La inseguridad y la violencia en Guerrero

Publicado el 20 de enero de 2016

Leonel Cásares García
Maestro en Derecho Constitucional por la
Universidad Autónoma de Guerrero

leonel.casares@hotmail.com.

No tengo el menor titubeo de afirmar que el estado de Guerrero es un lugar que en estos momentos sufre de manera generalizada la inseguridad y la violencia; diariamente existen homicidios en los municipios más importantes, como son: Zihuatanejo de Azueta, Chilpancingo de los Bravo, Acapulco de Juárez y Taxco de Alarcón, y no se diga de Iguala de la Independencia, donde los días 26 y 27 de septiembre de 2014 fueron privadas de la vida seis personas y desaparecidos 43 estudiantes de la Normal Rural “Raúl Isidro Burgos” de Ayotzinapa.

En los 81 municipios que integran el estado, y que se encuentran distribuidos en las 7 regiones, no hay certeza jurídica del actuar de las autoridades, ya que no solamente los grupos delincuenciales hacen de la suyas, sino que las mismas autoridades son provocadoras de la violación de las normas jurídicas, no atendiendo los problemas de fondo.

Se puede señalar cada uno de los sucesos que acontecen diariamente, pero como guerrerense no terminaría de contarlos; así, los hechos que suceden no solamente asombran a los que habitan en los municipios sino también a los mexicanos y a los extranjeros; son muchas las estadísticas que señalan a esta tierra como el lugar más peligroso de México y Latinoamérica. Reportes y estudios de organizaciones nacionales e internacionales de derechos humanos ubican a Guerrero como el epicentro de la violencia y la violación constante de los derechos humanos en México.

La inseguridad ha llegado a escalas inimaginables. Los ciudadanos no comparten la política del gobierno federal como del gobierno del estado, ya que carecen de políticas públicas de combate a los grupos de la delincuencia, solamente lo hacen de forma y no de fondo. Una forma que lejos de resolver la inseguridad agrava más la situación. Ante la violencia e inseguridad los medios de comunicación ocupan un papel fundamental, ya que a través de la información que generan es como se dan a conocer los acontecimientos en este rincón del país.

Si bien he cierto que en los estados de Michoacán, Sinaloa, Morelos y Guerrero se cometen delitos a diestra y siniestra, también es cierto que la violencia va en aumento en México, algo que difícilmente podrán solucionar los órdenes gobierno si se siguen manteniendo en la postura de que en México no pasa nada. Es menester mencionar que se debe dejar de combatir a la delincuencia de forma frontal y directa, ya que este tipo de acciones es una de las formas que genera la violencia.

En Guerrero es difícil encontrar un municipio donde permanezca la paz, armonía y la reconciliación social; difícil también es para las autoridades reconocer que no existe el Estado de derecho ni mucho menos existe la posibilidad de brindar seguridad para todos los habitantes. Además no hay un acercamiento entre sociedad y gobierno, donde dejen sentada las bases de reconstrucción de una entidad que carece de acciones reales para parar y solucionar la ola de violencia generalizada.

Asimismo, Guerrero sigue siendo noticia de todos los días; los sucesos en Iguala de la Independencia los días 26 y 27 de septiembre de 2014 marcaron a la entidad como violadora de derechos humanos. La inseguridad y violencia no parará si no hay una reconciliación entre sociedad y gobierno, si no hay un verdadero compromiso de cambiar las cosas desde la raíz, porque a pesar de los nulos esfuerzos de las autoridades por afrontar la pobreza, marginación, miseria e ignominia que se vive en esta tierra suriana, lo que hacen las autoridades es solamente reconocer el problema, pero jamás solucionarlo.

La inseguridad y la violencia en Guerrero son imparables, pero sobre todo la falta de voluntad de los gobernantes para solucionar las cosas a pesar de los hechos de violencia que acontecen en las diferentes regiones de la entidad: se encuentra esta tierra marcada con el sello característico de la desaparición de personas en los municipios, en las localidades y, por qué no decirlo, en los pueblos más apartados; donde desaparecen personas que muchas de las veces jamás son encontradas.

A su vez, son casi nulos los escritos académicos que dejan ver la grave situación por la que a traviesa la entidad. Es necesario generar documentos referentes a cómo podemos ayudar a los gobernantes a la hora de reconstruir un estado con claras muestras de ingobernabilidad. Los juristas guerrerenses tienen que asumir su papel y no dejar en entre dicho la situación que se vive en este lugar, de igual manera deben hacer aportaciones que coadyuven al restablecimiento del Estado de derecho.

Exhorto a los académicos del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México y a los juristas guerrerenses para que brinden sus amplios conocimientos en la Ciencia del Derecho y así restablecer la correcta aplicación de la ley en el estado, reiterando el llamado de crear un lugar donde la reconciliación, la justicia y la aplicación de la ley sean los instrumentos que salvaguarden los derechos más elementales de los habitantes de Guerrero.




Formación electrónica: Luis Felipe Herrera M., BJV