Dejad que los niños se acerquen a mí

Publicado el 16 de mayo de 2014

Gustavo Eduardo Castañeda Camacho
Asistente de investigación en el Instituto de Investigaciones Jurídicas
@GustavoECC
gustavo.castaneda@outlook.com

Y Jesús dijo: “Dejad que los niños se acerquen a mí”. Esta frase que ha sido objeto de reflexión por parte de los seguidores y devotos a la fe católica, es narrada por el fundador de la primer Iglesia en Alejandría, me refiero al evangelista San Marcos que nos relata en su texto, que un grupo de niños se le acercaron a Jesús para recibir su bendición y fueran tocados por él, sin embargo los discípulos al considerar a los infantes con poco valor dentro de su pueblo, impidieron a los niños poder llegar con el Mesías, al ver esto Jesús les dijo a los apóstoles que dejaran a los niños acercarse a él, porque a las personas que son como ellos pertenece el reino de Dios.

Esta anécdota que acabo de describir, realmente puede ser una de las primeras expresiones en defensa de los derechos de los niños en la historia de la humanidad, debido a que en aquellos tiempos las sociedades no le daban valor a mujeres y menores, de tal suerte que éstos eran tratados como objetos que pertenecían al dominio del jefe de la familia.

La Iglesia se fundó bajo las enseñanzas de Jesús a través de los apóstoles y el evangelio, esta nueva religión tuvo un crecimiento mayor hasta que en el año 313 el emperador Constantino promulgó el Edicto de Milán, que permitió la tolerancia de los cristianos en el Imperio Romano, lo que provocó su evolución hasta lo que conocemos en la actualidad. En contraste a la buena voluntad de los santos y sacerdotes que han forjado la Iglesia, se ha suscitado en las ultimas 6 décadas casos de pederastia en el corazón de la institución de Roma, penosamente, no fue hasta hace poco tiempo, que realmente se iniciaron verdaderos esfuerzos para castigar los abusos de los sacerdotes. No es un secreto que el Vaticano ha creado un mecanismo de protección y encubrimiento para los clérigos que frecuentaban practicas pederastas, toda vez que prefirieron ocultar estas violaciones a derechos humanos en pro de la imagen y prestigio que goza la Iglesia. Los sacrificados una vez más fueron los niños y niñas que no tuvieron la oportunidad de ser oídos y mucho menos de acceder a la justicia, su dignidad fue abatida ante los miembros de la Iglesia, que seguramente en su etapa en el seminario leyeron y meditaron el evangelio de San Marcos, al que hago referencia en las primeras líneas de este artículo, será acaso que los sacerdotes habrán malinterpretado las enseñanzas que pronunció su maestro hace más de 2000 mil años.

El incremento de las protestas por parte de la sociedad en contra de la Iglesia, fue la punta de lanza para que el 5 de febrero del presente año, el Comité de los Derechos del Niño, mecanismo perteneciente a la Organización de las Naciones Unidas emitiera una serie de recomendaciones a la Santa Sede con motivo de la actuación de la Ciudad del Vaticano y los Derechos de la Infancia. Este Comité tiene la misión de examinar los progresos realizados, derivados de las obligaciones que contraen los Estados partes al ratificar la Convención sobre los Derechos del Niño.

Dentro de la teoría del Derecho Internacional, los sujetos de éste son los Estados, las organizaciones internacionales, las comunidades beligerantes, los movimientos de liberación nacional y el individuo. Casos atípicos de sujetos del Derecho Internacional son los de la Santa Sede, la Orden de Malta y el Patriarcado de Constantinopla.

Como he explicado brevemente, la Santa Sede goza del estatus de sujeto del Derecho Internacional, lo que le otorga una serie de derechos y obligaciones análogas a la de los Estados. Para dar mayor evidencia a esto, cabe resaltar que la Sede Apostólica tiene relaciones diplomáticas con más de 170 Estados y también es miembro de varias organizaciones internacionales, incluyendo Naciones Unidas.

La Santa Sede al igual que los Estados tiene una estructura de gobierno, en este caso particular, el Jefe de Estado es el Papa Francisco, y cuenta como principales colaboradores para su administración con los dicasterios,1 siendo la más antigua de éstos, la Secretaría de Estado. El organigrama también posee a un Camarlengo que tiene la función de dirigir los bienes de la Iglesia.

La Santa Sede como sujeto del Derecho Internacional ratificó en el año de 1990 la Convención de los Derechos del Niño, sin embargo ha puesto una reserva al tratado so pretexto de un miedo por la posible injerencia que pueda tener Naciones Unidas en los asuntos internos del Estado Vaticano.

Lamentablemente como apuntaba anteriormente, la Santa Sede ha protegido a los clérigos que han conculcado los derechos de los niños, al imponer un régimen de censura y silencio a las victimas de las atrocidades de estos miembros, que muchas veces han abusado de su poder y de la inocencia de los menores para realizar los actos que han dejado en la ignominia a la Iglesia.

