La lectura en México

Publicado el 19 de noviembre de 2015

Guillermo José Mañón Garibay
Investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas, UNAM,
guillermomanon@gmx.de

Es un lugar común decir que hay tres tipos de mentiras: las grandes, las chicas y las estadísticas. Esto siempre y cuando se tomen los resultados estadísticos como una explicación o prueba de por qué ocurren los fenómenos sociales. Pero si alguien cree que el conteo de muertos no aclara la violencia en México, tampoco creerá que las estadísticas sobre lectura explican el repunte de la lectura y el gusto por los libros. Por ello, pese al gran beneplácito con que se han divulgado recientemente las encuestas sobre lectura en México, persiste la suspicacia sobre la lectura y los lectores en México.

Primero lo hizo IBBY-México, en su encuesta nacional sobre consumo de medios digitales y lectura,1 después Conaculta, a través de la encuesta nacional de lectura y escritura 2015.2 Según Marina Núñez, directora de publicaciones Conaculta, leer es la quinta actividad predilecta de los mexicanos en su tiempo libre, los cuales consumen 5.3 libros al año, 3.5 de los mismos por puro regodeo (solamente Chile estaría en Latinoamérica por arriba de nuestros compatriotas). Pero, ¿qué tanta confianza podemos depositar en estos resultados?

Primero: ambas encuestas contrastan con los resultados de la prueba Planea, presentados por Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación en México, y con la edición y venta de libros en nuestro país,3 que no hace mucho (2009) acusaba una paupérrima adquisición y/o lectura de libros (2.8 libros al año per cápita).4

La prueba nacional sobre el aprendizaje indica que las aptitudes lingüísticas de los jóvenes mexicanos son malas o muy malas, y la venta de libros y revistas van a la baja desde 2002 a la fecha.

Entonces, ¿qué pasa? ¿Se lee mucho o poco? ¿Se tiene grandes aptitudes lingüísticas producto de la lectura y escritura o hay una merma de las mismas? Se dirá que la evaluación sobre los aprendizajes únicamente arroja información sobre los mexicanos en educación primaria; entonces, ¿cómo y cuándo vencieron los mexicanos la abulia y desinterés por los libros una vez superada la etapa primaria escolar?

Tal vez la respuesta esté en las declaraciones de Bruno Newman,5 presidente de IBBY-México, porque según él, los mexicanos sí leen, pero textos breves, sin contenido sesudo o grave. Leen preferentemente “mensajes de texto”, lo que no puede ser de otra forma ya que pasan entre seis y ocho horas conectados al “teléfono inteligente”, objeto al que muestran mayor apego emocional y con el que tienen mayor familiaridad en sus vidas. Entonces, basta ya del mito de que los mexicanos no leen: sí nos gusta leer, pero textos breves.

Los jóvenes sondeados tienen entre 14 a 29 años y leen para chatear y convivir en las nuevas redes sociales; leen para investigar temas de su interés, como deportes, noticias de espectáculos, música y también literatura, exactamente ¡poesía! (esta última porque es breve y de información digerible y expedita).

Frente a esto, Bruno Newman advierte que el reto de los educadores y comunicadores consiste hoy por hoy en reorientarse a los nuevos gustos y formas de consumo informativo; adaptarse a las “nuevas formas de comunicación” y descifrar los nuevos contenidos digitales, ya que el 89% de los jóvenes poseen un teléfono celular para uso personal, y el 73% de ellos tienen, a través suyo, conexión a internet.

El optimismo de las estadísticas se explica cuando descubrimos que la pregunta no debe ser: “¿cuántos libros lees?”, sino: “¿qué plataformas digitales consultas? Y así sí: los mexicanos más jóvenes están permanentemente leyendo los 160 caracteres que permite SMS o los 140 de twitter o las lacónicas conversaciones de historieta propias de los blogs o los subtítulos de los memes.

¿Qué podemos concluir si atendemos a las estadísticas de lectura? ¿Estamos ante un vaso medio lleno o medio vacío? Bruno Newman no sabe responder, pero para él es innegable que ahora sí conocemos, gracias a las estadísticas, el perfil del lector moderno, el de los jóvenes mexicanos (30% de la población).

NOTAS:
1.http://www.ibbymexico.org.mx/images/ENCUESTA_DIGITAL_LECTURA.pdf.
2.https://observatorio.librosmexico.mx/encuesta.html.
3.http://sic.conaculta.gob.mx/publicaciones_sic/ebcmV2.pdf.
4.http://cartaeconomica.cucea.udg.mx/administracion/uploads/articulo1024.pdf
5.http://www.enfoquenoticias.com.mx/podcast?field_emision_tid=All&field_autor_tid=All&page=3.



Formación electrónica: Luis Felipe Herrera M., BJV