a los más pobres y a los indígenas como antes no se había visto; se ha incrementado el salario mínimo como nunca se había hecho desde los años ochenta del siglo XX, hay programas sociales para atender a los jóvenes que no estudian ni trabajan; existen becas para estudiantes; se ha homologado e incrementado la pensión para adultos mayores en todo el país; se están creando con muchas dificultades y críticas universidades públicas para dar respuesta a la población que antes quedaba excluida de la oferta educativa; la educación es pública, obligatoria y gratuita en todos sus niveles -incluyendo el superior; se están realizando esfuerzos para garantizar el derecho a la salud de las personas mediante un esquema universal de protección; las estructuras del gobierno, al menos las que tienen que ver con el poder ejecutivo, realizan sus funciones bajo esquemas de austeridad nunca antes vistos; se han reducido los privilegios en la administración pública, no así en el Poder Judicial Federal, y en los órganos constitucionales autónomos; se derogó constitucionalmente el esquema que permitía condonar impuestos, y entre otros elementos no neoliberales y humanistas hay un afán consistente, no siempre efectivo, para enfrentar la corrupción de los más poderosos -el mismo presidente ha logrado que se reforme la Constitución para que ser enjuiciado como cualquier ciudadano.

IV. LA 4T Y EL HUMANISMO QUE PREGONA. CRÍTICAS POR SU INSUFICIENTE REALIZACIÓN

El humanismo mexicano de la cuarta transformación tiene críticas en su realización y para algunos ello hace dudosa la armonización entre la práctica del gobierno de López Obrador y la filosofía humanista que dice inspirarlo. Desde mi punto de vista, los señalamientos más habituales son las siguientes:

1. No se han reducido de manera importante los niveles de desigualdad y de pobreza. Los programas y políticas del bienestar han servido y ¡qué bueno que existen!, pero no han disminuido como se esperaba esos índices. Lo que indica que se requieren más medidas, reformas y cambios para alcanzar el objetivo. Seguramente ello pasa, entre otras, por reformas constitucionales que consoliden el Estado del Bienestar y que el gobierno del presidente López Obrador no ha querido impulsar.
2. Es importante que se construya una filosofía sobre el humanismo mexicano, pero ello no debe llevarnos a olvidar o descuidar la grandeza universal y global del ser humano. A veces parece que el gobierno de nuestro país se centra excesivamente en lo nacional y descuida lo internacional. El presidente en muchas ocasiones ha dicho que la mejor política exterior es la interior.
3. Los medidas y políticas impulsadas no han logrado obtener un crecimiento con justicia. Hacen falta reformas fiscales y presupuestales que se funden en el principio de progresividad. En México se sigue protegiendo, habría que ver a costa de qué, al gran capital nacional y trasnacional.
4. No se debe minimizar el argumento que señala que los programas sociales a favor de los más pobres pueden tener efectos perversos como el clientelismo que reduce y socaba la dignidad humana. Los programas sociales deben ser bienvenidos, pero cuidando siempre disminuir o limitar sus efectos colaterales negativos. También es importante acudir a todas las vías constitucionales, legislativas y administrativas que existan para dar plena garantía a los derechos económicos, sociales, culturales y ambientales.
5. La austeridad en el ejecutivo es un gran logro, aunque no se ha conseguido en el poder judicial y en los órganos constitucionales autónomos. Igualmente, los recursos que se obtienen por los ahorros que derivan de las políticas de austeridad no siempre son gastados óptimamente, pensemos en el fracaso que ha significado el establecimiento del INSABI. Es importante que el empleo de los recursos que se desprenden de las políticas de austeridad se auditen y supervisen con mayor rigor y escrúpulo.
6. La dicotomía pueblo-oligarquía elitista, no toma en cuenta la pluralidad social y política que existe en nuestra nación. Aunque debe señalarse el pasado oligárquico de México y cambiar sus efectos perniciosos mediante múltiples reformas, ello no debe justificar la desaparición de las diferencias porque se atentaría contra la dignidad y la autodeterminación de las personas que son bases de todo humanismo.
7. El gobierno debería realizar un plan para determinar hasta dónde se pueden reducir las políticas neoliberales. Seguimos teniendo muchos rasgos neoliberales que impiden el crecimiento con justicia, por ejemplo, los tratados de libre comercio son para proteger a los inversionistas extranjeros y no a las personas, el incremento de poder de las fuerzas armadas en México no ha servido para detener la inseguridad y la violencia, y ello augura un futuro complicado para la garantía de los derechos humanos y para el carácter civilista de nuestra República; y la entrega de la política migratoria de México a los Estados Unidos desmiente el interés básico y primordial por todas las personas que deben ser tratadas con igualdad.
8. En el gobierno de la 4T hay muchos ambiciosos vulgares que no predican con el ejemplo y demuestran que hay ámbitos de la vida nacional en donde la corrupción sigue imperando. El ejemplo de Segalmex es ilustrativo.
9. La búsqueda de la felicidad del ser humano sigue siendo una referencia retórica que se ve, por el momento, muy distante en su materialización.
10. El gobierno de la 4T no siempre respeta los derechos de los pueblos originarios -el derecho a la consulta-, en la realización de sus megaproyectos. Tampoco se han impulsado reformas para ampliar los derechos colectivos de pueblos y comunidades indígenas.

