El código Guardiola
Publicado el 15 de enero de 2013 Jorge Alberto González Galván, Investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas, UNAM |
Pep Guardiola no es jurista, como sabemos todos los juristas que nos gusta el futbol. Resulta que como entrenador del Barcelona logró seis campeonatos en un año. ¿Qué hizo para lograrlo? Este hecho cómo traducirlo en Derecho. Fácil: analizando su exitoso Código de Bolsillo. Quiero mostrarte que los derechos están en los hechos y que las reglas existentes no se hacen para ser “aplicadas”, sino interpretadas.
Como abogados nos forman (o deforman, como quieras verlo), para aplicar las reglas existentes con el fin de solucionar los problemas que se nos presentan en la profesión. Ello nos ha llevado a considerar que si las reglas no son suficientes para salir del caso, pues no hay manera de solucionarlo. Esta es una manera muy pedestre de explicar por qué Guardiola soluciona los problemas no aplicando las normas, sino interpretándolas. No quiero decir que se las “salta”, que se va por la libre impunemente, por el contrario, sabiendo que el fin de su contrato es hacer un equipo exitoso, crea el camino para lograrlo, estableciendo ciertos hechos como reglas, como Derecho, dentro y fuera de la cancha: porque un buen jugador en el campo de juego, debe ser un buen ciudadano en la sociedad donde vive.
Capítulo Primero. De las reglas fuera de la cancha.
Artículo 1. Odiaré las fiestas y me acostaré con la luz del día en que desperté.
Artículo 2. No hablaré de manera imprudente en público sobre el trabajo de mis colegas de profesión: entrenadores, jugadores y árbitros.
Artículo 3. Me comportaré en casa como un bien hijo, hermano, padre o esposo.
Artículo 4. Seré respetuoso y humilde con mis vecinos y personas que me encuentre en los estadios o en la calle.
Capítulo Segundo. De las reglas dentro de la cancha.
Artículo 5. Respetaré los horarios de entrenamiento, concentración y partidos.
Artículo 6. Confiaré en las locuras de mi entrenador, siempre y cuando no afecte mi integridad física, emocional e intelectual.
Artículo 7. Si soy portero aprenderé a jugar con los pies.
Artículo 8. Si soy defensa lateral defenderé atacando.
Artículo 9. Si soy defensa central evitaré las faltas, sobre todo, dentro y fuera del área, y podré subir a atacar y rematar tiros de esquina cuando lo consideren necesario.
Artículo 10. Si soy medio de contención seré el cerebro de mi entrenador en la cancha: debo mantener la armonía en las líneas, que todos cumplan su función: recuperar el balón rápidamente marcando a los jugadores, y no acompañando las jugadas. Seré todo el tiempo el puente sólido, inquebrantable, sobrio, entre la defensa y la delantera: quitando presión a los primeros y alimentando con balones a los segundos.
Artículo 11. Si soy medio ofensivo defenderé recuperando el balón y pondré generosamente los pases a gol.
Artículo 12. Si soy extremo izquierdo seré un zurdo natural que jugará como extremo derecho (y viceversa). Podré ir hasta la meta o cortar al centro para tirar o buscar la pared.
Artículo 13. Si soy centro delantero seré un lobo estepario: marcaré la salida del contrario, correré por las dos bandas y el centro, siempre moviéndome para estorbar al rival o para recibir la pelota.
Artículo 14. No cometeré faltas en ningún lugar del terreno.
Artículo Transitorio
Artículo 15. No haré nada, fuera o dentro de la cancha, si no lo voy a disfrutar como un niño.
No sé, obviamente, si existen estas 15 Tablas de la Ley del profeta Pep Guardiola, mi intención es mostrarte la diferencia entre un uso “técnico” de las normas y el creativo. En el primer caso, se “aplican” las normas para “cumplir con lo que establecen” (verdad legal, justicia formal), en el segundo se interpretan para lograr sus fines: equidad, libertad, seguridad, bien común (verdad histórica, justicia material). ¿En dónde te ubicas?.