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Apología del crimen 1

Publicado el 18 de agosto de 2023


Luis de la Barreda Solórzano

Investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas, UNAM,
email lbarreda@unam.mx


El Presidente ha justificado las páginas dedicadas a las guerrillas mexicanas en el Libro sin recetas para la maestra y el maestro (fase 6), guía de trabajo para maestros de secundaria, porque —dijo el titular del Poder Ejecutivo— eso forma parte de la historia mexicana y los que tomaron las armas lo hicieron porque se padecía de autoritarismo. He leído esas palabras con mayor repugnancia que la que me causa toda apología del crimen porque han sido dichas por el jefe del gobierno de nuestro país.

Lo primero que cabe preguntarse es por qué en ese libro han de incluirse los episodios guerrilleros. No es que deban omitirse en un libro de historia, pero extraña su mención en la guía para profesores. Pero lo que más extraña es que en esas páginas no sólo se relatan hechos relacionados con aquellos movimientos armados, sino que se justifican y hasta enaltecen las acciones criminales de los grupos que tomaron las armas contra el Estado mexicano.

El asesinato contra Eugenio Garza Sada no se denomina como tal, sino que se habla de “la pérdida de vida” del empresario regiomontano, su chofer y dos elementos del comando guerrillero. En el texto no se dice que a Garza Sada se le intentó secuestrar —ese fue el origen de la tragedia—, sino que se le intentó “retener”. La ejecución del joven empresario tapatío Fernando Aranguren —tenía 37 años—, al que tenían secuestrado, se justifica con el señalamiento de que, al negarse el gobierno a cumplir con las exigencias de los guerrilleros para liberarlo, “se cancelaron todas las opciones” y se le “ajustició”. ¿Se cancelaron todas las opciones? ¿Sus secuestradores no tenían más posibilidad que asesinarlo? La acción armada de los guerrilleros —sostiene la guía— “sigue ahí como un murmullo que nos despierta por las noches y nos ayuda a corregir el rumbo”. ¿El recuerdo de los secuestros y las ejecuciones nos ayuda a corregir el rumbo? ¡Agggh!

En este mismo diario, Pascal Beltrán del Río ha expresado su estupefacción ante lo que parece indicar que el fin del sexenio significa “una pérdida completa del rubor”. Los asesinatos brutales y despiadados contra Eugenio Garza Sada y Fernando Aranguren, como todo asesinato, lo cometa quien lo cometa, son injustificables. Se les asesinó por ser empresarios destacados, lo cual los ponía en la mira para ser secuestrados y canjeados por guerrilleros presos. Ninguno de los dos tenía que ver con el autoritarismo que, según el Presidente, justificó las guerrillas. El autoritarismo del actual gobierno es peor que el de los gobiernos anteriores, los cuales paulatinamente fueron abriendo cauces democráticos que ahora se quieren cerrar.

Todo asesino es detestable. No lo es menos el que mata pretendiendo que le hace un favor a su patria, a cierta clase social, a su religión, a su ideología. En aras de un objetivo que los supuestos beneficiarios —el pueblo, los sectores oprimidos— no les han pedido perseguir, destruyen vidas. En pos de un mundo que a ellos les parece deseable —no necesariamente lo es para el resto de los individuos— destruyen mundos reales, actuales, concretos: cada vida es un mundo en el que caben ilusiones, sueños, expectativas, amor, amistad, ganas de vivir, derecho a estar con los seres queridos, derecho a vivir.

Esos asesinos imponen a sus víctimas una pena de muerte que es mucho peor que la pena capital que aún se ejecuta en varios países porque se aplica no sólo sin previo juicio y sin que la víctima tenga oportunidad de defenderse, sino sin que a la víctima se le haya acusado de delito alguno. ¿Eso es lo que la guía para la maestra y el maestro quiere que los profesores enseñen a sus alumnos? No se trataría sólo de adoctrinamiento, sino de apología del crimen.

Chateaubriand escribió memorablemente en sus Memorias de ultratumba: “Nunca el crimen será a mis ojos un objeto de admiración ni un argumento de libertad; no conozco nada más servil, más despreciable, más cobarde, más obtuso que un terrorista”.


NOTAS:
1 Se reproduce con autorización del autor, publicado en Excelsior, el 17 de agosto de 2023: https://www.excelsior.com.mx/opinion/luis-de-la-barreda-solorzano/apologia-del-crimen/1603749

Formación electrónica: Yuri López Bustillos, BJV
Incorporación a la plataforma OJS, Revistas del IIJ: Ignacio Trujillo Guerrero