No obstante estas críticas, es aún muy pronto para realizar juicios definitivos sobre la llamada cuarta transformación y su apartamiento o niveles de independencia del modelo neoliberal dominante, y sobre la realización del humanismo nos faltan datos, estadísticas y tiempo para un análisis más reposado. Podemos decir que hay una voluntad genuina de transformación, que muchas veces parece insatisfactoria, pero que comienza a dar algunos frutos.

Según el pensamiento de López Obrador lo más grave del neoliberalismo como modelo anti humanista es que en él se mercantilizan todos los derechos humanos y los bienes comunes en beneficio de las grandes corporaciones nacionales y trasnacionales. El Estado neoliberal globalizador se mantiene autoritariamente con enormes déficits de legitimidad democrática, honestidad y de transparencia, 21 en tanto que no se promueve la participación y la deliberación pública de los asuntos colectivos y estimula, más que en cualquier otra situación económica, la corrupción. El Estado neoliberal globalizador no respeta el medio ambiente ni las culturas ancestrales, pues expolia y saquea intensiva y extensivamente los recursos naturales en beneficio de unos cuantos. 22 Y el Estado neoliberal globalizador es el principal promotor de la pobreza y la desigualdad. Es un Estado diseñado desde los intereses de las clases dominantes y, por tanto, alienta el racismo, clasismo e injusticias que favorecen la represión policial de los débiles, la construcción de relaciones interpersonales basadas en el miedo, en el estereotipo, en la distancia física y en la sospecha. 23

Se critica al gobierno de López Obrador por populista. ¿Lo es? Ernesto Laclau, que es el más importante teórico del populismo, concibe a este aparato conceptual como una ideología, que puede ser de izquierda o de derecha, que enfrenta la hegemonía del mundo globalizado, es decir, al neoliberalismo, para reconceptualizar la autonomía teórica e ideológica de las demandas sociales, la lógica de su articulación y la naturaleza de las entidades colectivas que resultan de ellas. 24 ¿Por qué surge con esta fuerza el populismo frente al neoliberalismo?: por los excesos del último, que en su práctica ha empobrecido al 99% de la población mundial frente al 1% de los favorecidos por el sistema. El populismo renace, y es mucho más que la práctica política o el estilo político de gobernar como se estimaba generalmente en el pasado, porque la praxis del neoliberalismo ha dislocado las relaciones entre las clases, ha vulnerado los sistemas jurídicos e institucionales nacionales, ha reducido casi a la nada conceptos como la soberanía y ha mostrado que las instituciones tradicionales representativas están al servicio del 1% de la élite mundial y nacional, que se ponen en contra del resto del -99%- de la población.

Como ideología podemos decir que el populismo de izquierda presenta las siguientes características: 1) reivindica el rol del Estado; 2) se propone defender la generalidad de los intereses de la población frente a las oligarquías nacionales e internacionales, y 3) plantea como vías para lograrlo el estatismo, la intervención del gobierno en la economía y la ampliación de los derechos a la seguridad social. Entre los fines de este populismo están la obtención de la justicia social y el Estado del Bienestar.

