¿Hacia dónde vamos como sociedad?

Publicado el 20 de marzo de 2014

Patricia Basurto Gálvez
Técnica académica del Instituto de Investigaciones Jurídicas, UNAM
patybasjur@gmail.com

En un mundo “globalizado” en el que somos actores y a la vez observadores de los diferentes escenarios que día con día se presentan, podemos asumir diferentes roles, es así que en calidad de participantes activos vamos y venimos para dar cumplimiento cada uno con nuestras respectivas responsabilidades y obligaciones que hemos asumido, pero al mismo tiempo, algunos nos percatamos que entre más se han creado leyes y políticas públicas, así como reconocido más derechos, la situación no pinta nada bien en nuestro presente, y menos para las futuras generaciones.

La política neoliberal nos ha llevado, entre otros aspectos, a un individualismo sin antecedentes mayúsculos, donde cada uno vela por sus propios intereses, y el problema no es este precisamente, sino que en razón de ello, se busca conseguir por muchos, grandes beneficios a costa de lo que sea, y de quien sea, y aún más, sin importar a quién o a quiénes se pueda afectar; el ego en todo su esplendor.

En el afán de ser beneficiado, la gente ha llegado a un punto donde no importa quién ayude, ni de dónde provienen los recursos. En esta dinámica se encuentra inmersa nuestra sociedad, como muestra de ello, a través de los medios de comunicación, hemos sido testigos estos últimos días del silencio y manifestación a favor de “benefactores.”

El silencio se apodera de las personas, porque reciben un beneficio, o bien porque hay cierto temor sobre la vida y seguridad personal, lo que denota una deficiencia en el funcionamiento de las instituciones, y por lo tanto, falta de credibilidad por parte de la sociedad en las mismas.

Diversas causas han dado origen a las manifestaciones del público en las calles, muchas para exigir el cumplimiento de sus derechos; por inconformidad en la forma de proceder de las autoridades; para ser visualizados por el gobierno, etcétera, esto es una forma del ejercicio del derecho a la libertad de expresión.

La sociedad se ha regido por una serie de principios de todo tipo: éticos, morales, religiosos, filosóficos, jurídicos, culturales, económicos, políticos. El derecho como construcción del ser humano, se basa en principios como la justicia, la libertad, la igualdad, la buena fe, entre otros. La libertad de expresión como derecho no escapa a tales principios, por lo que en el ejercicio de éste, se hacen diversos reclamos, cuestión interesante resulta cuando vemos por las calles manifestaciones a favor de personas que han causado grandes males, no sólo a un individuo, sino a la sociedad en su conjunto, tal es el caso del conocido como el “Chapo.”

Tales acciones, dan cuenta de la pérdida de valores en la sociedad, porque a lo “incorrecto” le llaman “correcto” y viceversa. A lo largo de la historia se han presenciado manifestaciones en aras de la libertad y la igualdad; aún en el caso de políticos, que si bien es cierto están legitimados por las leyes para ocupar cargos públicos, así como también hay quienes no han sabido honrar los mismos. Sin embargo en los respectivos casos han sido “defendidos” de alguna forma, cuando sus seguidores han salido a las calles para declarar que están a favor de ellos o de lo que postulan.

La libre expresión a favor o en contra de determinados actores, es un derecho que a todos nos asiste, pero también es una forma de conocer cómo se encuentra la sociedad en nuestros días; es decir, qué es lo que está impactando más, pues el actuar a favor de uno que abiertamente se ha declarado como delincuente, como es el caso del “Chapo,” y al acercarnos a personas originarias de Sinaloa que han participado en esas marchas, se justifican en su manifestación al decir que “por lo menos él, no maneja una doble moral,” en cambio, “hay políticos que dan un discurso ante el público, pero por la espalda golpean a la sociedad por medio de cobros excesivos llamados impuestos, señalando que son recursos que se necesitan para la administración pública por ejemplo, así como a través de diversos actos de arbitrariedad que legitiman por medio de leyes.”

Ante el panorama que visualizamos en el caso en comento, cabe preguntarnos, hacia dónde nos dirigimos como sociedad, qué es lo que está moviendo las acciones de las personas, será a caso que el individualismo silencioso nos llevará cada vez más al caos social, donde no importan más los principios y valores, que son los que frenan en alguna medida el deseo del poder por el poder.

Por último, cabe mencionar lo importante que es en este sentido, el conocimiento y reconocimiento del aforismo: “conócete a ti mismo,” ya que si lo consideráramos en nuestro diario vivir, el individualismo no tendría un margen de crecimiento como el que ahora es visible.