Cincuenta Sombras de Grey: ¿amor de fantasía o cruda violencia?1

Publicado el 20 de febrero de 2015

María José Franco Rodríguez
Técnico-académico en el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
y profesora de asignatura en la Facultad de Derecho de la misma universidad
mariajose_franco@hotmail.com

...Feminists don't have a sense of humor..
Mother of Pearl, Nelly McKay

En los últimos días una avalancha publicitaria ha caído sobre todas, aprovechando el día de San Valentín, fecha ?indiscutible? para ?celebrar? el amor, los Estudios Universal lanzaron la película Cincuenta Sombras de Grey, basada en la novela homónima escrita por Erika Leonard (E.L. James). Esta novela erótica, que forma parte de una trilogía, ha logrado vender 31 millones de ejemplares, y la versión cinematográfica, en el fin de semana de su estreno, recaudó la nada despreciable cantidad de 248 millones de dólares en taquilla alrededor del mundo.

La novela y la película cuentan la relación entre Anastasia Steele, una joven de 21 años, recién graduada de la universidad, ingenua e inexperta, y Christian Grey, un empresario exitoso de 27 años, multimillonario y controlador, quien la introduce a las prácticas eróticas del bondage/ disciplina, dominación-sumisión, sadismo-masoquismo (BDSM). La historia es aclamada y odiada al mismo tiempo; sus detractores la califican como ?porno para mamás?, y la cuestionan por su calidad literaria, por ?hacer sexy y deseable? la violencia contra las mujeres y por distorsionar la práctica del BDSM. Los ?fans? dicen que es una adictiva historia de amor, amena, de fácil lectura, ?feminista? porque ?empodera a las mujeres? y ayuda a ventilar tabúes relacionados con la sexualidad.

En una entrevista reseñada en un artículo de la revista Marie Claire México, E. L. James explica que ?las mujeres enloquecen con las buenas historias de amor? y ?la sumisión se vuelve muy atractiva cuando, como mujer, tienes que sentirte poderosa todo el día. Es como si necesitaras que alguien tomara las decisiones por ti durante sólo un segundo. Las feministas pueden tener fantasías también ¿sabes??.

Pero ¿Cincuenta Sombras de Grey es una ?buena? historia de amor? ¿Las mujeres deseamos y fantaseamos con la sumisión? ¿No es más bien que esta ?visión? del BDSM y el ?amor? es el disfraz de una relación violenta?

El ?amor romántico? es uno de los mitos, uno de los pilares que sostienen la naturalización de la violencia contra las mujeres, este ?amor?, que es ?invencible?, que ?todo lo perdona?, hace que las mujeres ?enderecemos? a los hombres ?descarriados?, que los ?salvemos?. A cambio de nuestro amor salvador, los hombres nos amarán, cuidarán y solventarán todas nuestras necesidades y, en algunas ocasiones, a cambio podrían ejercer violencia en nuestra contra porque no hemos cumplido cabalmente con nuestra parte del trato o porque están ?tensos? y deben ?desahogarse?. Este patrón se refleja claramente en la relación de los protagonistas de la novela, Grey es un personaje con fuertes traumas (sombras) y es salvado por el amor de Anastasia. Además, la protagonista asume una posición sumisa ante el protagonista, quien tiene el poder y el dinero: él decide, él controla y ella acepta sin dudar ¿Eso es lo que una mujer ?empoderada? desea? ¿Contar con alguien que decida por nosotras y ?nos resuelva la existencia?? Si esto es así, los años de lucha feminista para lograr que las mujeres seamos consideradas como titulares de derechos y por luchar contra la discriminación y la violencia se convierten en un sinsentido.

Por otra parte, la comunidad BDSM sostiene que sus fantasías y prácticas sexuales no forman parte del patrón de una relación de pareja violenta, que son libremente consentidas, practicadas con reglas claras, en las que la seguridad del sumiso/a es trascendental. Aquí, me permito distinguirlas de la violencia sexual, que es una forma paradigmática de violencia contra las mujeres. En la violencia sexual no hay consentimiento, no hay libertad, límites o reglas, son conductas no deseadas, que dañan, lastiman y castigan, y son impuestas contra la voluntad de una de las partes, casi siempre la mujer. Aquí no hay sumiso/a y dominante, sino un agresor y una víctima. En el desarrollo de la relación de Christian Grey y Anastasia Steel, la protagonista duda sobre su relación con Grey: no sabe si podrá estar con él ?como él lo necesita?, entonces ¿es realmente libre el consentimiento de Anastasia, realmente desea las prácticas BDSM o lo hace ?por amor a Christian??

¿Es una ?buena historia de amor? o el disfraz de una relación violenta? Desgraciadamente, me parece más bien el disfraz de una relación violenta, ya que Grey es controlador y, por tanto, conoce cada acción de Steel; a su vez, es terriblemente celoso y posesivo, y ?disciplina? a Steel cuando ?comete alguna falta? o ?está enojado?; ésas son algunas de las señales de alarma que indican que una relación de pareja es violenta.

El artículo 8o. de la Convención para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer, Convención de Belém do Pará, establece que los Estados parte de esta Convención adoptarán, de forma progresiva, medidas específicas y programas para ?alentar a los medios de comunicación a elaborar directrices adecuadas de difusión que contribuyan a erradicar la violencia contra la mujer en todas sus formas y a realzar el respeto a la dignidad de la mujer?. Así, las estadísticas de ONU Mujeres son contundentes: en todo el mundo, una de cada tres mujeres ha sufrido violencia física o sexual, principalmente por parte de un compañero sentimental, y en México esa cifra sube a dos de cada tres mujeres.

Por todo lo anterior, ¿Cincuentas Sombras de Grey contribuye a empoderar a las mujeres y a erradicar la violencia, o simplemente hay que disfrutar de un rato de entretenimiento sin reflexionar en el mensaje que nos transmite y sus consecuencias?