El populismo de izquierda pretende asumir las luchas y reivindicaciones de los menos favorecidos por el sistema económico dominante, rechaza que el libre mercado pueda ser elevado a la categoría de dogma y confía no sólo en la mayor presencia del Estado en la economía, sino en formas de organización económicas solidarias de producción como las cooperativas. Para el populismo los valores a perseguir por los individuos no se apoyan en la ambición y la avaricia personales, sino en la solidaridad, cooperación y fraternidad. Por tanto, el populismo de izquierda recupera el papel social y económico de los sindicatos y empata sus propuestas con los derechos de los pueblos originarios, de los defensores del medio ambiente, de los consumidores y de todos aquellos que plantean reclamos frente a los poderes económicos nacionales y trasnacionales.

El populismo de izquierda entiende que el libre mercado es solamente una franja de la economía que tiene que ser completada con la economía a cargo de las empresas del Estado y por medio de la rectoría económica estatal. En materia de democracia se rechaza la simple democracia representativa electoral y se busca armonizar a ésta con la democracia participativa, deliberativa y comunitaria (la de los pueblos originarios). El populismo de nuestro tiempo se enfrenta a la globalización económica neoliberal representada en el poder de las trasnacionales y de las potencias geopolíticas mediante la organización social y política de los colectivos de las sociedades nacionales. De ahí que se recurra a diversas figuras jurídicas y extrajurídicas de lucha. El referéndum es en este contexto un instrumento de oposición al neoliberalismo, que se emplea para la aprobación de reformas constitucionales o legales, a fin de que las élites nacionales no tengan la última palabra, sino que sea el pueblo y sus colectivos los que defiendan su soberanía y sus derechos sociales. Económicamente, es proteccionista frente a la defensa del libre comercio mundial que promueve el neoliberalismo y políticamente es cuestionable porque otorga a un dirigente que articula las diversas y múltiples demandas sociales, económicas y políticas, grandes poderes políticos o, según sea el caso, constitucionales para lograr sus objetivos.

En cuanto a México creo que aún no tenemos un populismo triunfante y consolidado. Los rasgos de Andrés Manuel López Obrador no son enteramente populistas por lo siguiente: 25 no aspira a representar a toda la sociedad mexicana aunque sí a muy amplios sectores, sabe que hay oposición parlamentaria y contrapesos de los otros poderes, que ha llegado al poder debido al hartazgo social propiciado por la corrupción y la desigualdad generada en los gobiernos neoliberales previos, no ha usado el clientelismo para acceder al poder y no planea, hasta donde se sabe, ejercer el poder de manera omnímoda. En todo caso los elementos populistas que existen en la Cuarta Transformación son derivados de la gran corrupción nacional y de la desigualdad propiciada por el modelo neoliberal (este ha prohijado una nación cada vez más injusta y dividida). 26

A diferencia de lo que piensan y sostienen sus críticos como Krauze 27 el populismo que promueve Andrés Manuel López Obrador no es antidemocrático, no ha eliminado o socavado hasta ahora las instituciones de la democracia liberal que tienen que ver con la división de poderes, el control del poder y la protección del pluralismo social. Considero que mientras el gobierno de Andrés Manuel López Obrador respete los resultados electorales y acate las decisiones de la Suprema Corte de Justicia de la Nación las opiniones críticas de intelectuales como Krauze carecen de fundamento.

Estimo que a la Cuarta Transformación y a su filosofía humanista le falta un derecho nuevo, de corte humanista, por lo que se debería convocar a una Asamblea Constituyente para la elaboración de una nueva Constitución. López Obrador ha sostenido que, aunque ello es deseable lo primero consiste en luchar contra los privilegios, la corrupción, desigualdad, pobreza, fortalecer la democracia y recuperar, o al menos detener, el proceso de saqueo y expolio de los recursos naturales y presupuestales del país, así como enfrentar los grandes problemas de inseguridad pública.

V. CONCLUSIONES

El humanismo mexicano que sostiene filosófica e ideológicamente a la Cuarta Transformación es una concepción que va más allá de los “clivages” o divisiones tradicionales izquierda-derecha, anticapitalistas-capitalistas, laicos-religiosos. El humanismo es una filosofía centrada en el ser humano, busca atender sus problemas y necesidades para solucionarlos. Hoy en día el humanismo debe atender también a los problemas derivados del cambio climático, así como a los derechos de la naturaleza y de los animales. Es indispensable que se desprenda de su antropocentrismo original para abrirse al espacio de la ecología y asumir los retos que impone el desarrollo de la inteligencia artificial para evitar que el ser humano en el futuro próximo sea sustituido y desplazado por máquinas.

