Voces indígenas para el Constituyente Originario de la CDMX

Publicado el 2 de febrero de 2016

Jorge Alberto González Galván
Investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas, UNAM,
jagg@unam.mx

No estoy pensando necesariamente en los posibles representantes o asambleístas de origen indígena en la integración próxima del Poder Constituyente Originario de la Ciudad de México (CDMX), sino en las demandas de derechos de los pueblos indígenas de y en la Ciudad de México.

Viviremos los capitalinos de este país el escenario marcado ya desde la aparición del Ejército Zapatista de Liberación Nacional en 1994: refundar nuestras relaciones políticas y sociales a través de nuevas Constituciones. Por ello, me permitiré hacer las siguientes propuestas (haya o no, en el Constituyente, asambleístas indígenas):

1. Sobre el derecho a la libre determinación.
2. Sobre el derecho a los sistemas normativos propios.
3. Sobre los derechos culturales.
4. Sobre el derecho al desarrollo.

Sobre el derecho a la libre determinación: las alcaldías de Milpa Alta, Xochimilco y Tlalpan deberán ser reconocidas como alcaldías indígenas regidas por su derecho propio (o al menos tener representación directa en los cabildos y en el Congreso local).

Sobre el derecho a los sistemas normativos propios: las alcaldías mencionadas deberán tener tribunales y ministerios públicos especializados en derechos indígenas que conozcan sus idiomas.

Sobre los derechos culturales: la educación que se imparta en la CDMX deberá ser en todos sus niveles, no sólo gratuita, científica y laica, como lo establece el artículo 3o. constitucional, sino también intercultural, con base en el artículo 2o. Los pueblos indígenas deberán tener medios de comunicación masiva propios para difundir y defender sus culturas y derechos. Se deberá aprobar un Ley de Memoria Histórica para sustituir los nombres de calles y plazas que representen a los colonizadores aztecas y españoles (Cuauhtémoc, Colón, Isabel la Católica…), así como quitar de los espacios públicos las estatuas de los mismos.

Sobre el derecho al desarrollo: se destinará el diez(mo) por ciento del impuesto predial de los inmuebles del Centro Histórico para un Fondo de Desarrollo de los Pueblos indígenas.

Soñar no cuesta nada. Y, sin embargo, contra todo pronóstico historicista de que sólo una revolución hace posible una nueva Constitución, la CDMX se dará una sin haber disparado un solo tiro. La experiencia será un poderoso evento pedagógico de participación política que si se lleva a cabo lo mejor posible servirá de inspiración a otras entidades federativas, incluso a la Federación para convocar en 2017, centenario de la Constitución, a un nuevo Constituyente…, soñar no cuesta nada.




Formación electrónica: Luis Felipe Herrera M., BJV