La familia, el origen del crimen
Publicado el 7 de agosto de 2023
Dulce Dolores Hernández Ramírez
Maestra en Derecho por la Universidad Nacional Autónoma de México, Facultad
de Estudios Superiores Aragón
dolorezramm@gmail.com
a) “Menores en la delincuencia organizada en México: a los 14 años roban, secuestran y venden droga…”
b) “Un tema delicado es la integración de menores a las filas delictivas, los motivos son diversos y en muchos casos es por causa de los padres...”
c) “A los 7 años Damián fue vendido o regalado por su madre en el estado de Tamaulipas, un año después ya era parte de la delincuencia organizada en el cartel de los Zetas y a los 14 años, ya había participado en múltiples delitos como venta de drogas, secuestros y robos...”
Todos los días aparecen en los medios de comunicación masiva, notas como las anteriores, que vislumbran patrones conductuales antijurídicos, provenientes de una raquítica enseñanza familiar.
El ser humano como ente social se configura de valores, elementos teológicos, morales y éticos, los cuales deben ser imbuidos por la familia, institución encargada de edificar el espectro axiológico de respeto, empatía y asertividad en los infantes para afrontar con responsabilidad las situaciones que se presenten a su alrededor, mismo que deliberará el cariz de ciudadano dentro de la organización jurídico política. Cuando esto no se transmite por la génesis filial se corre el riesgo de generar y reproducir patrones disidentes a lo que dicta el Estado de Derecho, arrojando sujetos activos, delincuentes o criminales, tendientes a lacerar con su actuar la esfera jurídica social, desequilibrando el bienestar que debe imperar en el gregario.
La legislación punitiva marca que el delito es todo acto u omisión que sancionan las leyes penales, sustentado en el iter criminis (la vida del delito), camino o senda que recorre desde una fase interna a una fase externa en la psique y corporalidad del ente activo (delincuente); la fase interna se compone de la idea criminosa o ideación, la deliberación y la resolución mientras que la fase externa se constituye de la manifestación, la preparación y la ejecución.
En este tenor, uno de los parámetros que dan origen al delito es la crianza dentro del núcleo familiar a través de las figuras filio parentales, llámese padres, tutores, curadores o cualquier sujeto encargado de la guarda y custodia. Una crianza sustentada en la comunicación, la apertura cognitiva, el entendimiento y la razón se verá proyectada en el aparato sensitivo, axiológico, moral y ético del individuo, apegado a las normas sociales y jurídicas que rezan en el lugar donde se desarrolle.
Son importantes los aspectos bio-psico-sociales que rodean al sujeto porque estos le van a permitir reforzar los valores aprendidos por sus progenitores, responsables de formar personas con espectro interno y externo en equilibrio con un bienestar integral, cuando los padres no observen estas pautas seguirán reproduciéndose individuos atávicos con regresiones al salvajismo y locura moral como lo apuntalaba César Lombroso.
Nulificando la institución de la familia, para transmutar a la senda de la delincuencia organizada, auspiciada por los padres, reforzada por las presiones, los prejuicios y las demandas sociales, aunado al endeble equilibrio emocional del sujeto que resiente el daño, llámese hijos.
Para evitar el reclutamiento de futuros delincuentes, transgresores de la paz colectiva, los encargados de la crianza deben conducirse con respeto, tolerancia, fraternidad, empatía y justicia en cada una de sus enseñanzas, ello marcará la senda que recorrerán sus vástagos, lo cual les dotará de las herramientas para discernir entre lo correcto y lo incorrecto, reflejado en lo que la norma dictamina como libertad, esta facultad de ejecutar u omitir aquello que las leyes consignan en las normas, que permiten la sana convivencia, respetando la esfera jurídica de los semejantes concomitante a la generación del desarrollo humano en un marco de sororidad, fraternidad, equidad y justicia.
Formación electrónica: Yuri López Bustillos, BJV
Incorporación a la plataforma OJS, Revistas del IIJ: Ignacio Trujillo Guerrero