Los modelos económicos y políticos que se concentran en la maximización de la riqueza son antihumanistas. La política, las instituciones y el derecho son para servir a las personas, no para instrumentalizarlas. El modelo neoliberal en sus dimensiones económicas, políticas y jurídicas ha visto al ser humano como medio y no como fin. El neoliberalismo en el mundo y en México propicio desigualdad y pobreza en niveles nunca antes conocidos en la historia de la humanidad.

Las administraciones públicas mexicanas de las cuatro décadas anteriores alentaron y defendieron el modelo neoliberal. Fueron antihumanistas. En especial, el gobierno del expresidente Peña Nieto lo fue en grado sumo si lo comparamos con los gobiernos previos. La magnitud de los cambios y la brevedad del plazo en el que fueron aprobadas las reformas estructurales durante la gestión de Peña para beneficiar a los capitales nacionales y trasnacionales en detrimento de los excluidos y pobres muestran su carácter antihumanista.

El triunfo electoral de López Obrador en 2018 fue consecuencia de las injustas y antihumanistas reformas constitucionales y políticas aprobadas en los gobiernos que le antecedieron, así como de las prácticas corruptas que emanaron de esas modificaciones jurídicas y acciones gubernamentales. El gobierno de la Cuarta Transformación ha pretendido sustentarse en una filosofía que ha llamado humanismo mexicano. El fundamento nos parece plausible aunque estará siempre sujeto a la deliberación filosófica y política. No obstante, algunas de las reformas jurídicas, políticas y prácticas del actual gobierno podemos también, como en el pasado inmediato, calificarlas de antihumanistas y neoliberales, me refiero, por ejemplo, y sin ser exhaustivo, a las reformas que han militarizado la seguridad del país sin que se hayan resuelto los problemas de violencia e inseguridad, a la firma del T-MEC en beneficio de los inversores extranjeros y no de la sociedad, a la política migratoria imperante dictada por el gobierno de los Estados Unidos que afecta gravemente los derechos humanos de los extranjeros y a la negativa del gobierno a realizar una reforma fiscal basada en el principio de progresividad.

Existen, sin embargo, otros ámbitos en donde el gobierno de la Cuarta Transformación ha emprendido reformas y políticas humanistas. Podemos verbigracia mencionar a las siguientes: el incremento del salario mínimo como nunca se había hecho desde los años ochenta del siglo XX; los programas sociales para atender a los jóvenes que no estudian ni trabajan; las becas para los estudiantes más pobres; el aumento a la pensión para adultos mayores en todo el país; la creación de universidades públicas para dar respuesta a la población que antes quedaba excluida de la oferta educativa; la garantía de educación pública, obligatoria y gratuita en todos sus niveles -incluyendo el superior-; la realización de esfuerzos para garantizar el derecho a la salud de las personas mediante un esquema universal de protección; la introducción de la austeridad en el poder ejecutivo; la reducción de los privilegios en la administración pública, no así en el Poder Judicial Federal, y en los órganos constitucionales autónomos; la derrogación de la condonación de impuestos a favor de los grandes contribuyentes; y el afán consistente, aunque no siempre exitoso, para enfrentar la corrupción.

La vinculación plena entre concepción filosófica y realidad no es nunca fácil. Como expusimos en el apartado de críticas a la Cuarta Transformación y su pretendida filosofía base, existen deficiencias en la realización del humanismo mexicano. La no armonización entre filosofía y realidad obedece a factores externos -nuestra dependencia asimétrica a los Estados Unidos y la pervivencia del neoliberalismo en el mundo- y a factores internos, entre otros; los errores de todo gobierno en la implementación de las políticas y el desprecio del gobierno de López Obrador al marco jurídico que continuamente queda subordinado a consideraciones pragmáticas de coyuntura, lo que suele vulnerar a los derechos humanos, a los principios y procedimientos democráticos que emanan de nuestra Constitución.


