Presunción de culpabilidad*

Publicado el 19 de mayo de 2014

Clara Luz Álvarez
Investigadora del Instituto de Investigaciones Jurídicas, UNAM
@claraluzalvarez
claraluzalvarez@gmail.com
telecomysociedad.blogspot.mx

El principio de presunción de inocencia de cualquier país respetuoso de los derechos humanos y de los gobernados no aplica en México al menos para el sector de telecomunicaciones. El presidente Enrique Peña Nieto con su iniciativa de ley de telecomunicaciones y ahora también el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) con sus lineamientos para autorizar servicios adicionales implícitamente traen un reconocimiento grave: ante la incapacidad del Estado mexicano de hacer cumplir la ley, es mejor adoptar la presunción de culpabilidad de los gobernados. Digamos están siguiendo la estrategia del tristemente célebre ex-gobernador de Puebla Mario Marín cuando –a pesar de ser abogado- ante los medios de comunicación exigió a la periodista Lidia Cacho que si era inocente, que lo demostrara. El mundo al revés.

La Constitución ordena que el Estado garantice condiciones de competencia efectiva para que ésta pueda proveer servicios de telecomunicaciones y radiodifusión. También se establece que para que a Telmex se le pueda quitar la prohibición de prestar televisión y a partir de ahí pueda competir en el servicio de televisión de paga que domina por mucho Televisa, Telmex tendrá que estar en cumplimiento de sus obligaciones previstas en el título de concesión, en la ley y en la resolución de preponderancia decretada por el IFT. El IFT emitió unos lineamientos para permitir a los concesionarios de telecomunicaciones prestar servicios adicionales y a Telmex poder ingresar a la TV de paga. ¿Qué se puede decir de esos lineamientos?

¿Por qué nadie piensa en las rentas cuasi-monopólicas que pagamos los ciudadanos y que muy probablemente está percibiendo principalmente Televisa que domina la TV de paga aunque el IFT considere que no es preponderante en ese servicio como lo refiere la Constitución?.

NOTAS:
* Se reproduce con autorización de la autora, publicado en El Financiero, el 19 de mayo de 2014