Efectivamente el Papa como cabeza de Estado tiene la obligación de hacer respetar los tratados internacionales, a los que es  parte la Santa Sede y en este caso se deben tomar medidas más rigurosas para los sacerdotes pederastas, debido a que no sólo han quebrantado los derechos del niño, pues también  mancharon la imagen de la Iglesia al deshonrar el Santo Evangelio. Es cierto que la Iglesia está creando un nuevo perfil bajo el pontificado del Papa Francisco, lo que me hace pensar que esto permitirá que se afronte la problemática con una postura más abierta a las criticas y con mayor compromiso, posiblemente ahora sí se pueda hacer una verdadera justicia.

En las siguientes líneas haré un resumen de las recomendaciones que a mi criterio son las más destacadas que realizó el Comité de los Derechos del Niño:

1.- La creación de una Comisión para la defensa de los menores, que desdoble esfuerzos para crear ambientes seguros para los niños y mejorar la atención pastoral a las víctimas de abuso en todo el mundo.

2.- Crear una oficina sui generis dentro del Vaticano para supervisar la aplicación de los acuerdos internacionales ratificados por la Santa Sede.

3.- Señala que los miembros de las órdenes religiosas católicas están obligados a aplicar y sujetarse a la Convención sobre los Derechos del Niño, no sólo en el territorio del Vaticano , sino también a través de individuos e instituciones bajo su autoridad.

4.- La Santa Sede debe establecer un mecanismo que tenga la capacidad de coordinar la correcta aplicación de los derechos de los niños en todos los Consejos Pontificios, conferencias episcopales de los obispos, así como todo aquello que esté bajo el cuidado de la autoridad de la Iglesia. También se pide que exista una promoción y protección de los derechos del niño.

5.- Se solicita que la Santa Sede proporcione formación adecuada sobre la Convención sobre los Derechos del Niño a los miembros del clero, en todos sus niveles.

6.- Adoptar las medidas necesarias para garantizar la aplicación efectiva de la legislación que reconoce el derecho de audiencia del niño.

7.- Respecto a los casos de pederastia, se exige que se diga la verdad de lo que sucedió y evitar que acontezca de nuevo.

8.- Se pide que la Comisión creada en diciembre de 2013 investigue de forma autónoma todos los casos de abuso sexual de menores, así como la jerarquía católica que existió en los casos.

9.- Excluir ipso facto a todos los sacerdotes que abusaron sexualmente de menores, y remitir el asunto a las autoridades competentes para la aplicación de la ley.

10- Desarrollar y promover programas de prevención del abuso sexual de menores, para la recuperación y reintegración social de las víctimas.

Hay que señalar que estas recomendaciones no tienen un carácter vinculante y tampoco pueden modificar la estructura de la Santa Sede, no obstante el documento ha sido un gran paso para empezar a esclarecer los hechos y poder crear el camino para el acceso a la justicia de los silenciados. Un tema que fue vedado por muchos años, empieza a tener luz verde en el semáforo de los temas en los organismos de protección de los derechos humanos.

Decidí escribir el presente artículo porque hace unos días se estrenó en cines la cinta “Obediencia Perfecta”, primer largometraje de Luis Urquiza, en la que se muestra el caso de pederastia de Marcial Maciel y los Legionarios de Cristo, en la película se puede observar como el padre de Cotija, Michoacán, tenía una capacidad poderosa de manipulación psicológica sobre sus victimas. A lo largo de la historia se muestra como el discípulo pasa de tener una subordinación imperfecta hasta alcanzar la obediencia perfecta, en la cual hay una sumisión e identificación plena con la voluntad de quien da las órdenes.

La cinta se une a los esfuerzos para denunciar la pederastia en el seno de la Iglesia católica, otros trabajos cinematográficos que han realizado alguna crítica hacia la Iglesia son los de Agnus Dei: Cordero de Dios, Mea máxima culpa: silencio en la casa de Dios, Sex crimes and the Vatican, e incluso podemos señalar El Crimen del padre Amaro. La recomendación para ver este tipo de cintas, no es por el morbo que pueda causar, sino porque éstas hablan sobre temas que muy pocas veces se dan a la luz, y es necesario que se conozcan, no para juzgar, pero sí para aprender de los errores, procurando no volver a cometerlos.

Para concluir, podemos quedarnos con la  siguiente reflexión: La Iglesia católica es una institución que está llena de cosas buenas, entre lo más destacado están las virtudes teologales que son la fe, la esperanza y la caridad, pues las tres son necesarias a la humanidad. A pesar de ello, la Iglesia está formada por hombres que como todos tienen defectos, lo que no quiere decir que podemos permitir que estos errores sean tan graves, casos como es la pederastia tienen que ser sancionados de forma enérgica. Todos tenemos filias y fobias, yo por ejemplo soy católico, afiliación que no me impide criticar lo que está mal dentro de la Iglesia, también soy un defensor de los derechos humanos y estoy convencido que éstos tienen que ser nuestro pan de cada día.

¿Qué diría Jesús a sus nuevos discípulos si aún estuviera con nosotros?.

NOTAS:
1. Dentro de la Curia Romana, el dicasterio es el término utilizado para denominar a los organismos o departamentos especializados, éstos están compuestos de forma colegiada y comprenden Congregaciones, Tribunales, Consejos Pontificios y la mencionada Secretaría de Estado.