Otras consecuencias de la sentencia ecuatoriana del caso Chevron

Publicado el 28 de enero de 2014

Marcos José Miranda Burgos
Estudiante de Derecho, Universidad Católica de Santiago de Guayaquil, practicante de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, Guayaquil – Ecuador
MarcosMiranda@corteidh.org.cr

La compañía Texaco, luego Chevron, opero en el Ecuador durante varios años, y durante ese tiempo se ha evidenciado que contamino parte de la selva ecuatoriana. Pero sin ánimos de entrar en la disputa legal especifica de este caso que engloba temas como debido proceso, actuaciones irregulares de abogados patrocinadores, peritajes sin sustentos científicos y técnicos, entre otros, he decidido explicar, desde mi perspectiva, otro impacto que conllevaría que dicha sentencia quede en firme y se deba ejecutar.

Antes iniciar, es importante que mencione que en el Ecuador no solo parte de la selva se encuentra devastada, sino que  también el sistema judicial esta desmoronándose.

La historia de mi país en décadas pasadas ha sido muy triste, pero además decepcionante. Cuando apenas tenía 8 años de edad, tuve que entender las consecuencias de una crisis económica devastadora, que incluyo la migración de millones de ecuatorianos a otros países y el desorden nacional, con ciudadanos que perdieron parte de sus ahorros y una inflación y balanza comercial desproporcionada en base a la dolarización.

Creo que la crisis económica  bancaria del año 1999 fue posiblemente uno de los hechos que genero la mayor desconfianza internacional en mi país, y desde ese suceso hasta el presente, considero que Ecuador ha emprendido un camino en limpiar su imagen ante el escenario mundial.

Luego de varios gobiernos y presidentes derrocados, que agrandaban la cautela con la cual demás países y organizaciones mantenían relaciones con Ecuador, en el 2007 asume el Ec. Rafael Correa Delgado sin que hasta la fecha haya cambio de mando. Desde aquel año, Ecuador ha experimentado cambios radicales en su estructura, como la promulgación de una nueva constitución en 2008 y cambios en la administración estatal para desarrollar planes adecuados en temas educativos, sociales, de infraestructuras, entre otros.

Sin lugar a dudas, el trabajo del gobierno nacional en la administración de Rafael Correa ha sido muy bueno, con errores dependiendo de los distintos puntos de vista, pero en general podría decir que el país ha avanzado y mejorado en muchos aspectos que antes estaban abandonados.

Lamentablemente en esta nueva imagen de mi país hay un aspecto sumamente importante, que a mi parecer, no ha mejorado y causa terribles repercusiones, es el sistema judicial. En Ecuador se ha realizado un proceso de meritos y oposición para escoger a los jueces, pero a lo largo del proceso se dieron varias irregularidades y denuncias que mancharon la transparencia en la elección de jueces, además que funcionarios que realizaron actos previos a favor del gobierno, que se convirtieron en escándalos públicos, ahora ocupan puestos en el sistema de justicia. Por esta y otras razones, es que muchos califican y consideran a la justicia en Ecuador como imparcial y subordinada al gobierno y al ejecutivo.

Luego que en un juicio con varias irregularidades se diera en la provincia de Sucumbíos, en contra de la Compañía Chevron, condenándolos al pago de 19 mil millones de dólares, la multinacional se ha visto obligada a ejercer su derecho de presentar varias acciones judiciales en Estados Unidos de América,  debido a que ellos consideran un incorrecto proceso judicial que se dio en Ecuador. Ante ello, las recientes noticias e informes de los casos señalan que se han evidenciado ciertas irregularidades y anomalías que apuntan principalmente a que el Juez no elaboro la sentencia, sino que fue hecha por un abogado defensor de la comunidad de la amazonia.

Además vale mencionar que  la Corte Nacional de Justicia de Ecuador ratificó dicha sentencia de Lago Agrio en Sucumbíos, eliminando la parte de la decisión que incluía los ilegales “daños punitivos” contra Chevron, digo ilegales daños punitivos pues la ley ecuatoriana no permite la imposición de los mencionados daños, pero que por arte de magia se mencionaban en el fallo.

Con estos antecedentes, es factible considerar malas consecuencias para Ecuador. Debemos recordar que Ecuador es un país pequeño pero rico en recursos naturales, que permiten el desarrollo de la agricultura, acuacultura, entres otros. Para el desarrollo y producción optima y en mayor magnitud, la historia nos ha demostrado que es importante la inversión extranjera. Inclusive el mismo gobierno ecuatoriano se ha apoyado principalmente en la inversión china en el desarrollo de obras públicas y proyectos. Pero lamentablemente, durante los últimos anos, Ecuador ha dado por terminado los acuerdos de protección de inversiones con muchos países, creando inseguridad en inversionistas de distintos lugares del mundo y sin ánimos de desarrollar nuevos acuerdos para beneficio de ambas partes (país e inversionista).

Con este panorama, sopeso que la ratificación y ejecución de la sentencia en contra de Chevron seria confirmar la inseguridad jurídica que existe en el Ecuador. En la perspectiva internacional ya existe cierta sospecha de este hecho, como ejemplo, por el famoso caso en contra de tres directores, un periodista y del mismo Diario El Universo,  por mencionar un caso que traspaso las fronteras ecuatorianas.

Reafirmar la inseguridad jurídica no beneficia a los ecuatorianos, que a contrario de lo que hacen nuestros países vecinos como Perú y Colombia,  en Ecuador no se impulsa y peor se motiva la inversión extranjera, por lo que el desarrollo se ve limitado a lo que el gobierno decida en donde, como y porque destinar fondos públicos.

Si bien es cierto que es necesaria que la parte de la selva contaminada sea reparada lo más pronto posible, no es menos cierto que la manera en la que se busco dicho fin en Ecuador no fue el correcto causando así mayor demora y generando consecuencias que ahuyentan al progreso de la mano privada y a la desconfianza en el Ecuador.