NOTAS:
1 Existe una amplia bibliografía al respecto. Un texto importante es el de: Bullock, Alan, La tradición humanista en Occidente, Madrid, Alianza Editorial, 1989.
2 Herrera Zapien, Tarsicio, Historia del humanismo mexicano: sus textos y contextos neolatinos en cinco siglos, México, Porrúa, 2000.
3 Cárdenas Gracia, Jaime, La República de Texas (1836-1845). Escisión y anexión, México, UNAM, 2022.
4 El bando promulgado el 6 de diciembre de 1810 en la ciudad de Guadalajara dice lo siguiente: “Don Miguel Hidalgo y Costilla, generalísimo de América. Desde el feliz momento en que la valerosa Nación Americana, tomó las armas para sacudir el pesado yugo que por espacio de tres siglos la tenían oprimida, uno de sus principales objetos fue extinguir tantas gabelas con que no podía adelantar su fortuna; más como en las críticas circunstancias del día no se pueden dictar las providencias adecuadas a aquel fin, por la necesidad de reales que tiene el reino para los costos de la guerra, se atiende por ahora a poner remedio en lo más urgente por las declaraciones siguientes: 1. Que todos los dueños de esclavos deberán darles la libertad dentro del término de diez días, so pena de muerte, la que se les aplicará por transgresión de este artículo. 2. Que cese para lo sucesivo la contribución de tributos, respecto de las castas que lo pagaban, y toda exacción que a los indios se les exigía. 3. Que, en todos los negocios judiciales, documentos, escrituras y actuaciones se haga uso de papel común, quedando abolido el del sellado”. Tena Ramírez, Felipe, “Elementos constitucionales de Rayón”, Leyes Fundamentales de México 1808-1982, México, Porrúa, 1982, pp. 21 y 22.
5 El humanismo, sin embargo, debe hacer frente a las críticas que se le hacen por estimarlo antropocentrista, desconsiderado de los derechos de la naturaleza y de los animales.
6 Cárdenas Gracia, Jaime, El modelo jurídico del neoliberalismo, México, UNAM-Editorial Flores, 2016.
7 Cárdenas Gracia, Jaime, Crítica a la reforma constitucional energética de 2013, México, UNAM, 2014.
8 Diario Oficial de la Federación de 11 de junio de 2013.
9 Ramírez Raymundo, Rodolfo (coordinador), La reforma constitucional en materia educativa: Alcances y desafíos, México, Senado de la República-Instituto Belisario Domínguez, 2013.
10 La reforma constitucional electoral fue publicada en el Diario Oficial de 10 de febrero 2014 y la electoral secundaria fue publicada en el Diario Oficial el 23 de mayo de 2014 (la nueva Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales, la nueva Ley General de Partidos, así como la Ley General de Delitos Electorales y las reformas a la Ley General del Sistema de Medios de Impugnación en Materia Electoral y a la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación).
11 Reyes Hernández Miguel y otros, La desnacionalización de PeMex: Implicaciones y Alcances para México, Puebla, Universidad Iberoamericana, Cuaderno de Investigación, núm. 9, 2014, p. 20. Los autores señalan que si se hubiese derogado en ese tiempo el régimen de consolidación fiscal se hubiesen recaudado alrededor de 750 mil millones de pesos.
12 Los trece decretos de esa reforma comprendieron los siguientes cuerpos normativos: 1) Decreto por el que se reforman, adicionan y derogan diversas disposiciones de la Ley de Protección y Defensa al Usuario de Servicios Financieros, la Ley para la Transparencia y Ordenamiento de los Servicios Financieros, la Ley de Instituciones de Crédito y la Ley del Instituto del Fondo Nacional para el Consumo de los Trabajadores; 2) Decreto por el que se reforman, adicionan y derogan diversas disposiciones de la Ley de Ahorro y Crédito Popular y la Ley para Regular las Actividades de las Sociedades Cooperativas de Ahorro y Préstamo; 3) Decreto por el que se reforman, adicionan y derogan diversas disposiciones de la Ley de Uniones de Crédito; 4) Decreto por el que se reforman, adicionan y derogan diversas disposiciones de la Ley de Instituciones de Crédito, de la Ley Reglamentaria de la fracción XIII bis del Apartado B, del artículo 123 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, de la Ley Orgánica de Nacional Financiera, de la Ley Orgánica del Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos, de la Ley Orgánica del Banco Nacional del Ejército, Fuerza Aérea y Armada, de la Ley Orgánica del Banco del Ahorro Nacional y Servicios Financieros, de la Ley Orgánica de la Sociedad Hipotecaria Federal, de la Ley Orgánica de la Financiera Rural y de la Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito; 5) Decreto por el que se reforman, adicionan y derogan diversas disposiciones del Código de Comercio, de la Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito y de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación; 6) Decreto por el que se reforman y adicionan diversas disposiciones de la Ley General de Concursos Mercantiles; 7) Decreto por el que se reforman, adicionan y derogan diversas disposiciones de la Ley General de Organizaciones y Actividades Auxiliares del Crédito y de la Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito; 8) Decreto por el que se reforman, adicionan y derogan diversas disposiciones de la Ley de Instituciones de Crédito, la Ley de Concursos Mercantiles, la Ley de Protección al Ahorro Bancario y la Ley del Mercado de Valores; 9) Decreto por el que se reforman, adicionan y derogan diversas disposiciones de la Ley de Sociedades de Inversión y la Ley del Mercado de Valores; 10) Decreto por el que se reforman, adicionan y derogan diversas disposiciones de la Ley del Mercado de Valores; 11) Decreto por el que se reforman, adicionan y derogan diversas disposiciones de la Ley de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, de la Ley para Regular las Sociedades de Información Crediticia, de la Ley del Banco de México, de la Ley de los Sistemas de Ahorro para el Retiro, de la Ley General de Instituciones y Sociedades Mutualistas de Seguros, de la Ley Federal de Instituciones de Fianzas, de la Ley de Instituciones de Seguros y de Fianzas, de la Ley de Inversión Extranjera y del Código Federal de Procedimientos Penales; 12) Decreto por el que se expide la Ley para Regular las Agrupaciones Financieras, y 13) Decreto por el que se reforman y adicionan diversas disposiciones de la Ley de Transparencia y de Fomento a la Competencia en el Crédito Garantizado. Se publicaron en el Diario Oficial de la Federación el 10 de enero de 2014.
13 Diario Oficial de la Federación de 11 de junio de 2013.
14 Se publicó en el Diario Oficial de la Federación el 7 de febrero de 2014.
15 Cárdenas Gracia, Jaime, “La nueva Ley de Amparo”, Cuestiones Constitucionales. Revista Mexicana de Derecho Constitucional, México, UNAM, núm. 29, julio-diciembre de 2013.
16 García Ramírez, Sergio, “Comentario sobre el Código Nacional de Procedimientos Penales de 2014”, Boletín Mexicano de Derecho Comparado, México, UNAM, núm. 141, 2014, p. 1174.
17 Se publicó en el Diario Oficial de la Federación el 27 de mayo de 2015.
18 La reforma constitucional a los artículos 25 y 73, fracción VIII, 74, 79, 108, 116 y 117 de la Constitución se publicó el 26 de mayo de 2015 en el Diario Oficial de la Federación.
19 La reforma se publicó el 29 de enero de 2016 en el Diario Oficial de la Federación.
20 Discurso pronunciado en el Zócalo de la Ciudad de México, 27 de noviembre de 2022, disponible en: https://lopezobrador.org.mx.
21 Benz, Arthur, El Estado moderno. Fundamentos de su análisis politológico, Madrid, Centro de Estudios Políticos y Constitucionales, 2010.
22 En el discurso de toma de posesión ante el Congreso, López Obrador señaló, por ejemplo, que: “Es tan grave el daño al sector energético nacional durante el neoliberalismo, que no sólo somos el país petrolero que más gasolina importa en el mundo, sino que ahora ya estamos comprando petróleo crudo para abastecer a las únicas seis refinerías que apenas sobreviven, téngase en cuenta que precisamente desde hace 40 años no se construye una nueva refinería en el país”. López Obrador, Andrés Manuel, “Discurso de toma de protesta como presidente constitucional de los Estados Unidos Mexicanos ante el Congreso de la Unión”, 1 de diciembre de 2018, disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=ITXHhmEHDA8.
23 Santos, Boaventura de Sousa, Refundación del Estado en América Latina. Perspectivas desde una epistemología del Sur, México, Guatemala; Buenos Aires, Universidad de los Andes, Siglo del Hombre Editores, Siglo XXI editores, 2010, pp. 161 y 162.
24 Laclau, Ernesto, La razón populista, Buenos Aires, Argentina, Fondo de Cultura Económica, 2005, p. 310.
25 A contrario de lo que piensa Krauze, Enrique, El pueblo soy yo, México, editorial Debate, 2018.
26 Cárdenas Gracia, Jaime, Del Estado absoluto al Estado neoliberal, México, UNAM, 2017.
27 Krauze Enrique, “El Presidente historiador”, Letras Libres, enero 2019, pp. 12-27.


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